Bruselas planta a la presidencia húngara por los acercamientos a Putin de Orbán a tres días del voto de Von der Leyen
El malestar se traduce ya en hechos. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha decidido plantar a la presidencia húngara del Consejo de la UE tras los viajes del primer ministro ultraderechista, Viktor Orbán, a Moscú y Pekín nada más iniciar el semestre en la que denominó una “misión de paz”. El Colegio de Comisarios no irá a Budapest al tradicional viaje cuando un país asume la presidencia rotatoria y enviará a un funcionario, y no a los comisarios, a las reuniones informales de ministros que se organicen en Hungría con el Gobierno de Orbán como anfitrión.
Así lo ha anunciado el portavoz de la Comisión Europea, Eric Mamer, a través de la red social X (antes Twitter) en vísperas de que Von der Leyen se someta a la votación del Parlamento Europeo para ser reelegida para un segundo mandato tras ser nominada por los líderes de los 27. “A la luz de los recientes acontecimientos que marcan el inicio de la Presidencia húngara, la presidentae ha decidido que la Comisión Europea estará representada a nivel de altos funcionarios durante las reuniones informales del Consejo. No se realizará la visita del Colegio a la Presidencia”, ha informado Mamer.
Las reuniones de Orbán con Vladímir Putin y Xi Jinping en lo que denominó una 'misión de paz' elevaron al máximo la tensión en la UE y algunas capitales plantearon tomar medidas por lo que consideraron que es un uso inadecuado de la presidencia rotatoria del Consejo. De hecho, todos los embajadores, a excepción del eslovaco, reprendieron a su homólogo húngaro en una reunión la semana pasada por la agenda internacional de Orbán, que posteriormente visitó a Donald Trump en Estados Unidos, aunque en esta ocasión no utilizó el logo de la presidencia en los vídeos de propaganda de la reunión.
En Bruselas acusan a Orbán de haber ido en contra de las normas de la UE, que establecen que los “estados miembros apoyarán activamente y sin reservas la política exterior y de seguridad de la Unión”. “Se abstendrán de toda acción contraria a los intereses de la UE o que puede perjudicar su eficacia como fuerza de cohesión en las relaciones internacionales”, agrega el Tratado de Funcionamiento de la UE.
Eso consideran que lo ha incumplido Orbán al acudir a Moscú y Pekín a defender un planteamiento sobre el conflicto en Ucrania que choca con el que hacen el resto de capitales y que pasa por dar apoyo a Kiev frente a la invasión rusa y que sea Volodímir Zelenski el que establezca el marco para iniciar las conversaciones de paz. Hungría, de hecho, veta todas y cada una de las medidas de apoyo a Ucrania que requieren de la unanimidad de los 27.
La posibilidad de que los ministros plantaran a la presidencia húngara por el uso que consideran que está haciendo de la presidencia rotatoria del Consejo de la UE está sobre la mesa de las capitales. La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, descartó, sin embargo, hacerlo en su caso. Lo hizo precisamente en declaraciones a los periodistas al acudir a un Consejo informal de Medio Ambiente en Budapest la semana pasada. El titular de Agricultura, Luis Planas, sin embargo, no lo ha descartado este mismo lunes, pero ha despejado el balón asegurando que cerraría con su equipo su agenda de septiembre a finales de este mes.
Las citas informales de los ministros bajo la presidencia húngara ya habían tenido un perfil bajo. Por ejemplo, a la primera, sobre asuntos de competitividad, sólo acudieron ocho de los 27 ministros, entre ellos el anfitrión. La Comisión Europea toma la delantera al anunciar formalmente el 'plantón' a Orbán. Lo hace 72 horas antes de la votación en la Eurocámara de su candidatura para seguir al frente del gobierno comunitario mientras los liberales han pedido a la UE dar un paso más y sustraer a Hungría al presidencia rotatoria y que pase directamente a Polonia, que asumirá la batuta en enero de 2025.
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