El izquierdista Pedro Castillo irá a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Perú, según los primeros sondeos
Con 35 millones de habitantes y el país sudamericano con más muertes por COVID-19 cada 100 personas, Perú ha celebrado elecciones legislativas y la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Veinticinco millones de electores, en un padrón electoral de casi tantos varones como mujeres, debían elegir entre 19 partidos quiénes ocuparán las 130 bancas de su Congreso unicameral y entre 18 candidaturas presidenciales y vicepresidenciales quiénes pasarán al balotaje del 6 de junio.
Según una encuesta a pie de urna difundida minutos después del cierre de las elecciones generales de este domingo, el sindicalista de izquierda Pedro Castillo irá a la segunda vuelta por la Presidencia de Perú. De acuerdo con este sondeo de la empresa Ipsos, Castillo tenía el 16,1% de los votos, seguido por el economista liberal Hernando de Soto y la populista de derecha Keiko Fujimori, empatados con el 11,9%.
Asimismo, también tenían oportunidades de entrar al balotaje el legislador centrista Yonhy Lescano, que obtuvo el 11,0%, y el empresario derechista Rafael López Aliaga, con el 10,5%, según divulgaron Panamericana TV, la radio RPP y los diarios El Comercio y La República.
Más atrás aparecían la izquierdista Verónika Mendoza, con el 8,8%, y el exfutbolista de centroderecha George Forsyth, con el 6,4%.
El sondeo confirmó la paridad registrada entre esos siete candidatos y el cuadro político general peruano anterior a la elección. Castillo aparecía sexto en dos sondeos y séptimo en otro a una semana de los comicios.
Sin embargo, una simulación de voto realizada por Ipsos este domingo, cuando ya regía la veda electoral que impedía difundirla, y a la que tuvo acceso Télam, lo colocó en primer lugar, seguido por De Soto.
“El pueblo es sabio, se identifica con quien nació del pueblo; lo primero que tengo que hacer si se confirma este resultado es agradecer a cada uno de los maestros y al pueblo en general”, afirmó esta noche Castillo en Chota, según el canal Telesur.
Castillo protagonizó el domingo electoral un episodio risueño en esa ciudad a 36 kilómetros al sudeste de Cajamarca, la capital del departamento norteño homónimo, cuando fue a votar montando una yegua que se puso nerviosa y corcoveó ante la aglomeración de personas.
Unas elecciones abiertas marcadas por la COVID
Los peruanos votaron para elegir presidente y renovar el Congreso en los comicios más abiertos de su historia, con 18 candidatos que no lograron capitalizar el gran descontento social en este país arrasado por el coronavirus.
Las elecciones coincidieron con un momento tan particularmente brutal de la pandemia, que las largas filas para votar se confundían en barrios de Lima con aquellas para conseguir oxígeno para familiares enfermos de coronavirus.
Solo cerca de mediodía, cinco horas después de que se abrieran las urnas, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) informó que se había constituido 98% de las mesas, despuès de que se verificara la ausencia de numerosas autoridades de mesa y el presidente Francisco Sagasti llamara a “los jóvenes” a asumir voluntariamente esa función.
Además de presidente y dos vicepresidentes -entre 18 fórmulas, el segundo mayor número en la historia de Perú, solo superado en 2006-, se elegían este domingo los 130 miembros del Congreso unicameral y cinco diputados al Parlamento Andino.
La dispersión en las preferencias electorales se verificaba también en el campo parlamentario, en el que hasta 12 partidos tenían posibilidades de ganar bancas, según las encuestas, entre todas las fuerzas que se postulaban. De ocurrir lo previsto, la elección dejará un panorama similar al actual, con 11 partidos y cuatro legisladores independientes.
Perú llegó a estos comicios en medio de una prolongada crisis política que consumió cuatro presidentes y dos Congresos en el actual quinquenio de gobierno, agravada por el coronavirus y su impacto. La economía de Perú sufrió en 2020 una de las mayores contracciones en todo el mundo y la primera en el país en más de dos décadas.
0