António Guterres, en la Asamblea General de la ONU: “No podemos permitir que Líbano se convierta en una nueva Gaza”
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha inaugurado el debate de la Asamblea General de la ONU tan solo un día después de que los bombardeos de Israel sobre Líbano mataran a más de medio millar de personas. “El estado de nuestro mundo es insostenible, no podemos seguir así”, ha advertido este martes y ha avisado que el Líbano está al “borde del abismo”. “La gente del Líbano, la gente de Israel y el mundo no se puede permitir que Líbano se convierta en otra Gaza”, ha afirmado.
Guterres ha acusado veladamente a Rusia e Israel de comportarse con total “impunidad” como si tuvieran la carta del Monopli de “sale de la cárcel”. “El nivel de impunidad de este mundo es políticamente indefendible y moralmente intolerable”, ha lamentado el secretario general.
“La rapidez y escala de los asesinatos y destrucción en Gaza no se parece en nada a lo que he visto durante mis años como secretario general”, ha denunciado Guterres, quien asegura que la ofensiva de Israel es “un castigo colectivo al pueblo palestino”.
“Nada puede justificar los aborrecibles actos de terror cometidos por Hamás el 7 de octubre ni la toma de rehenes —ambos actos que he condenado repetidamente— y nada puede justificar el castigo colectivo del pueblo palestino”, ha afirmado entre aplausos. A pesar de que “el estado de nuestro es insostenible”, Guterres ha asegurado que “los retos a los que nos enfrentamos se pueden solucionar”.
El secretario general ha insistido en el papel de las Naciones Unidas para abordar los conflictos y en la necesidad de utilizar los mecanismos existentes. “Pero esto necesita que nos aseguremos que los mecanismos internacionales para solucionar problemas realmente solucionen los problemas”, ha recriminado Guterres a la Asamblea.
La guerra de Gaza, con casi 42.000 palestinos muertos bajo el asedio israelí, ha puesto en entredicho el rol de la ONU dentro del sistema internacional actual. Desde que estalló la guerra hace casi un año, el Consejo de Seguridad ya aprobó dos resoluciones pidiendo el alto el fuego en la Franja. Ninguna de las dos ha ido más allá del papel.
Un Biden sin fuerza defiende la “solución diplomática”
El presidente de EEUU, Joe Biden, ha pronunciado este martes su último discurso en la Asamblea General de la ONU y ha defendido el liderazgo internacional de Estados Unidos, el cual ha quedado en entredicho después de la ofensiva israelí en el Líbano que amenaza con desatar una guerra regional. El mandatario, que ha aprovechado la cita para sacar pecho de su legado en política exterior, probablemente hubiera preferido pronunciar el discurso en otro contexto.
Biden ha defendido con tono bajo que aún es posible una “solución diplomática”, mientras el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, publicaba un vídeo en sus redes donde aseguraba que “seguiremos atacando Hezbollah” en la segunda jornada de bombardeos sobre el Líbano.
“No voy a actuar con desesperación, como dirigentes no tenemos el lujo de hacer esto”, ha asegurado un Biden sin fuerza. El tono y la energía que Biden desprendía desde el atril de la Asamblea General decía muchas más cosas que su discurso. Para apelar a la esperanza dentro del escenario del conflicto entre Palestina e Israel, Biden ha tenido que recurrir a un ejemplo del siglo pasado.“Hoy Estados Unidos y Vietnam son socios y amigos, esto es muestra que incluso entre los horrores de la guerra hay una manera de salir adelante”, ha asegurado.
Es por ello que ha exigido una vez más la necesidad de llegar a un acuerdo en las negociaciones pera el alto el fuego y ha vuelto a defender la solución de los dos estados: “Ahora es el momento para que las partes finalicen sus términos, devuelvan los rehenes a casa y aseguren la seguridad de Israel y una Gaza libre del control de Hamás, alivien el sufrimiento en Gaza y acaben con esta guerra”.
“Hizbulá, sin provocación, lanzó cohetes contra Israel y ahora hay muchas personas desplazadas en el Líbano”, ha denunciado el presidente, obviando que la escalada de tensión de la última semana empezó después de las explosiones de los buscapersonas y 'walkie-talkies', tras las cuales estaría el Mosad. “Desde el 7 de octubre también estamos decididos a evitar que haya una guerra más amplia en la región”, ha asegurado. El mandatario norteamericano, que siempre ha puesto el foco en Hamás como si fuera el único culpable de lo que hoy pasa en Gaza, también ha apuntado a Hizbulá.
A quien también ha mencionado brevemente ha sido Irán, que es el principal respaldo de la milicia libanesa dentro del tablero de Oriente Medio. “Hay que disuadir a sus representantes que han pedido nuevos 7 de octubres y hay que lograr que Irán no llegue a tener una arma nuclear”.
Con la escalada de tensión en la región, el mayor temor de Washington es que Teherán entre en el conflicto, hecho que podría arrastraría a su vez a los estadounidenses. El lunes el Pentágono anunció el envío de tropas adicionales a la zona debido al riesgo de una guerra regional. Según los datos de Defensa, actualmente Estados Unidos tiene unas 40.000 tropas en la región.
Entre los representantes de los países miembros en el debate de la Asamblea General por primera vez estaba sentada Palestina, quien goza de un asiento sin derecho a voto en la Asamblea después que esta votara a favor de concederle más derechos en mayo.
El presidente brasileño, José Ignacio Lula Da Silva, ha querido felicitar a la delegación palestina por su presencia. Aun así, Palestina sigue sin gozar del reconocimiento como Estado miembro de pleno derecho, ya que eso debe ser votado en el Consejo de Seguridad, dónde Estados Unidos mantiene el bloqueo en representación de los intereses de su socio, Israel.
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