Dos hermanas paquistaníes que residían en España fueron asesinadas por sus familiares en el este de Pakistán, después de que las jóvenes de 20 y 24 años solicitaran el divorcio a sus primos, con las que las habían casado, y se negaran a que las acompañasen de regreso a Europa.
Ambas eran originarias de Gujrat, en la provincia oriental paquistaní de Punjab, donde el viernes por la noche “fueron estranguladas y recibieron un disparo mortal mientras dormían”, según ha declarado a EFE el portavoz de la Policía local, Nauman Hassan. Ha agregado que han arrestado a seis sospechosos.
“Hoy la Policía consiguió cinco días de prisión preventiva para seis de los presuntos asesinos. Los imputados fueron detenidos ayer, durante las 24 horas posteriores al suceso. Según la investigación inicial, las hermanas fueron asesinadas por honor”, ha explicado Hassan.
El portavoz ha asegurado que las jóvenes, tras caer en una “trampa”, habían regresado el jueves a Pakistán, y sus familiares intentaron que intercedieran por sus primos ante las autoridades españolas, con las que las habían casado “hace más de un año” para que pudieran “emigrar a España”.
“Las hermanas (...) querían divorciarse tras el matrimonio concertado y ambas deseaban casarse con otros”, ha detallado Hassan, quien también ha anotado que todavía hay tres sospechosos sin arrestar, y el padre de las jóvenes “todavía está en España”. La madre se ha negado a interponer una denuncia, algo habitual en este tipo de crímenes.
Pese a que en un principio se creyó que las dos jóvenes tenían nacionalidad española, fuentes de la embajada de España en Islamabad han precisado a EFE que las hermanas son paquistaníes con permiso de residencia en España, donde estaban domiciliadas en Cataluña. Al no ser ciudadanas españolas, no se puede activar el servicio de asistencia consular de la embajada, han advertido. Además se trata de paquistaníes que se encuentran en su propio país, por lo que son las autoridades de Pakistán las que se ocupan del suceso.
Los conocidos como crímenes de honor son habituales en el Sur de Asia y suelen implicar a varones de una familia que vengan lo que consideran una afrenta que contraviene la conservadora moral familiar de las sociedades locales.
Según datos de la ONG Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP), solo el año pasado se registraron 478 crímenes de honor en el país. Entre 2004 y mayo de 2018 esa cifra ascendió a 17.628 casos, si bien se cree que el número real podría ser mucho mayor debido a la falta de denuncias, sobre todo al tratarse de familiares.