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Sánchez muestra su apoyo al plan de Zelenski mientras Xi reivindica las “contribuciones” de China a la paz

Andrés Gil

Pekín (China) —
31 de marzo de 2023 06:40 h

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El presidente chino, Xi Jinping, acaba de estar en Moscú hablando de la guerra de Ucrania con Vladímir Putin. Y Pedro Sánchez es el primer líder europeo al que ha recibido este viernes tras ese viaje. “Presidente Xi”, le ha dicho Sánchez al inicio de una reunión de algo más de media hora en el Palacio del Pueblo, en la plaza de Tiananmen (Pekín): “Tengo mucho interés en conocer su visión sobre el actual contexto geoestratégico global. También la posición de China sobre una guerra que está afectando a Ucrania, especialmente tras su visita a Moscú”.

Sánchez, que ha explicado que ha pedido a Xi que converse con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, no ha querido explicar después en la rueda de prensa si ha tenido respuesta a sus preguntas a Xi: “Lo importante es que se conozca la posición de España, los argumentos de España, y por qué estamos apoyando a Ucrania. La UE es un proyecto de paz, de respeto, y lo que no se puede es violentar una nación como Ucrania. Existe una amenaza deliberada a la UE, y a un orden basado en reglas”. 

Xi, quien ha sido el primero en tomar la palabra frente a las cámaras antes del inicio de la reunión, ha afirmado: “En los últimos años, ha dirigido al pueblo español a luchar con éxito contra la COVID-19 y también ha tenido mucho éxito por los efectos de las turbulencias internacionales. España ha sido uno de los mejores en crecimiento económico de la UE. Junto con España, vamos a compartir juntos las oportunidades y afrontar los retos para impulsar el desarrollo bilateral a más fondo; enfrentar desafíos, promover el desarrollo y hacer contribuciones a la paz y el desarrollo del mundo”.

“Sabe cuál es nuestra posición”, ha proseguido Sánchez ante Xi: “Debemos seguir apostando por la paz: esa paz debe ser justa, duradera, conforme a la Carta de Naciones Unidas, y que respete los principios del orden internacional: la soberanía y la integridad territorial del país agredido, tal y como reclama el presidente Zelenski en su fórmula para la paz, que España apoya”. 

China está en fase de despliegue diplomático. A mediados de enero decayó la política de covid cero, se abrieron las fronteras y reactivó una maquinaria económica a medio gas por la pandemia, que requiere de flujos comerciales regionales e internacionales. De la mano de esa reapertura económica, China, ya superpotencia mundial y actor global en un sistema mundo incierto, atravesado por la invasión rusa de Ucrania y con ejes geopolíticos y geoeconómicos diversos que se entrecruzan: Asia, con Estados Unidos apadrinando el Aukus y mimando a Taiwán; el Sur Global, que marca distancias con Occidente; y Europa, que busca su sitio entre las dos hegemonías.

Y en ese despliegue diplomático de una superpotencia que sale de la cuarentena, el presidente chino, Xi ha estado con Putin para hablar de su plan de 12 puntos para la paz en Ucrania. Un Putin con el que Xi firmó un tratado de amistad sin límites hace algo más de un año, poco antes de la invasión rusa de Ucrania.

“Este es un tiempo en el que se acumulan las tensiones en diferentes rincones del planeta”, ha dicho Sánchez: “En Europa estamos conociendo de nuevo los horrores de una guerra a nuestro juicio ilegal e injusta y por tanto es un tiempo para el diálogo y la defensa de un orden multilateral basado en reglas. Para ese objetivo debemos mantener los canales de comunicación abiertos construir nuestra confianza a través de agendas positivas y colaboración en los temas que nos atañen a todos. Nada sustituye los contactos directos entre las autoridades y líderes de los países. Es muy importante que pese a las diferencias busquemos espacios de diálogo y también de concertación”. 

El primer líder europeo que se ha visto con Xi es Sánchez. Después, vendrán otros a Pekín, como el presidente francés, Emmanuel Macron, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien este jueves afirmó en Bruselas: “Es de vital importancia que garanticemos la estabilidad diplomática y las líneas de comunicación abiertas con China. Creo que no es viable -ni redunda en interés de Europa- desvincularse de China. Nuestras relaciones no son blancas o negras, y nuestra respuesta tampoco puede serlo. Por eso debemos centrarnos en la reducción de riesgos, no en la disociación. Y esta es en parte la razón por la que pronto visitaré Pekín junto con el presidente Macron. Gestionar esta relación y mantener un intercambio abierto y franco con nuestros homólogos chinos es una parte clave de lo que yo llamaría la reducción de riesgos a través de la diplomacia de nuestras relaciones con China. Nunca seremos tímidos a la hora de plantear las cuestiones profundamente preocupantes que ya he expuesto. Pero creo que debemos dejar espacio para un debate sobre una asociación más ambiciosa y sobre cómo podemos hacer que la competencia sea más justa y disciplinada. Y, en términos más generales, debemos reflexionar sobre cómo podemos trabajar juntos de forma productiva en el sistema mundial en el futuro, y sobre qué retos”.

Ni blanco ni negro, dice la jefa del Ejecutivo comunitario, quien apuesta por la reducción de riesgos con una China que quiere ver reconocido su peso en el mundo. “España es un gran país de la Unión Europea y desempeña un papel importante en los asuntos regionales e internacionales. Usted es un político importante que lleva mucho tiempo promoviendo las relaciones y la cooperación chino-europeas”, ha dicho el primer ministro chino,  Li Qiang, al recibir a Pedro Sánchez en el Palacio del Pueblo, en plena plaza de Tiananmen, en Pekín. La conversación entre Li y Sánchez se ha centrado en cuestiones bilaterales, mientras la guerra de Ucrania será tratada en la reunión con el presidente chino, Xi Jinping. “Las cuestiones geopolíticas no han tenido cabida en la reunión”, han explicado fuentes gubernamentales tras el encuentro con Li.

“Compartimos algunos de nuestros puntos de vista”, ha reconocido Li: “Es cierto que la situación económica mundial no es optimista, es incierta e inestable. China, por su parte, siempre se comprometerá a promover la cooperación en la que todos salgan ganando. Al mismo tiempo, lo más importante para China es promover la prosperidad común del mundo con nuestro propio desarrollo”.

Sánchez, por su parte, ha destacado “el relanzamiento de las relaciones en áreas de especial interés para China y para España, tanto en el ámbito económico como en el ámbito comercial, entre otros”, y ha mencionado “la relación entre China y la Unión Europea”.

“Desde España lo que queremos es aumentar esa colaboración con China y poder avanzar hacia una relación comercial más equilibrada”, ha dicho Sánchez: “Existen enormes oportunidades, también de inversión, en sectores como el de, por ejemplo, la fabricación de vehículos eléctricos”.