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Opinión - ¿Misiles para qué? Por José Enrique de Ayala

“Hay cláusulas en los contratos hipotecarios de los bancos españoles que son abusivas”

El ministro ecuatoriano de Exteriores, Ricardo Patiño, se muestra moderadamente satisfecho con la respuesta del Gobierno español ante la crisis de los desahucios y cómo afecta a los inmigrantes de su país, pero afirma que eso no es suficiente. Considera que los responsables de la crisis son los bancos y que son ellos los que tienen que pagar las consecuencias de sus errores.

–¿Está el Gobierno ecuatoriano satisfecho con las medidas tomadas en España en relación a los desahucios?

–El Gobierno español está dando algunos pasos en la dirección correcta para atender el problema pero evidentemente no es suficiente todavía. Esta solución de evitar los desahucios durante dos años para determinado grupo de personas en la medida en que no puede cumplirse para la gran mayoría de ecuatorianos no es suficiente, insisto que por lo menos es un avance. Hay una cosa importante, y es que es un mensaje, más que un resultado pleno. Ya con eso algunos bancos han tomado la decisión de no desahuciar o de encontrar una solución. Hemos sabido que en los últimos meses algunos ecuatorianos han insistido en que les reciban como dación en pago su vivienda, y le ha sido aceptado. Insisto, el mensaje es positivo, y nosotros aceptamos la sensibilidad del Gobierno español en este tema.

–El acuerdo del Gobierno con los bancos españoles ha ofrecido unos resultados escasos. De hecho, se ha conseguido parar más desahucios con movilizaciones en la calle de ciudadanos.

–Ante el poder, el poder. Esa es la realidad. Ante el poder de la banca, que ha abusado de sus clientes, hay que responder con fuerza, no hay otra alternativa. Es importante esa estrategia para encontrar soluciones ante una crisis que provocaron los que están del otro lado. La crisis fue provocada por la banca, por una falta de regulación, y de control adecuado del sistema financiero. A veces se piensa que la crisis financiera es como un terremoto, algo que no estaba bajo nuestro control. No, la crisis tiene responsables. Esos responsables deben ser los que paguen, y no los inocentes.

–¿Cuántos ecuatorianos se han visto afectados en España?

–Por lo menos, 10.000. Por eso, les hemos ofrecido respaldo y asesoría jurídica, inicialmente de forma individual diciéndoles no firmen esto, o cuidado con esto. En nuestros consulados hay un equipo de abogados que apoya a nuestros inmigrantes, y estamos pensando también en otras medidas de acción colectiva.

--¿Qué han detectado que les preocupe?

–Ahora tenemos un mayor conocimiento de la situación. Estamos realmente indignados con el tipo de contratos que se ha permitido que se firmen.

–¿Hay bancos que se han aprovechado de los inmigrantes que no conocen bien la legislación?

–Incluso hay algunas expresiones de funcionarios del sistema judicial europeo que han manifestado eso, y coincidimos en ello. Hay cláusulas en esos contratos que son abusivas, y estamos esperando a resoluciones judiciales europeas en ese sentido.

–Hubo un banco ecuatoriano que compró la cartera hipotecaria de un banco español.

–Lo descubrimos a tiempo.

–¿Qué hicieron al saber que los ecuatorianos tendrían que responder con su patrimonio en Ecuador de las deudas contraídas en España?

–Pueden comprar la cartera, pero no pueden cobrar en Ecuador esa cartera, porque eso es lo que pretendían. Compraron esa cartera aquí a una tasa de descuento altísima, al menos del 40%, y luego comenzaron a hablar con los clientes, y les dijeron 'nosotros vamos a empezar a ayudarles a resolver esos problemas, pónganos en garantía (aval) las casas que tienen, la propiedad que tienen o el carrito (coche) que tienen en Ecuador.

Esto es una historia muy penosa porque esos ecuatorianos están aquí porque salieron huyendo de la crisis financiera del 99. El 60% de los bancos quebraron por una terrible irresponsabilidad de corrupción en la banca. Se produjo un feriado bancario, se les confiscó el 60% de sus depósitos. Salió la gente huyendo, vino acá, rehizo su vida y se encontró con otro sistema financiero que se les cae encima, y después se quedan sin empleo, sin ingresos y sin casa, y viene otro banquero persiguiéndoles desde Ecuador para cobrarles la deuda con la que se quedaron después de la crisis del sistema financiero español. Eso es realmente terrible.

–¿Qué hizo el Gobierno para impedir eso?

–El Gobierno estableció una legislación que prohíbe que pueda ser cobrada en Ecuador cualquier deuda que un ciudadano de Ecuador asuma fuera de su patria con una normativa de otro país. Pero no solamente eso. Nos dimos cuenta que la legislación ecuatoriana se parecía a la legislación española. Resulta que si una persona no puede pagar la hipoteca, entrega su casa y aún debe la mitad de su deuda sin que quede cancelada la deuda. En Ecuador pasaba lo mismo que en España. Planteamos una reforma hace unos meses que ya fue aprobada. Ahora en el Ecuador si no puede pagar la hipoteca, entrega la casa y la deuda se cancela. Y no solamente con las casas, también con los vehículos.

–¿Qué saben de la salud de Hugo Chávez?

–Lo primero, nosotros pedimos por su salud. Sabemos que es difícil, lo ha dicho el vicepresidente Maduro, y estamos pendientes y le enviamos toda nuestra fuerza para que se ponga bien y vuelva a su país que ha votado por él.

–¿Hay otros países de América Latina que dependen de la salud de Hugo Chávez?

–No, no lo creo.

–¿No cree que su ejemplo ha trascendido fronteras?

