Aunque el alto representante, Josep Borrell, y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ven “cada vez más” presión sobre Israel por parte de los socios de la UE, lo cierto es que cada paso cuesta. Es lo que ha sucedido en la reunión de ministros de Exteriores de este lunes en la que se ha enfriado la revisión del acuerdo comercial con Israel que pidieron los presidentes de España, Pedro Sánchez, e Irlanda, Leo Varadkar. Ni siquiera ha habido consenso para convocar al ministro israelí en el marco de ese acuerdo para que dé explicaciones sobre la situación del derecho internacional y humanitario en los ataques sobre Gaza, tal y como había pedido Albares.
“Tenemos que seguir en contacto con Israel para debatir la situación en Gaza. Convocar una sesión del Consejo de Asociación era algo complicado y no tenía demasiado respaldo porque primero hay que acordar un orden del día y la posición de los estados miembros”, ha explicado Borrell. En lo que han quedado es en invitar al ministro israelí a una próxima reunión del Consejo de Asuntos Exteriores, pero al margen de las relaciones comerciales. Es un síntoma más de la división que el conflicto en Oriente Medio genera en el club comunitario.
Por el momento, fuentes diplomáticas aseguran que los servicios jurídicos de la Comisión Europea están elaborando una respuesta de la president, Ursula von der Leyen, a esa carta que le enviaron Sánchez y Varadkar. Borrell, por su parte, ha explicado que el grueso del informe sobre el acuerdo comercial corresponde al conjunto de la Comisión Europea mientras que a él, en tanto que jefe de la diplomacia, le toca sólo la parte referente a la política exterior. En todo caso, ha pasado más de un mes desde que los primeros ministros mandaron la carta a Bruselas.
Lo que reconocen fuentes diplomáticas es que la misiva sirve para ejercer presión sobre Israel en un momento en el que el número de muertos en Gaza ha superado los 30.000. “Lo que queremos es traer a los actores a la mesa de diálogo, a la mesa de la paz”, ha señalado Albares a su llegada a la reunión y ha reiterado la exigencia de España de un alto el fuego para que la ayuda humanitaria llegue a la población gazatí.
Otro ejemplo de los problemas de la UE para sacar adelante una posición común respecto al conflicto se ha demostrado este mismo lunes en la imposición de sanciones a los colonos violentos de Cisjordania. El bloqueo por parte de Hungría llevó a varios estados miembros, entre ellos España, a actuar por su cuenta. Ahora se han impuesto conjuntamente -lo que implica la congelación de activos además de la prohibición de entrada en el territorio-, pero sólo a seis personas (Estados Unidos lo hizo con decenas y la intención de la UE era señalar a una docena) por el acoso a la población palestina. En la misma reunión, se han impuesto sanciones a tres miembros de Hamás por violencia sexual.
Borrell, que ha sido una de las voces más críticas con el Gobierno de Benjamin Netanyahu, ha mantenido el tono duro. “Antes de la guerra, Gaza era la mayor prisión al aire libre. Ahora es el mayor cementerio al aire libre. Un cementerio para decenas de miles de personas y los principios del derecho humanitario”, ha afirmado en declaraciones a los periodistas antes de reunirse con los ministros de los 27. Previamente, había participado en el Foro Humanitario Europeo 2024, desde donde ha acusado a Israel de “estar provocando hambruna en Gaza”. “El hambre se está usando como arma de guerra”, ha afirmado el alto representante, que ha recordado que la ayuda se está enviando, pero no llega a la población por el bloqueo que está llevando a cabo ese país, algo en lo que han coincidido varios ministros.
La respuesta de Israel apenas ha tardado unos minutos a través de la red social X (antes Twitter). El ministro de Exteriores de ese país, Israel Katz, ha asegurado que la ayuda llega por “tierra mar y aire” -estas dos últimas opciones se han puesto recientemente en marcha por el bloqueo por tierra-. “A pesar de que Hamás interrumpió violentamente los convoyes de ayuda y la colaboración de la UNRWA [la agencia de la ONU para los refugiados palestinos], persistimos”, ha dicho Katz, que ha reclamado a Borrell que “deje de atacar a Israel” y reconoca su “derecho a la autodefensa contra los crímenes de Hamás”. El derecho a la autodefensa está en todas y cada una de las declaraciones de la UE, cada vez hay más advertencias contra la vulneración del derecho internacional y humanitario en la respuesta de Israel.
