La Cámara Baja de Estados Unidos aprobó este sábado una medida provisional para financiar al gobierno federal durante 45 días y evitar el cierre inminente de la Administración a medianoche.
La propuesta fue anunciada por el presidente de la Cámara Baja, el republicano Kevin McCarthy, y finalmente obtuvo un total de 334 votos a favor, 209 de congresistas demócratas y 125 de republicanos, que cuentan con la mayoría en la Cámara de Representantes.
Un total de 91 republicanos votaron en contra, muchos de ellos pertenecientes al grupo de congresistas más radicales que están entorpeciendo la aprobación del presupuesto del país pidiendo mayores recortes.
La norma tendrá que ser ahora votada en el Senado, que tiene antes de medianoche para evitar el cierre del Gobierno, que tendría severas consecuencias para el funcionamiento del Gobierno del país y también para su economía.
Esta medida aprobada hoy permitirá que haya flujo de dinero en las agencias gubernamentales hasta mediados de noviembre y también mantendrá los fondos para la recuperación de desastres naturales, pero no incluirá nuevos fondos para Ucrania ni tampoco para la frontera.
Estos dos eran los puntos de mayor fricción entre demócratas y republicanos y finalmente McCarthy apostó por sacarlos del tablero de juego para lograr un apoyo bipartidista, pese al rechazo de los radicales de su partido.
A partir de esta medianoche, la Administración pública se quedaría sin fondos y se produciría el cierre de la mayoría de las agencias gubernamentales, museos y parques nacionales, mientras que 1,3 millones de militares y cientos de miles de funcionarios dejarían de percibir su salario.
McCarthy intentó el viernes sin éxito aprobar un proyecto de ley que habría financiado a la Administración por un mes adicional, hasta el 31 de octubre, pero que contenía límites a programas de asilo y recortes a todas las partidas, excepto a la de seguridad fronteriza.
En contra de ese proyecto votaron los demócratas, que se oponen a esas provisiones sobre la frontera y los republicanos del ala dura, que rechazan cualquier medida para mantener operativa la Administración y siguen las instrucciones del expresidente Donald Trump (2017-2021), quien esta semana los instó a resistir y provocar el cierre del Gobierno.