–Pero no dependen. Que yo sepa no hay países de América Latina que dependan de Venezuela. Tenemos una relación de amistad y cooperación, pero no dependemos del presidente Chávez ni de Venezuela. Se ha creado esa impresión, hay gente que dice que Chávez le regala el petróleo a los países. No, comercia con ellos. Nosotros antes le vendíamos el 80% de nuestro petróleo a EEUU. Nadie se molestaba. Ahora en unas transacciones financieras especiales que tenemos con China, le vendemos una buena parte de nuestro petróleo a China, y ahora (dicen que) somos dependientes de China. No se preocupaban cuando éramos dependientes de EEUU. Y no dependemos de China. Hemos hecho negocios, hemos conseguido financiación de China, y nos va muy bien, nos va requetebién. Ecuador está en un gran momento económico. Pero existe una doble moral en esto.

–Rafael Correa se presenta a la reelección en las elecciones y del 17 de febrero y los sondeos le son favorables. ¿Cuál es la política de Correa que mejor ha funcionado para la opinión pública?

–La recuperación del rol del Estado. Un Estado ausente en los últimos tiempos o, como dicen algunos autores españoles, un Estado traidor que abandonó a los ciudadanos en momentos de crisis. Sus principales decisiones de política económica estaban decididas por organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial. Hay que decirlo con claridad. Ellos presionaban de manera directa y por escrito para que se tomaran decisiones que obligaban a aprobar restricciones salariales y presupuestarias. Nuestros recursos naturales estaban entregados a las empresas transnacionales. 80 de cada 100 barriles de petróleo que salían de nuestro país se iban a manos de las transnacionales. Para lograr los cambios, hemos recuperado la soberanía. Hemos renegociado la deuda externa lo que ha liberado recursos, y hemos renegociado los contratos petroleros. Y hemos impuesto una verdadera cultura tributaria para impulsar políticas de crecimiento económico.

–Han conseguido más fondos de la explotación petrolífera para invertirlos en el país, pero esa industria también necesita un alto nivel de inversiones para mantener esa producción.

–Lo que hemos hecho es cambiar el tipo de contratos. No hemos asumido el control, en algunos casos sí cuando una empresa no cumple con su contrato. Pero en otros casos las empresas, incluida la española, aceptaron cambiar los términos del contrato. Teníamos contratos que eran de participación, lo que es absurdo. El petróleo es del Ecuador. No puede ser que una empresa sea dueña de eso, como se hizo en gobiernos anteriores. Ahora los contratos son de prestación de servicios. Yo le pago a usted los costes de extracción y una rentabilidad adecuada, y punto.

–¿Qué le parece que muchos medios de comunicación españoles llamen populista a esa política?

Le pongo un ejemplo cuando hablamos de populismo. Un Gobierno populista es aquel que busca un aplauso fácil. Mire usted la política educativa de nuestro país. Hicimos una ley de educación que pone el acento en la excelencia educativa. Hemos cerrado 14 universidades. Un Gobierno populista no cierra ni una. Abre 300 más para que todo el mundo esté contento, en cada pueblo por chiquito que sea le pone una universidad para que digan 'hemos sembrado de universidades el país'. No recuerdo cuántos gobiernos en el mundo han cerrado 14 de las 80 universidades que teníamos. Eso significa reacción, molestias, de los estudiantes y profesores, y ahorita lo están utilizando en la campaña. Pero eran universidades de garaje, eran estafas públicas. Posiblemente vamos a reducir las unidades educativas de primaria y secundaria. ¿Para qué? Para construir verdaderas unidades educativas con calidad y excelencia académica. No van a estar las escuelas tan cerca de las casas, pero mejoraremos el transporte para que las escuelas a las que vayan sean verdaderamente escuelas de excelencia.

–¿Por qué en Ecuador y otros países de Latinoamérica las relaciones entre Gobierno y oposición son tan verbalmente violentas? ¿Por qué a los gobiernos les cuesta aceptar las críticas?

–En los últimos tiempos gobiernos progresistas de izquierda y revolucionarios están tomando medidas en América Latina para transformar la sociedad corrupta que teníamos. Esas élites del poder, en las que estaban capitalistas, miembros de las Fuerzas Armadas, miembros del clero y de los medios de comunicación formaban un poder establecido. Cuando usted llega y rompe eso y pone el Estado al servicio de la sociedad, todos ellos se van a ver afectados. Y los medios de comunicación también formaban parte de esos grupos familiares, que se casaban entre ellos. Entonces, no se puede negar que están molestos con lo que hacemos.

–Por mucho que algunos grandes grupos de comunicación formen parte de la oligarquía local, también tienen derecho a ejercer su crítica al poder.

–Nosotros aceptamos la crítica. Otra cosa es convertirse en actores políticos. Ya dejaron de ser medios de comunicación para convertirse en verdaderos actores políticos. Dan expresión a unas élites políticas que fueron devastadas (por las elecciones). Al no tener una oposición verdadera, se han refugiado en los medios para hacer oposición política a través de los medios. En el Ecuador hay miles de medios que hacen críticas y nosotros nos sentimos cómodos con ellos, pero otra cosa es que un medio es un actor político, y hay algunos que se organizan para actuar contra el Gobierno. Cuando ellos critican al Gobierno, que lo hacen todos los días y lo hacen falseando información, ellos están ejerciendo la libertad de expresión. Cuando nosotros les contestamos, estamos atacando la libertad de expresión. ¿La libertad de expresión la pueden tener sólo los medios? ¿Dónde está la disposición divina que diga que sólo los medios pueden opinar y los gobiernos tienen que someterse y estar callados a pesar de las mentiras que se dicen permanentemente? Eso no es así. Cuando uno responde también está ejerciendo la libertad de expresión.