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Los Ángeles lucha contra el peor incendio de su historia sin agua, con bomberos insuficientes y bajo recortes

Varios bomberos trabajan tratando de extinguir el fuego en Palisades

Javier Biosca Azcoiti

10 de enero de 2025 00:25 h

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—Las bocas de incendios no funcionan.

—El suministro de agua acaba de caer. 

Los mensajes por radio de los bomberos que luchan sin agua en primera línea del peor incendio de la historia de Los Ángeles son solo una muestra de los muchos déficits a los que se enfrentan los servicios de emergencias.

El fuego ha puesto de relieve las fallas de un sistema en el que el 65% de los bomberos de todo el país son voluntarios (no es el caso de Los Ángeles, aunque sí ha reconocido que sufre un déficit en el número de bomberos para abordar la crisis actual). Además, el Departamento de Bomberos de la ciudad ha sufrido recientemente un recorte presupuestario. Tan solo unas semanas antes del incendio, los bomberos habían mandado una carta a la alcaldesa advirtiendo de las graves consecuencias operativas de dicho recorte.

A las tres de la mañana del miércoles, todos los depósitos de agua en la zona de Palisades, una de las más afectadas por las llamas, se habían agotado, según ha informado Janisse Quiñones, directora del Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles. Además, la escasez y alta demanda redujo considerablemente la presión, lo que impedía al agua subir por las tuberías a lo alto de la colina donde aún se expanden las llamas sin control. Según la alcaldesa de la ciudad, el 20% de las bocas de incendios se quedaron sin agua ante una demanda sin precedentes que impedía el reabastecimiento de los depósitos.

En este sentido, Quiñones ha pedido a los ciudadanos reducir el consumo de agua “porque el Departamento de Bomberos la necesita para combatir los incendios”. “Estamos luchando contra un incendio forestal con los sistemas urbanos de agua y eso es muy complicado”.

“Tenemos que examinar nuestro sistema para la resiliencia climática como región, y va a ser algo más que [nosotros], son todas las agencias de agua de aquí”, ha dicho Quiñones.

Voluntarios, presos y recortes

La escasez de agua se suma a una falta de mano de obra. “No hay suficientes bomberos en todo el condado de Los Ángeles para abordar incendios de esta magnitud”, dijo directamente el jefe de bomberos del condado, Anthony Marrone. “El Departamento estaba preparado para uno o dos grandes incendios, pero no cuatro”, añadió.

La realidad es que el servicio de bomberos de todo EEUU depende de voluntarios. Del 1.041.200 bomberos en el país, 676.900 son voluntarios, lo que representa el 65% del total. Solo el 14,7% de todos los departamentos de bomberos del país se componen en su totalidad o en su mayoría de bomberos profesionales. El 69,8% se compone exclusivamente de voluntarios. 

En el caso de California, estado en el que se encuentra la ciudad de Los Ángeles, el 54,5% de los departamentos de bomberos se compone en su totalidad (28,7%) o mayoría (25,8%) de voluntarios. El 29,8%, sin embargo, está formado exclusivamente por bomberos profesionales de carrera. El Departamento de Bomberos de Los Ángeles ha confirmado a elDiario.es que no utiliza voluntarios. Según datos de Marrone, en total hay alrededor de 9.000 bomberos entre el Departamento de Bomberos de la ciudad y otras 29 agencias.

Además, California tiene un programa para utilizar a presos para trabajar en la prevención de incendios forestales mediante, por ejemplo, la construcción de cortafuegos. Dependiendo del año, los equipos de bomberos reclusos representan hasta el 30% de la los bomberos forestales de todo el estado, a los que normalmente se les paga entre 5,80 dólares y 10,34 el día, ganando un dólar adicional a la hora cuando responden a un desastre, según ha informado el periódico Los Angeles Times

En junio de 2024, dos concejales de Los Ángeles escribieron al gobernador del estado, Gavin Newsom, expresando su preocupación por los recortes en el programa, que habrían reducido considerablemente el número de bomberos reclusos disponibles en la ciudad.

Este programa ha sido muy cuestionado, entre otras cosas por la seguridad de sus participantes. Según una información de la revista Time elaborada gracias a datos obtenidos por transparencia. Más de 1.000 presos bomberos en California tuvieron que ser atendidos en el hospital entre junio de 2013 y agosto de 2018. Según estos datos, tienen cuatro veces más probabilidades de sufrir lesiones inducidas por objetos, como cortes, contusiones, luxaciones y fracturas, en comparación con los bomberos profesionales que trabajan en los mismos incendios. Los reclusos también tenían más de ocho veces más probabilidades de sufrir lesiones por inhalación de humo y partículas en comparación con otros bomberos.

Hace solo seis meses, la alcaldesa de Los Ángeles aprobó un presupuesto de 12.800 millones de dólares en el que recortaba la financiación al Departamento de Bomberos más de 17,5 millones (2%) en lo que representa el segundo mayor recorte de un departamento, según ha informado The Intercept. Mientras tanto, el Departamento de Policía de la ciudad vio un incremento de su financiación en 126 millones.

El 17 de diciembre, tan solo unas semanas antes del inicio del peor incendio de la historia de la ciudad, que ya se ha cobrado la vida de cinco personas, la junta de comisarios del Departamento de Bomberos envió una carta a la alcaldesa y al resto de miembros del ayuntamiento advirtiendo de los riesgos que supondría el recorte presupuestario.

“El Departamento de Bomberos se enfrenta a dificultades operativas sin precedentes por la eliminación de puestos civiles críticos y una reducción de 7 millones de dólares en la bolsa de horas de empleados”, aseguraba la carta.

“La reducción en esas horas ha limitado gravemente la capacidad del Departamento para preparar, formar y responder a emergencias a gran escala, incluidos incendios”, aseguraban, al tiempo que destacaban la “necesidad crítica de recuperar recursos para asegurar disponibilidad operativa, seguridad para los bomberos y proporcionar un servicio público de alta calidad”.

Los recortes presupuestarios se ejecutaron para reducir un déficit que, según el auditor de la ciudad, Kenneth Mejia, tiene una de sus causas principales en las indemnizaciones que debe pagar la policía. En los primeros seis meses del año fiscal (últimos seis meses), la ciudad se ha gastado el doble de lo presupuestado en este tipo de indemnizaciones, con la policía como principal origen de las mismas —más de 100 millones de dólares en acuerdos legales—.  

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