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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Los candidatos a la presidencia de México dicen que se enfrentarán a Trump en el segundo debate electoral

En el segundo debate electoral, los candidatos a la Presidencia de México aseguraron que se enfrentarán a Donald Trump. Lo hicieron desde la ciudad fronteriza de Tijuana, en Baja California, uno de los puntos por donde cruzan un mayor número de personas y de mercancías diariamente hacia territorio estadounidense.

La buena noticia fue que, al menos los que tienen mayores posibilidades de ganar, se han comprometido a poner un alto a quien no ha hecho otra cosa más que lanzar insultos y jugar con los temas comerciales, incluso chantajeando, tratando de imponer sus prejuicios racistas por encima de cualquier acuerdo.

Cada candidato lo hizo con distintos matices pero definieron sus posturas. Desde el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, pasando por el oficialista José Antonio Meade y hasta el derechista Ricardo Anaya han dejado en claro que si no hay respeto de parte de Trump hacia los mexicanos, los posibilidades de llegar acuerdos comerciales o de seguridad difícilmente avanzarán.  

Esto fue particularmente significativo ante la postura débil y titubeante que ha mostrado en todo momento el Gobierno de Enrique Peña Nieto. Sin embargo, el formato de este segundo debate (faltaría uno más) no facilitó que los candidatos pudieran exponer medidas concretas para enfrentar a Trump; sólo dibujaron unas cuentas pinceladas.

“Trump va tener que aprender a respetarnos”, dijo López Obrador de coalición Juntos Haremos Historia y quien encabeza las encuestas sobre preferencias electorales.

Para él, uno de los mayores problemas ha sido que el Gobierno de Enrique Peña Nieto no tuvo autoridad moral para plantarse ante Trump. Desde su perspectiva, los escándalos generados por los casos de corrupción y, sobre todo, la impunidad para desmantelar a todos los servidores públicos involucrados ha mermado su imagen.

López Obrador recordó que el Gobierno de Peña Nieto le dio alrededor de mil millones de pesos (unos 59.9 millones de dólares) a Josefina Vázquez Mota, la ex candidata presidencial de la derecha en el año 2012, para un programa que supuestamente ayudaría a migrantes en Estados Unidos.

López Obrador hizo tres propuestas para ayudar a los mexicanos en Estados Unidos ante la embestida en su contra por parte del gobierno de Trump: los consulados se convertirán en fiscalías en defensa de los migrantes, nombraría a Alicia Bárcenas, actual secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), como representante de México ante la ONU y, de ser necesario, protestaría ante organismos internacionales.

José Antonio Meade y Ricardo Anaya no replicaron el señalamiento de López Obrador sobre el derroche de millones de dólares hacia el programa que encabezaba Vázquez Mota. Esta vez, optaron por desviar el debate hacia otros terrenos.

Y es que a ninguno de ellos pisaba suelo firme en ese tema: Meade fue Secretario de Relaciones Exteriores durante el Gobierno de Peña Nieto y Anaya fue dirigente del derechista Partido Acción Nacional (PAN) por el que compitió Vázquez Mota en la elección presidencial del 2012.

Anaya llegó al debate dispuesto a llevarse todos los votos posibles y, en esa estrategia, atacó uno de los pasajes más oscuros del Gobierno de Peña Nieto: la visita que hizo Donald Trump a la residencia oficial de Los Pinos (la casa presidencial) como candidato republicano en agosto del 2016.

“No solo fue un error, fue una humillación al pueblo de México. Cuando ese señor nos insultaba llamándonos asesinos, aquí lo recibieron con alfombra roja en Los Pinos. Yo voy a actuar con absoluta dignidad y firmeza”, advirtió el panista mientras sostenía una fotografía en cual aparecieron Peña y Trump dándose las manos.

A diferencia de López Obrador, el candidato de la derecha dijo estar dispuesto a poner sobre la mesa de negociaciones con Trump la colaboración que se hace en la frontera para mantener la seguridad así como las medidas tomadas en aeropuertos mexicanos para impedir la entrada de personas que pudieran estar vinculadas con el terrorismo con miras a internarse en Estados Unidos.

Meade, el candidato oficialista (PRI-PVEM-Panal) advirtió que no haría acuerdos con el Gobierno de Estados Unidos sino hay respeto para México. Según él, no debe permitirse que Donald Trump continué lanzando insultos para los migrantes.  

Sin embargo, tuvo un titubeo cuando uno de los conductores del debate, el periodista León Krauze le preguntó lo siguiente:

-¿Se equivocó Peña Nieto en traer a Trump?

- “A juzgar por los resultados, no. Trump amenazó con salir del acuerdo climático de parís y ya lo hizo. También dijo que no estarían más en un acuerdo migratorio de la ONU y hoy ya no están. Nosotros seguimos negociando el Tratado de Libre Comercio”.