Borrell cita a Israel para abordar los acuerdos con la UE por la masacre en Gaza

Irene Castro

Corresponsal en Bruselas —

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Israel ya tiene la convocatoria formal de la UE para analizar el acuerdo comercial por la vulneración del derecho internacional y los derechos humanos en Gaza. El alto representante, Josep Borrell, ha enviado la “invitación” al ministro de Exteriores de ese país, Israel Katz, diez días después de que los 27 estados miembros decidieran convocarle en el marco del Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel, que establece el cumplimiento de la legislación internacional como una obligación.

El movimiento llega más de tres meses después de que Pedro Sánchez y su entonces homólogo irlandés, Leo Varadkar, pidieran a la Comisión Europea una revisión del acuerdo comercial por la posible vulneración de los derechos humanos en Gaza. La presidenta del gobierno comunitario, Ursula von der Leyen, ha ignorado esa misiva, a la que ni siquiera ha contestado y no se ha dado ningún paso en la parte comercial, que es la competencia que tiene bajo su mando.

Borrell, como representante de acción exterior, sí lo puso sobre la mesa de los ministros de Exteriores, que inicialmente se opusieron a dar ese paso. Sí aceptaron invitar de forma genérica a su homólogo israelí, pero esa primera propuesta no obtuvo respuesta.

Tras el fallo de la Corte Internacional de Justicia que ordenaba a Benjamín Netanyahu paralizar la operación Rafah y la decisión de Israel de ignorar ese mandato, algunos estados miembros cambiaron de parecer y se logró la mayoría suficiente en el seno de la UE para convocar al ministro de Exteriores de ese país en el marco del acuerdo de asociación y elevar así la presión. Fuentes comunitarias dudan, no obstante, de que Israel vaya a aceptar esa “invitación”.

Más allá de revisar el acuerdo de asociación, que en última instancia podría conllevar una ruptura del mismo -una situación que sólo se ha dado de forma parcial en el caso de la represión en Siria en 2011-, la intención de los 27 es interrogar a Israel sobre cómo pretende cumplir con el fallo del tribunal internacional que hasta ahora ha desoído.