Bielorrusia vuelve a las calles para exigir la renuncia de Lukashenko, que reaparece con un fusil y chaleco antibalas

elDiario.es / EFE

23 de agosto de 2020 19:57 h

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Miles de bielorrusos salieron el domingo a las calles de diferentes ciudades del país para protestar por los resultados de las elecciones, celebradas el 9 de agosto, y exigir la renuncia de Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia desde julio de 1994.

La de este domingo ha sido una de las multitudinarias protestas que se han celebrado en contra de Lukashenko desde que se dieron a conocer los resultados de los comicios. “Vete”, “Confiamos, podemos, ganaremos” y “Viva Bielorrusia”, fueron algunas de las principales consignas coreadas por los manifestantes.

La principal marcha opositora se celebró en Minsk, capital de Bielorrusia, donde la oposición reunió a cerca de 200.000 personas, aunque algunos medios locales rebajaron la cifra de los manifestantes a unas 100.000 personas. Las protestas están activas desde hace dos semanas, cuando Lukashenko declaró su victoria en unas elecciones supuestamente manipuladas contra la candidata de la oposición, Svetlana Tijanóvskaya.

El presidente y su fusil

Al final de la jornada de protestas, los canales de Telegram de la oposición bielorrusa informaban sobre una posible evacuación de Lukashenko desde su residencia en el Palacio de la Independencia de Minsk, donde se habían concentrado algunos grupos de manifestantes. Sin embargo, poco después, fuentes oficiales bielorrusas salieron al paso de estas especulaciones con la difusión de un vídeo en el que se ve la llegada del mandatario a su residencia a bordo de un helicóptero.

Las imágenes, publicadas en las redes sociales de la Presidencia bielorrusa, muestran a Lukashenko saliendo del aparato aéreo con un rifle en la mano y ataviado con un chaleco antibalas. “Ya no queda nadie allí, ¿verdad?”, pregunta Lukashenko a una de las personas que le reciben a su llegada al lugar, acordonado por militares, según se escucha en el vídeo.

Desde las primeras horas de la mañana del domingo la policía reforzó su presencia en el centro de la capital bielorrusa, donde fueron desplegados numerosos vehículos policiales y unidades de antidisturbios. La Policía de Minsk difundió un comunicado en el que advirtió a los ciudadanos contra la participación en actos no autorizados y alertó sobre unas “provocaciones” que podrían tener lugar durante esas concentraciones.

Simultáneamente con las manifestaciones de la oposición, en Bielorrusia se han celebrado actos, mucho más minoritarios, de los partidarios del presidente Lukashenko. Las imágenes de las acciones progubernamentales han sido difundidas por medios estatales, que han minimizado la cobertura y la magnitud de las movilizaciones de la oposición.

Las protestas contra los resultados de las elecciones en Bielorrusia se han saldado hasta ahora con cerca de 7.000 detenidos y decenas de desaparecidos. Las autoridades han confirmado hasta ahora la muerte de tres personas durante las protestas que estallaron en el país tras el anuncio de los resultados electorales, aunque los activistas afirman que su número es al menos el doble. El domingo, en algunas ciudades bielorrusas los manifestantes han homenajeado con un minuto de silencio la memoria de los muertos durante la crisis política en el país.

El homenaje ha quedado interrumpido por anuncios hechos por las fuerzas del orden por megafonía en Minsk y Gomel, a lo que los congregados respondieron al grito de “¡vete!” o “¡No olvidaremos y no perdonaremos!”, según grabaciones difundidas en redes sociales. La policía también advirtió de que esa era “una reunión masiva no autorizada”.

El acto organizado en la Plaza de la Independencia de la ciudad ha contado con la asistencia de los dirigentes opositores María Kolésnikova y Pável Latushko, ambos miembros del opositor presidium del consejo coordinador para el traspaso pacífico del poder en el país, según imágenes difundidas en medios bielorrusos. Al intervenir ante los manifestantes, Kolésnikova llamó a continuar las protestas y el boicot a las autoridades, al tiempo que comparó la “resistencia” bielorrusa con una maratón que los opositores van a ganar, prometió.

Moscú apoya a Lukashenko

Mientras se celebraban las manifestaciones en Bielorrusia, Rusia, el principal aliado del Gobierno de Lukashenko, ha reiterado su apoyo al presidente bielorruso al descalificar el programa de la líder de la oposición unificada, Svetlana Tijanóvskaya, exiliada en Lituania desde el pasado 11 de agosto. Antes de abandonar el país, Tijanóvskaya apareció en un extraño vídeo aceptando los resultados electorales. Sin embargo, en vídeos posteriores ha animado a los manifestantes.

Según ha declarado este domingo el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, el programa de Tijanóvskaya busca la salida del país de los bloques de integración con Rusia y su entrada en la Unión Europea y la OTAN, como “objetivo a largo plazo”. Lavrov ha insistido en el carácter “poco constructivo” de la lucha de la oposición bielorrusa que, según ha dicho, ha optado por el ejemplo venezolano, “cuando al presidente legítimo se le declara un paria” y las negociaciones se condicionan únicamente a su renuncia.