“Cuando diversos periodistas se han puesto a cazarme para tener noticias sobre una historia sentimental mía de hace unos veinte años, he dejado que mi abogado de confianza, el abogado don Romolo Reboa, como único posible referente de contacto, ya que no soy un personaje público y, ni siquiera hoy entiendo por cual motivo deba estar en las primeras páginas de los periódicos y en los talk show”.
Así lo ha declarado el aparejador don Raffaele Matano tras la aparición de su nombre en una serie de publicaciones periodísticas sobre la historia familiar del Presidente del Gobierno, doña Giorgia Meloni.
“El abogado don Romolo Reboa ha dicho más de una vez a los diferentes periodistas que le han contactado que no soy un personaje público y que la normativa europea e italiana sobre el RGPD me da el derecho de privacidad de mi vida: ellos han entendido otra cosa. Por lo tanto, he decidido tutelar con este comunicado mi nombre, también porque se han hecho reconstrucciones ficticias y difamatorias sobre mí; después lo haré judicialmente”.
“Por ejemplo, se ha afirmado que, en un tema procesal, no sería inocente ya que el mismo se ha concluido por prescripción: los periodistas para difamarme han violado la Constitución, que prevé en su art. 27 la presunción de inocencia hasta que no haya una condena definitiva.
Me recuerda el abogado Reboa que tal principio es idéntico a aquel del art. 48 de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea y del art. 6 de la Carta de Derechos del Hombre, pero para estos periodistas yo sería una persona que hace bancarrotas por hechos en los que nunca se ha pronunciado una sentencia definitiva que me haya declarado culpable“.
“Tampoco me parece correcto que a la señora Anna Paratore se le señale como una especie de ser mi socia en no bien claras iniciativas inmobiliarias, dado que las micro participaciones en varias sociedades yo se las había concedido como formas de incentivación a una persona que, en aquel momento, era una válida empleada de mí grupo: tales participaciones, como sucede en todas las empresas, se han liquidado al momento de la cesación de la relación de trabajo”.
“Por lo tanto, es incorrecto afirmar que yo y la señora Anna Paratore éramos socios de negocios con el fin de implicar a esta mujer en hechos que sólo se refieren a mí”.
“Hablar de sociedades fiduciarias como de violaciones de ley es decir algo muy incorrecto y significa no conocer el mundo económico, dado que están regularizadas en Italia desde la ley de 23 de noviembre de 1939, n.1966 y lo mismo vale para sociedades que operan en otros Estados de la Unión Europea, como era el Reino Unido hasta el Brexit: la Unión Europea nació para favorecer la movilidad de capitales, lo ha demostrado la sociedad FIAT que se ha transferido en Holanda”.
“He sido acusado en el libro ”Meloni segreta“ (Meloni secreta) de haber conocido hace veinte años a empresarios que han sido posteriormente acusados de delitos, incluso graves: tengo 78 años, he conocido centenares, quizás miles, de empresarios siendo quizás el más experto operador inmobiliario en la creación y organización de centros comerciales y con muchos he tenido, a veces, breves participaciones societarias, como garantía del pago de mis prestaciones profesionales. Asociar mi nombre sólo a aquellos que han tenido problemas con la justicia con el fin de acusar al presidente de escasa corrección es un comportamiento difamatorio contra mí”.
“No haré nunca más otras declaraciones, pero no será imposible leer mis reacciones, si prosigue esta campaña difamatoria: hablarán las sentencias que se pronunciarán, dado que solicitaré a los Tribunales de tutelar mis derechos”.