Una explosión en una mezquita de la minoría chií durante las oraciones del viernes en el sur de Afganistán ha dejado al menos 37 muertos y 70 heridos este viernes, según personal del hospital y un testigo.
El ataque se ha producido solo una semana después de que un atentado similar causara al menos 80 muertos y más de un centenar de heridos en otro templo del país. Tras lo que los líderes de la comunidad chií de Kunduz pidieron a los talibanes que aseguren la protección de la minoría, así como de sus lugares de culto, tras prohibirles contar con su propia seguridad al confiscarles las armas.
El atentado ha tenido lugar hacia las 13.00 hora local (8.30 GMT) en una mezquita de la minoría chií en la ciudad de Kandahar, y “la explosión infligió bajas entre los devotos”, aseguró a Efe Abdul Rahman, un testigo de la tragedia. “Seguimos viendo ambulancias que llevan a las víctimas al hospital”, ha afirmado otro de ellos, Ehsas.
“Fuerzas especiales del Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes) han llegado a la zona para determinar la naturaleza del ataque y otros detalles, y para llevar también a los culpables ante la justicia”, ha explicado Khosty.
Las redes sociales se han llenado de imágenes de la tragedia, con numerosos cuerpos ensangrentados esparcidos en la parte central de la mezquita, algunos de ellos con miembros amputados.