Brasil investiga a una cadena de hospitales por usar medicamentos no probados contra la COVID-19
Una cadena de hospitales de Brasil se encuentra bajo investigación tras ser acusada de usar medicamentos no probados en pacientes ancianos con COVID-19 sin su consentimiento, según ha informado el director de la Agencia Nacional de Regulación de Planes Privados de Salud (ANS), Paulo Rebello Filho. Según las acusaciones, los hospitales promovían el uso de hidroxicloroquina, en parte, para ayudar a los miembros del Gobierno de Jair Bolsonaro que supuestamente querían utilizar esa información para convencer a los brasileños de que no había necesidad de un confinamiento.
Ante una investigación del Senado este miércoles, Rebello ha dicho que su personal ha detectado “anomalías asistenciales” en la cadena Prevent Senior y que será sometida a una supervisión técnica especial, informa Reuters. Es el primer caso en el que un organismo regulador se compromete a investigar las irregularidades cometidas por Prevent Senior, una de las principales cadenas hospitalarias y que atiende a decenas de miles de pacientes en el área de Sao Paulo.
Las irregularidades salieron a la luz el mes pasado, cuando un grupo de médicos denunciantes entregó a los investigadores un expediente de 10.000 páginas que contenía afirmaciones de que los pacientes de edad avanzada habían sido utilizados como “conejillos de indias humanos” para probar “remedios” no probados contra la COVID-19 sin dar su pleno consentimiento. Según informa The Guardian, también habrían ocultado muertes por COVID-19 para no comprometer los resultados de las pruebas Prevent Senior, cuyo supuesto objetivo era presentar el “kit COVID” (que incluía hidroxicloroquina, eritromicina e ivermectina) como eficaz ante la enfermedad.
Nueve fallecidos
El pasado martes durante la investigación del Senado, Bruna Morato, abogado que representa a 12 médicos empleados en Prevent Senior que han denunciado estas prácticas, dijo que la empresa amenazó y despidió a los médicos que no estaban de acuerdo con un “kit COVID” predeterminado que incluía hidroxicloroquina, eritromicina e ivermectina.
“A pacientes ancianos muy vulnerables se les dijo que había un buen tratamiento, pero no sabían que estaban siendo utilizados como conejillos de indias”, dijo Morato a los senadores que investigan la gestión de la pandemia de coronavirus en Brasil. También aseguró que los médicos no explicaban el tratamiento a los pacientes ni a sus familiares. Según el testimonio de Morato, al menos nueve personas murieron de COVID-19 durante los ensayos en Prevent Senior entre marzo y abril de 2020, pero sus historiales fueron alterados para ocultar la causa de la muerte.
“El propósito era demostrar que había un tratamiento eficaz contra el COVID-19”, dijo Morato, que añadió que el hospital tenía un acuerdo para ayudar al Gobierno de Bolsonaro, que estaba promoviendo medicamentos no probados como un tratamiento eficaz contra el virus que protegería a los brasileños del contagio si volvían a trabajar.
Rebello ha dicho que la ANS ha abierto un proceso administrativo para investigar las irregularidades en Prevent Senior y ha enviado funcionarios a verificar “indicios de fallos operativos.” El objetivo, ha puntualizado, es garantizar el mantenimiento de la calidad asistencial, no retirar a la cadena de hospitales del mercado. También ha asegurado desconocer las acusaciones hasta que no fueron presentadas en la investigación del Senado.
Prevent Senior ha dicho que las acusaciones son infundadas. Pedro Batista, propietario y director ejecutivo de la cadena de hospitales, ha negado en su testimonio ante el Senado el uso de medicamentos no probados en pacientes sin su conocimiento. Batista sí ha reconocido que los historiales de los pacientes fueron alterados para eliminar cualquier referencia a la COVID-19 después de estar hospitalizados durante dos semanas, diciendo que ya no constituían un riesgo de contagio.
En un comunicado, Prevent Senior ha dicho que no se le había notificado oficialmente la decisión de la ANS y que la cadena había proporcionado al regulador los documentos que demuestran que actuó dentro de las normas éticas y reglamentarias.
Bolsonaro investigado
El instructor de la comisión del Senado brasileño que investiga la gestión del Gobierno frente a la COVID-19, Renán Calheiros, ha afirmado este martes que el presidente Jair Bolsonaro deberá responder por múltiples delitos contra la salud pública.
“Con certeza, el presidente Bolsonaro será imputado por todos los crímenes que cometió”, ha declarado Calheiros poco antes de una de las últimas audiencias de la comisión, que desde abril investiga las posibles omisiones en que pudo haber incurrido el Gobierno frente a la pandemia, que ya ha matado a casi 600.000 brasileños.
La comisión parlamentaria se formó en abril y desde entonces ha descubierto indicios de numerosas irregularidades, que van desde la apuesta del Gobierno en remedios sin eficacia contra la COVID-19, hasta posibles asuntos de corrupción en la negociación de las vacunas contra el coronavirus.
Según Calheiros, deberán ser acusadas por diversos delitos unas 30 personas, cuyos nombres no ha precisado aunque sí ha adelantado que la lista estará encabezada por el propio Bolsonaro.
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