Nuevo atentado en Turquía. 39 personas han muerto y otras 69 han resultado heridas, durante la nochevieja en Estambul, en un ataque armado contra una multitud que celebraba la fiesta de Año Nuevo en una conocida discoteca de la ciudad turca. Según el ministro del Interior turco, Süleyman Soylu, 24 de ellos eran extranjeros.
El ataque fue perpetrado a la 1.30 hora local en el club Reina, situado a las orillas del Bósforo, por un desconocido con un arma automática que todavía sigue huido. La operación policial para su búsqueda y captura está en curso, ha añadido el ministro: “Nuestra policía ha puesto en marcha una operación y esperamos que sea capturado pronto”.
No obstante, según ha informado el primer ministro turco, Binali Yildirim, el atacante dejó su arma en el lugar de los hechos y la policía cuenta ya con los primeros indicios sobre su identidad. En una rueda de prensa, Yildirim, desmintió también que el atacante fuera vestido de Papá Noel.
Dos vídeos difundidos por Internet, tomados desde el exterior del local, muestran el momento en que el agresor entra en el local disparando, y termina matando a un policía:
El número de víctimas identificadas ha ascendido a 35. Entre los fallecidos hay once de origen turco y 24 extranjeros, mientras que todavía quedan cuatro cuerpos sin identificar. Además, entre los 69 heridos que están recibiendo tratamiento en diversos hospitales, cuatro “están en estado crítico y uno de ellos está gravemente herido”, ha informado Soylu.
Anteriormente, el gobernador de Estambul, Vasip Sahin, había informado de que “un terrorista cometió este acto salvaje abriendo fuego contra personas inocentes que estaban celebrando el Año Nuevo”. Sahin explicó que el atacante mató primero a un policía y a un civil en la puerta de la discoteca, antes de entrar en el interior y abrir fuego contra la multitud.
Un camarero de la discoteca indicó al diario Hürriyet que en el local había unas 500 o 600 personas festejando la llegada del 2017, y que intentaron huir, presas del pánico. Según Hürriyet, numerosos clientes del club se lanzaron al mar, y la guardia costera realizó una operación de rescate para salvarlos.
Las primeras informaciones indicaban que eran tres los atacantes. Varios testigos hablaron de personas disfrazadas de Papá Noel y que los atacantes gritaban consignas en árabe. Horas después, se confirmó que sólo hubo un agresor.
ISIS reclama la autoría
El grupo terrorista ISIS ha reivindicado el atentado en un comunicado difundido por los medios turcos. La organización ha enmarcado el ataque en su lucha “contra los protectores de la cruz”. Horas antes, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) negaba cualquier vinculación con el ataque.
El dueño del club, Mehmet Koçarslan, aseguró al diario Hürriyet que los servicios de inteligencia estadounidenses ya habían avisado de posibles ataques una semana antes y que se habían tomado medidas adicionales de seguridad a orillas del Bósforo. La Policía desplegó a unos 25.000 agentes en Estambul para prevenir atentados, después de que el país se viera golpeado por una oleada de ataques en los últimos meses.
“Están intentando destruir el espíritu de nuestro país y crear el caos atacando deliberadamente la paz de la nación y a los civiles”, dijo en un comunicado el presidente Recep Tayip Erdogan. “Mantendremos la sangre fría como nación, permaneceremos juntos y nunca entraremos en este juego sangriento”.
Alrededor de 300 personas murieron en 2016 en distintos atentados cometidos en Turquía por el grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (EI) o por la organización armada Halcones de la Libertad de Kurdistán (TAK), una escisión del PKK, la guerrilla kurda. La policía turca ha atribuido al EI varios atentados en Estambul contra intereses turísticos, como fue el ataque al Aeropuerto internacional Atatürk, que causó 45 muertos el pasado mes de junio.