Hamás ha liberado este viernes a la hora acordada (16 hora local) el primer grupo de rehenes capturados durante el ataque del 7 de octubre en Israel. Los rehenes han sido entregados Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que hace de facilitador en la operación y que ha confirmado que la cifra total es de 24.
Los rehenes han salido a través del paso fronterizo con Egipto y posteriormente han sido trasladados a Israel. Según ha confirmado Qatar, entre los liberados hay 13 israelíes, 10 tailandeses y un filipino. El Ejército israelí ha confirmado que todos están en buen estado. “No debemos olvidar que cada uno de los que vuelve a casa sigue teniendo una familiar que ha sido asesinado o que sigue capturado en Gaza”, ha señalado el portavoz Daniel Hagari.
El portavoz del ministerio de Exteriores de Qatar, Majed al Ansari, también ha confirmado la liberación de 39 presos palestinos, mujeres y menores de 19 años, de cárceles israelíes cumpliendo su parte del acuerdo en el primer día de tregua. El Ejército israelí ha disparado gases lacrimógenos contra los centenares de palestinos que esperaban en las calles la liberación de las mujeres y los niños.
El acuerdo contempla la liberación de 50 rehenes en total a lo largo de los cuatro días de tregua en Gaza a cambio de la liberación de 150 presos palestinos encerrados en cárceles israelíes. La tregua se alargará un día más por cada 10 rehenes adicionales liberados. Tras las liberaciones del viernes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dicho que la recuperación de todos los rehenes “es uno de los objetivos de la guerra” y que está comprometido “a lograr todos los objetivos de la guerra”.
Entre los 13 rehenes israelíes liberados está Hana Katzir, una mujer de 76 años que el grupo Yihad Islámico dijo que había muerto a causa de un bombardeo israelí.
El portavoz de Exteriores de Qatar, Majed al Ansari, explicó que el criterio para liberar a los rehenes primero fue “puramente humanitario” y que el objetivo es “poner fuera de peligro a mujeres y niños de la forma mas rápida posible”. Al Ansari dijo no poder ofrecer detalles sobre el proceso de liberación de los rehenes “por motivos de seguridad”.
“Durante varios días, el CICR entregará rehenes retenidos en Gaza a las autoridades israelíes y finalmente a sus familias y entregará a detenidos palestinos a las autoridades de Cisjordania para que se reúnan con sus familias”, ha señalado este viernes el CICR tras las primeras liberaciones. “También traerá suministros médicos adicionales para entregar a los hospitales en Gaza”.
La tregua entre Israel y el grupo palestino Hamás, alcanzada tras semanas de negociaciones con la mediación de Qatar, Egipto y Estados Unidos, ha comenzado esta viernes a las siete de la mañana hora local. No se han producido grandes incidentes a lo largo del día y la tregua se ha cumplido. Después de siete semanas de bombardeos israelíes incesantes, este viernes no se levantan columnas de humo.
Israel insiste en que la guerra no ha terminado y ha pedido a los gazatíes desplazados al sur que no intenten volver a sus hogares en el norte. Más de 14.800 personas han muerto durante la ofensiva israelí, incluidos unos 6.000 niños, según datos del Gobierno gazatí citados por la ONU.
Al Jazeera ha informado de que al menos dos personas han muerto tiroteadas por las fuerzas israelíes cuando se dirigían hacia el norte de la Franja y otras siete han resultado heridas. El canal de la cadena en árabe ha señalado que las tropas impiden el paso a aquellos que intentan regresar a la Ciudad de Gaza. Por su parte, el Ejército israelí ha dicho en un comunicado que no permite a las residentes dirigirse hacia el norte, pero no ha especificado qué métodos está empleando. “Los civiles intentaron moverse hacia el norte y las Fuerzas de Defensa de Israel se lo impidieron”.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) fue designado para recibir a los rehenes de manos de Hamás, tal y como lo hizo las anteriores dos veces en las que Hamás entregó a esta organización neutral cuatro mujeres: una madre y una hija estadounidenses, el 20 de octubre y, pocos días después, dos ancianas israelíes.
Hamás había detallado que los términos del acuerdo establecen que los prisioneros intercambiados sean mujeres y menores de 19 años que lleven tiempo en cárceles israelíes –lo cual significaría que no pueden ser los que han sido arrestados desde el comienzo de la actual contienda, que superan ya los 3.000, según la Sociedad de Prisioneros Palestinos–.
No es la primera vez que Israel y Hamás intercambian a rehenes y prisioneros, aunque en esta ocasión el grupo palestino no ha logrado la puesta en libertad de todos los presos que deseaba.
La proporción negociada es de tres presos palestinos por un rehén israelí, mucho menos que el último gran intercambio, en el cual Hamás entregó al soldado Gilad Shalit a cambio de más de un millar de prisioneros. El uniformado estuvo cautivo más de 5 años, desde junio de 2006 hasta octubre de 2011, y fue devuelto a Israel, con la mediación de Egipto. Incluso antes del intercambio, Hamás había logrado la liberación de 20 presas palestinas por una prueba de vida del joven militar, que fue secuestrado cerca del paso fronterizo de Kerem Shalom.
