Brahim Gali pide a España que complete la descolonización del Sáhara Occidental

Gabriela Sánchez

13 de octubre de 2021 08:29 h

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El mismo día que España celebra la Fiesta Nacional, en los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia) se habla de independencia. Mientras las Fuerzas Armadas españolas recorrían las calles de Madrid, este 12 de octubre, el refugiado Hamed Saleh recordaba el tiempo en el que ha trabajado como conductor del Ejército español en la excolonia del Sáhara Occidental.

Vestido con el traje típico saharaui, Saleh escuchaba atento los discursos de la fiesta que conmemora la “unidad” del pueblo ante un proceso descolonización que España nunca concluyó. “Convivimos con los españoles, pero las autoridades españolas nos abandonaron”, dice el saharaui a elDiario.es en la parte trasera de una gran sala repleta de oyentes. 

La celebración del 12 de octubre en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia) no tiene nada que ver con la festividad española. Su objetivo es recordar lo contrario. Este día conmemora la disolución de los distintos consejos y líderes oficiales saharauis, acordada en 1975, bajo la única representación del Frente Polisario como único representante legítimo del pueblo frente a la colonización española y a la entonces previsible ocupación marroquí. 

46 años después de la firma de un acuerdo clave en la historia saharaui, el líder del partido y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Brahim Ghali, realizó su primera aparición en un gran acto público tras su acogida humanitaria en España y ser tratado de una grave afección de COVID-19.

Su discurso llega tras el espaldarazo recibido por parte de la reciente sentencia del Tribunal General de la Unión Europea, que cancela el acuerdo europeo de pesca con Marruecos, por incluir al Sáhara Occidental sin una consulta previa dirigida al pueblo saharaui. 

“La resolución es una llamada explícita para los países de la UE y el mundo a acabar con la ocupación marroquí del Sáhara Occidental”, ha dicho Gali en un discurso en el que también ha mirado hacia el papel de España como potencia administradora en la zona.

“Y es una llamada al Estado español para asumir su responsabilidad de completar la descolonización del Sáhara Occidental y responder a la enorme deuda resultante de la caótica evasión, a través de los vergonzosos Acuerdos Tripartitos de Madrid, los cuales no absuelven a España como potencia administradora del Sáhara Occidental”, ha añadido el mandatario saharaui.

El líder del Polisario, que también ha inaugurado una escuela, ha realizado un recorrido en el que ha evidenciado su recuperación tras la enfermedad sufrida en abril y mayo de este año. Gali ha defendido además el regreso a las armas como vía para desbloquear el conflicto. 

Tras la polémica acogida humanitaria del líder del Polisario, que ha costado el cargo a la exministra de Exteriores, el líder saharaui ha resaltado en su discurso la responsabilidad de las autoridades españolas en la resolución del conflicto del Sáhara Occidental.   

Gali se refiere a los Acuerdos Tripartitos de Madrid, firmados por España en 1975, poco tiempo antes de la muerte de Franco, con los que España pretendía ceder Marruecos y Mauritania la que fue su provincia 53. Poco después, Marruecos organiza la marcha verde que da comienzo a la ocupación del territorio saharaui.

La ONU, sin embargo, cree que este acuerdo es ilegal, por lo que sigue considerando el Sáhara Occidental como un territorio no autónomo pendiente de descolonizar. El Tribunal de la Haya descartó también cualquier soberanía histórica de Marruecos sobre suelo saharaui. 

En una jaima no muy lejana al lugar donde Gali reclamaba a España su papel en el conflicto saharaui, Mohamed Mbarec Mohamed Salem rompe en lágrimas al recordar una de las batallas en la que participó durante la anterior guerra del Sáhara Occidental. Ahora, con 77 años, sus nietos son quienes se han alistado en la guerra de baja intensidad que enfrenta a soldados marroquíes y saharauis en el muro que divide los territorios ocupados de los liberados.

El hombre, tras 32 años en el exilio, no cree que haya otra solución para el conflicto hispano marroquí que no pase por la guerra. “La situación es insostenible. El alto el fuego ya no es aceptable. Solo habrá fuego y eso que lo sepa Marruecos”, sostiene el señor. 

Mohamed participó en la histórica protesta del pueblo saharaui contra la colonización española celebrada en junio de 1970. Recuerda el campamento de jaimas levantado en El Aaiún para pedir independencia y la mejora de la situación económica. La protesta, sostiene, fue duramente reprimida por las fuerzas armadas españolas. Meses después, cuenta el anciano, España promovió la contratación de saharauis en compañías españolas. 

Mohamed, nacido en la ciudad saharaui de Smara, se benefició de esta medida, trabajando en una compañía española de construcción de carreteras después de haber sido nómade durante la mayor parte de su vida. Tras el inicio de la ocupación marroquí, el saharaui huyó de su ciudad natal. Su DNI español lo dejó en la casa a donde nunca más pudo regresar.

Minutos antes de la intervención del líder saharaui en el campamento de Dajla, el refugiado Hamed Saleh describe su llegada a este punto de la hamada argelina, donde miles de refugiados saharauis levantaron hace 46 años cientos de jaimas y casas de adobe bajo la esperanza de abandonarlas cuanto antes. A este punto llegaron también la mayoría de refugiados atacados por Marruecos con fósforo blanco y napalm mientras escapaban de la guerra.

Cuando Saleh llegó, tenía 17 años. Estaba en plena adolescencia, esa edad en la que parecen atropellarse las aspiraciones de futuro. A sus 63 años sigue esperando. “Cuando me fui sabía que tenía que esperar a que llegase la independencia. Y aquí sigo y seguiré”, añade el saharaui que aún conserva su viejo DNI y el carnet de conducir español que le permitía transportar a los soldados de España.