Bolsonaro sugirió que la vacuna puede convertirte en caimán y estos brasileños se vacunan disfrazados de reptiles
Disfrazado de serpiente, con una larga cola y tacones de aguja. Así acudió a su cita de vacunación Klinger Rodrigues el pasado 17 de julio en la ciudad brasileña donde reside, Manaos, en el Amazonas.
Pero esta vez, la puesta en escena y el atuendo elegido por el joven de 27 años, que tiene decenas de miles de seguidores en las redes sociales, no era una simple estrategia para crear contenido. Era una forma de protesta contra el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cuyo liderazgo durante la pandemia ha estado marcado por su constante negacionismo y por haber puesto en duda la eficacia de las vacunas en un país donde el virus se ha cobrado más de medio millón de vidas.
El año pasado, el líder de ultraderecha afirmó sarcásticamente que la inyección de Pfizer podría convertir a los receptores en caimanes. Sus palabras –“si te conviertes en un caimán, es tu problema”– empujaron a Rodrigues, geógrafo y ecologista, a disfrazarse de sucuri (nombre de la boa amazónica) para ponerse su primera dosis, en forma de sátira hacia el mandatario, según explica a elDiario.es.
El joven brasileño, que perdió a su cuñado de 37 años durante el colapso hospitalario que sufrió la región a principios de este año, manda un mensaje claro a través de sus redes a favor de la vacunación.
“Si hoy estoy vacunado ha sido por mi cuñado y por [el actor y humorista brasileño] Paulo Gustavo, mi ídolo. Ellos no tuvieron esa oportunidad”, dice Rodrigues. “La vacunación es la esperanza de que lleguen días mejores”.
Durante la grabación, Rodrigues porta un cartel en el que puede leerse “viva la ciencia, viva el sistema público de salud, fuera Bolsonaro”. Con el vídeo, que ya acumula más de seis millones de visualizaciones, buscaba hacer llegar a toda la población brasileña, muy azotada por los efectos de la COVID-19, el mensaje de la importancia de vacunarse.
“La intención era concienciar a la población para que se vacunara y hacerles saber que solo con la vacuna podemos salir de este momento tan convulso que vive el mundo. Al ser un vídeo de activismo y concienciación, estoy seguro de que muchos lo vieron y pudieron reflexionar”, explica el joven.
Rodrigues no ha sido el único. Otros ciudadanos brasileños también han acudido a recibir la vacuna disfrazados de reptiles.
“Mi disfraz fue una forma de expresar mi horror”, dice Leila Fernandes, una educadora de 60 años que se vistió de cocodrilo en señal de repulsa contra la gestión de Bolsonaro, según recoge The Guardian. “Perdí a mi suegra, al marido de mi sobrina y a varios amigos cercanos. Te cuesta encontrar una familia que no haya perdido a un ser querido”.
Rodrigues, también pertenece a Rally Ambiental de Parintins, una organización que desarrolla proyectos de preservación del medioambiente, decidió transformarse en serpiente porque es un animal tradicionalmente amazónico, entre otras razones.
“Hemos elegido a un presidente totalmente desprevenido, que no tiene ninguna preparación para afrontar la situación que atraviesa el país: crisis sanitaria, económica, etc.”, dice Rodrigues.
En su opinión, gran parte de la población es consciente de la magnitud del problema y de la importancia de vacunarse, pero “al vivir en un país lleno de crisis, muchas personas no tienen sus propias opiniones y se dejan llevar por las noticias falsas”.
Con casi 20 millones de contagios desde el inicio de la crisis, Brasil ha sido uno de los países más castigados por la pandemia. Los casos están subiendo de nuevo, pero las cifras de muertes ya parecen reflejar el avance de la campaña de vacunación tras un lento y atrasado comienzo. Hasta ahora, en el país se han administrado 138 millones de dosis, o lo que es lo mismos, 64,9 dosis por cada 100 habitantes. El 48% ya tiene una dosis, pero solo el 19% ha recibido la vacuna completa, según datos de Our world in data.
Rodrigues se muestra muy crítico con el plan de vacunación brasileño. “Deberíamos haber vacunado a prácticamente todo el país, pero debido a la corrupción del Gobierno, no se ha inmunizado pronto. Hemos tenido muchas pérdidas irreparables, todo debido a la falta de preparación y a la irresponsabilidad de la administración del presidente”, dice el joven, que pide a los líderes “conciencia y responsabilidad con la población”.
Bolsonaro y varios miembros de su Gobierno están bajo la lupa de una comisión del Senado por posibles fallas, omisiones y sospechas de corrupción en el combate contra el virus. Las indagaciones han revelado una serie de irregularidades en la compra de vacunas, una estrategia “deliberada” por la inmunidad de rebaño y la apuesta del Gobierno por medicamentos ineficaces contra la COVID-19, recoge EFE.
Este sábado, miles de personas volvieron a salir a las calles para exigir la destitución del presidente por su gestión de la pandemia, la cuarta protesta en menos de dos meses.
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