5.000 millones de ayuda militar a Ucrania
Los ministros han acordado también nuevas sanciones a Rusia (una treintena de personas y entidades) por la muerte del opositor Alexei Navalny y un comunicado conjunto sobre las elecciones en ese país, que Borrell ha calificado de “fake”. “Las autoridades rusas han seguido incrementando la represión interna sistemática tomando medidas enérgicas contra políticos de la oposición, organizaciones de la sociedad civil, medios de comunicación independientes y otras voces críticas mediante el uso de legislación represiva y penas de prisión por motivos políticos”, señala el texto, que califica de “ilegales” los comicios celebrados en los territorios invadidos del Donbás.
Ucrania es, como desde hace más de dos años, uno de los principales asuntos sobre la mesa de los ministros de Exteriores. Los ministros de Exteriores han aprobado una ampliación de 5.000 millones del Fondo Europeo para la Paz con el que se suministra el apoyo militar a Kiev y que Hungría llevaba meses bloqueando. Aunque la intención era alcanzar un “acuerdo político” para el uso de los intereses de los activos rusos congelados y que se usen para financiar “la defensa” de Ucrania, la decisión ha sido que Borrell presente una propuesta concreta al Consejo para su discusión con los estados miembros. Ha asegurado que la iniciativa cuenta con un “fuerte apoyo”, pero que algunos estados miembros quieren conocer los detalles.
Cómo seguir ayudando a Ucrania es uno de los principales debates en el seno de los 27 en un momento en el que el conflicto se ha enquistado y ha entrado en su tercer año. A la tensión por las diferencias en el envío de apoyo, se ha sumado recientemente la generada por la propuesta de Emmanuel Macron de enviar tropas, que rápidamente fue desautorizada por Alemania. Además, la lentitud a la hora de enviar el armamento es una preocupación de la UE, que intenta encontrar fórmulas para potenciar a la industria y también para financiarla.
En medio de esa discusión, ha surgido la opción de que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) que dirige desde enero la exvicepresidenta Nadia Calviño financie armamento, algo que hasta ahora está prohibido en sus propias reglas internas. 14 países, entre ellos Alemania y Francia, han enviado una carta a Calviño, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el presidente belga, Alexander de Croo, que ostenta la presidencia rotatoria, en la que piden “reconsiderar” la actual política de préstamos de la entidad pública, cuyos accionistas son los estados miembros.
“Tenemos que explorar diferentes posibilidades que permitirán al BEI invertir más en actividades relacionadas con la defensa más allá de los actuales proyectos de uso dual. Esto supondría discutir y revaluar las definiciones actuales de uso dual y la lista de actividades excluidas”, señalan en la misiva. Calviño hasta ahora ha descartado esa posibilidad bajo la premisa de que ya se están financiando proyectos de seguridad y defensa de uso dual, es decir, los que pueden tener uso civil y militar. “Eso incluye los drones y la protección de fronteras”, ha repetido en varias ocasiones.
7.400 millones para la estabilidad de Egipto
En el contexto de la guerra en Oriente Medio, Egipto se ha convertido aún más en un socio fundamental para la UE, que está intensificando sus acuerdos con terceros países a cambio del control fronterizo y la cooperación para la seguridad. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se desplazó a ese país este domingo para solemnizar un acuerdo de 7.400 millones de euros (5.000 millones en préstamos, 1.800 en inversiones y proyectos bilaterales, 600 millones en subvenciones, de los cuales unos 200 se destinarán exclusivamente al “control de la migración”).
“Ya tenemos una muy buena cooperación y ahora es más necesaria que nunca”, dijo Von der Leyen en su intervención junto al presidente egipcio, Abdelfatah al SisiAl Sisi. La alemana puso el énfasis en la “completa dedicación de Egipto en el control de la migración ilegal”. Y es que ese país calcula que ha recibido unas nueve millones de personas que huyen de otros lugares. Otros líderes que acudieron junto a Von der Leyen a Egipto (Grecia, Italia, Austria, Chipre y Bélgica) también defendieron la necesidad de cooperar con Egipto para garantizar la seguridad en Europa.