Las autoridades de Nueva York han detenido a los dos guardias encargados de vigilar la celda donde se suicidó el pasado agosto el millonario, acusado de abusos sexuales a menores de edad Jeffrey Epstein, según informa The New York Times.
El diario neoyorquino, que cita una fuente con conocimiento del asunto, señala que los empleados de la Agencia Federal de Prisiones fueron arrestados por cargos relacionados con el incumplimiento de sus deberes y que serán imputados formalmente ante un tribunal de Manhattan.
De acuerdo con lo publicado en el Times, Epstein no estaba acompañado la noche de su muerte y los dos guardias que estaban encargados de vigilar su celda se durmieron y falsificaron los registros para encubrir su error, según indicaron entonces varios agentes del orden y funcionarios de prisión conocedores del caso.
Epstein, de 66 años y acusado de crear una red de tráfico sexual de menores hace una década en sus mansiones de Nueva York y Florida, apareció ahorcado el 10 de agosto dentro de su celda y las autoridades, incluido el médico forense de la ciudad de Nueva York, concluyeron que fue un suicidio.
Un aparente primer intento de suicidio
En torno a un mes antes de su muerte, el 23 de julio, el magnate ya fue encontrado en su celda inconsciente y con lesiones en el cuello en lo que se interpretó como un intento de suicidio. El suceso tuvo lugar tan solo cinco días después de que el juez Richard M. Berman, desestimara la petición de Epstein para ser trasladado de 9 South, el ala del Centro Correccional de Manhattan donde permanecía preso.
De acuerdo con el testimonio de algunos empleados de la prisión y otros reos, Epstein habría aparentado estar lesionado para que el juez del caso, se apiadara de él. Un escepticismo que aumentó después de que el magnate acusara a su compañero de celda Nicholas Tartaglione (exoficial de policía que estaba acusado de cinco homicidios) de haberlo golpeado, lo que Tartaglione negó y que despertó dudas entre varios guardias.
A pesar de las dudas de oficiales y funcionarios acerca de lo sucedido, Epstein fue trasladado de 9 South y puesto bajo el programa de prevención del suicidio de la prisión. Sin embargo, seis días después de este aparente primer intento de quitarse la vida, el 29 de julio, fue sacado del programa de monitoreo y devuelto nuevamente a 9 South. Además, sus abogados intercedieron para que se le impusiera un estatus especial por el que debía recibir visitas cada 30 minutos y estar acompañado en su celda.
No obstante, según las fuentes citadas por el Wall Street Journal, el compañero del millonario se encontraba ausente en el momento de la muerte de Epstein, posiblemente por una presentación ante un juzgado o una cita similar, y no había sido inmediatamente reemplazado.
La muerte de Epstein en prisión estaba siendo investigada tanto por el FBI como por el Departamento de Justicia, por lo que estas previsibles imputaciones de los guardias serían los primeros resultados de la pesquisa.
El fallecimiento repentino y en extrañas circunstancias del magnate hizo que circularan teorías conspiratorias sobre su fallecimiento debido a los personajes con los que se relacionaba, como el expresidente Bill Clinton (1993-2001), el príncipe Andrés, duque de York, y el actual mandatario de EEUU, Donald Trump.
Un patólogo forense contratado por el hermano de Epstein afirmó el mes pasado que la evidencia sugiere que el magnate no se quitó la vida en su celda sino que pudo haber sido estrangulado.