Ayuda humanitaria
Otro de los aspectos fundamentales del acuerdo entre Hamás e Israel es la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, donde los bienes más básicos escasean después de un mes y medio de férreo bloqueo israelí. Tel Aviv ha permitido la entrada de unos 1.500 camiones de suministros desde mediados de octubre a través del paso fronterizo de Rafah con Egipto –frente a los 10.000 camiones que solían acceder mensualmente antes de la guerra–.
Según la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), 137 camiones con suministros fueron descargados el viernes por trabajadores de UNRWA (Agencia de la ONU para Refugiados Palestinos) en lo que supone el mayor convoy humanitario recibido desde el 7 de octubre.
Desde el 18 de noviembre, las autoridades israelíes han levantado el bloqueo sobre el combustible, esencial para la vida en Gaza, y a partir de hoy deberían llegar a la Franja 130.000 litros de gasóleo y cuatro camiones cisterna de gas cada día, han adelantado las autoridades de El Cairo. El viernes se ha cumplido con la entrada esperada de combustible.
También han prometido la entrada de 200 camiones diarios con alimentos, medicinas y agua. Por su parte, el Ejército israelí ha destacado que el combustible y el gas para cocinar están destinados a “las infraestructuras humanitarias esencias en la Franja de Gaza”.
“Una pausa de pocos días no es suficiente para hacer frente a las inmensas necesidades después de seis semanas de combates, derramamiento de sangre y destrucción”, ha afirmado el secretario general de la ONG Consejo de Refugiados Noruego, Jan Egeland, deseando que la tregua dé paso a “un alto el fuego duradero”.
“El invierno está llegando y sería un desastre reactivar el conflicto. Pequeños refugios acogen a muchas personas, con poca comida y agua, y crecientes dificultades sanitarias. Los niños están traumatizados y muchos hacen frente a un futuro sin sus padres y hermanos. Necesita ayuda urgente y a largo plazo, y esto sólo puede hacerse con un alto el fuego duradero”, ha explicado Egaland.
Algunos de los desplazados que intentaban volver al norte han declarado a Al Jazeera que quieren volver a sus casas para coger ropa de abrigo, ya que el invierno ha empezado en Gaza, y muchas familias han aprovechado las primeras horas de calma para dirigirse desde la ciudad de Jan Younis (sur) hacia sus localidades de origen, según las imágenes retransmitidas en directo por la televisión qatarí, la única que sigue presente en varios puntos de Gaza.
El Eurodiputado de Izquierda Unida, Manu Pineda, ha entregado a la Oficina del fiscal para Asuntos Palestinos de la Corte Penal Internacional (CPI) de la Haya un dossier que expone “crímenes de guerra, de lesa humanidad y violaciones de derechos humanos” que Israel presuntamente ha cometido en “toda Palestina y especialmente en la Franja de Gaza”, en concreto en la actual ofensiva sobre el enclave, en la que han muerto más de 14.800 gazatíes (según el Gobierno local, controlado por Hamás).
En ese dossier –elaborado por la Campaña Global para el retorno del pueblo palestino, de la que Pineda es embajador– se solicita a la Corte que tome medidas contra los responsables de “este genocidio” y “siente en el banquillo a los responsables”, incluido el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. La información entregada será estudiada por la Fiscalía y antecede a la presentación de una serie de denuncias contra Netanyahu y el resto de sus “cómplices”, ha afirmado la organización en un comunicado.
El documento de 30 páginas recoge “crímenes susceptibles de ser juzgados por la Corte” entre los que figuran “castigo colectivo contra la población de Gaza por la prohibición de entrada de alimentos y medicina, violaciones físicas continuadas en Jerusalén y Cisjordania, uso de armas prohibidas, destrucción de instalaciones civiles, y ataque y asesinato deliberado de civiles”, según el comunicado. Asimismo, hace referencia a las más de 14.000 personas que han perdido la vida en Gaza desde desde el 7 de octubre, enfatizando que más 5.900 son niños y niñas, medio centenar periodistas y más de cien trabajadores de Naciones Unidas.
El europarlamentario se ha mostrado “satisfecho” tras el encuentro este jueves con el fiscal para Asuntos Palestinos de la CPI. “Pese a que la Corte nos ha trasladado que tienen dificultades para poder investigar la situación en Gaza sobre el terreno porque Israel no permite su acceso, hay pronunciamientos y evidencias suficientes para sentar en el banquillo a estos criminales”, ha afirmado.
La Corte Penal Internacional (CPI) de la La Haya ya investiga los presuntos crímenes de Israel, como parte de un caso abierto desde 2021 por crímenes de guerra en los territorios palestinos ocupados (tanto Cisjordania como Gaza) cometidos por el Ejército israelí y por los grupos armados palestinos.
Israel no es miembro del Estatuto de Roma, el tratado fundacional de la CPI, lo que limita, pero no impide, la jurisdicción del tribunal. Palestina lo ratificó en 2015.