Arranca la campaña para las presidenciales de octubre en Brasil con Lula como favorito

La campaña electoral para las presidenciales del 2 de octubre en Brasil ha empezado oficialmente este martes. Luiz Inácio Lula da Silva sigue liderando las encuestas, pero el presidente Jair Bolsonaro ha mejorado en las últimas semanas. Lula encabeza los sondeos con el 44% en intención de voto en primer turno, seguido de Bolsonaro con el 32%, según la última encuesta Ipec publicada el lunes. La tercera opción, representada en el candidato de centroizquierda Ciro Gomes, se ubica en un lejano 6% mientras que la opción de centroderecha de Simone Tebet no supera el 2%.

Doce candidatos se han registrado en el Tribunal Superior Electoral para disputar la presidencia. Ninguno de los otros ocho llega al 1%, un dato que confirma que será una elección entre dos pesos pesados de la política brasileña. Si bien Bolsonaro se ubica detrás de Lula, el actual presidente ha logrado achicar la ventaja a 12 puntos. La tendencia responde a que Bolsonaro ha conseguido mejorar los índices de aprobación de su gobierno. En diciembre, el 19% de las personas entrevistadas calificó al gobierno de Bolsonaro como excelente o bueno. En agosto, esa tasa subió al 29%, una diferencia de diez puntos porcentuales.

Desde este martes, los candidatos pueden celebrar mítines y pedir el voto en redes sociales y medios escritos. La publicidad electoral en radio y televisión empezará dentro de diez días. Por su parte, Lula ha inaugurado la campaña con un vídeo divulgado a medianoche en sus redes sociales en el que pide el voto para “cambiar de nuevo la vida del pueblo”.

En tanto, Bolsonaro tiene previsto empezar su campaña en Juiz de Fora, ciudad en la que fue apuñalado en 2017. Tanto Lula como Bolsonaro tendrán este martes sus primeros actos de campaña. El candidato del Partido de los Trabajadores (PT) ha anunciado una visita a una fábrica en la zona metropolitana de Sao Paulo, región donde comenzó a construir su carrera política en los años 80 como líder sindical.

La campaña de Bolsonaro

En el último mes, el presidente de Brasil ha incrementado sus ataques al sistema de voto electrónico. Bolsonaro ha optado por imitar la estrategia electoral de Donald Trump en 2020 y el candidato de ultraderecha ha cuestionado en varias ocasiones la transparencia del voto electrónico en un país donde nunca ha estado en tela de juicio la confianza en las instituciones electorales.

Las pruebas técnicas también desmiente al presidente. El viernes pasado, el Tribunal Superior Electoral informó que las evaluaciones del sistema de votación realizadas durante la semana, incluidas simulaciones de ataques de piratas informáticos, no encontraron fallas que pudieran alterar las elecciones de este año.

Entre sus bases electores también han reforzado el activismo para permanecer en el poder. En las últimas semanas se han visto carteles gigantes que contrastan a Lula con Bolsonaro como “bandido suelto” con “bandido detenido”, “pueblo desarmado” con “pueblo armado” y “censura” con “libertad”. Una campaña que el Prerrogativas, un grupo que reúne a abogados y juristas, denunció ante el Tribunal Superior Electoral como campaña de difamación.

“No estoy con miedo de perder la elección, no estoy preocupado por esto. Dicen que quiero dar un golpe, si yo quisiera dar un golpe no estaría diciendo nada, dejaría pasar el tiempo y en el último día daría el golpe. Lo que queremos es transparencia”, se defendió Bolsonaro.

El compañero de fórmula del presidente será, en esta elección, el general del Ejército y exministro de Defensa, Walter Braga Netto, que en 2018 fue nombrado por Michel Temer como interventor del Estado de Río de Janeiro y en 2020 asumió el cargo de jefe de la Casa Civil (Ministerio de la Presidencia), dejando en evidencia la estrecha relación entre las Fuerzas Armadas y el gobierno de Bolsonaro. 

El próximo 7 de septiembre, día en que Brasil celebra sus 200 años de independencia, Bolsonaro ha convocado una manifestaciones donde las Fuerzas Armadas tendrán un papel protagonista. Este lunes, durante la inauguración de la exposición sobre el Bicentenario de Brasil en el Palacio del Planalto, Bolsonaro dijo que la manifestación será “ordenada, democrática y con los colores verde y amarillo”.

La estrategia electoral de Lula

La candidatura del PT está respaldada por diez partidos, representa así la mayor alianza electoral en un país con una gran fragmentación de su sistema de partidos. Geraldo Alckimn, histórico rival de Lula, será el candidato a vicepresidente. La fórmula busca crear una propuesta electoral lo más amplia posible para competir contra Bolsonaro.

El expresidente Lula ha mostrado en estos meses previos que su estrategia para encarar la campaña se basa en mostrarse dispuesto al diálogo con los sectores del centroderecha brasileño, pero fiel a las demandas sociales de sus bases electorales. Lula ha optado por no erigir un discurso en la venganza ni el odio después de 580 días entre rejas por una condena que terminó siendo anulada por el Tribunal Superior de Justicia y el juicio político que en 2016 terminó con el gobierno de Dilma Rousseff.

Desde entonces, el exmandatario ha conseguido victorias en los tribunales brasileños y actualmente no tiene ninguna causa penal abierta en su contra. El viernes pasado, el magistrado Ricardo Leite de la Justicia Federal de Brasilia archivó una denuncia presentada en 2017 contra Lula por supuesta obstrucción a la justicia.