El Consejo Constitucional de Francia ha validado lo esencial de la polémica reforma de las pensiones aprobada por decreto por el Gobierno del presidente Emmanuel Macron. La edad de jubilación, por tanto, pasará de los 62 a los 64 años. El organismo también ha rechazado la solicitud para convocar un referéndum sobre la reforma. El texto será promulgado este fin de semana, según han anunciado medios locales.
La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, que superó por solo nueve votos una moción de censura tras la aprobación de la reforma, ha reaccionado pocos minutos después de conocerse la decisión: “El Consejo Constitucional ha juzgado que la reforma es conforme a nuestra Constitución, tanto en el fondo, como en el procedimiento. El texto ha llegado al final de su proceso democrático. Esta tarde no hay vencedores ni vencidos”.
“La decisión del Consejo Constitucional demuestra que está más atento a las necesidades de la monarquía presidencial que a las del pueblo soberano. La lucha continúa y debe reunir sus fuerzas”, ha denunciado Jean-Luc Mélenchon.
Por su parte, Marine Le Pen, líder del partido ultra Rassemblement National, ha afirmado: “Si la decisión del Consejo Constitucional cierra la secuencia institucional, el destino político de la reforma de las pensiones no está sellado. Como el pueblo aún tiene la última palabra, le corresponderá preparar la alternativa que revierta esta reforma inútil e injusta”.
Eric Ciotti, líder de la formación conservadora Les Républicains, ha pedido “a todas las fuerzas políticas” que “acepten” las decisiones del organismo constitucional.
Poco antes de conocerse la decisión del Consejo Constitucional, el presidente Macron había invitado a los sindicatos a una reunión el martes que viene “independientemente de la decisión del Consejo”. “Este será necesariamente el inicio de un ciclo que el presidente y el Gobierno continuarán en las próximas semanas con los interlocutores sociales. La puerta del Elíseo permanecerá abierta, sin condiciones previas, para este diálogo”, según ha señalado el entorno del presidente citado por Le Monde. Sin embargo, la intersindical ha anunciado en un comunicado que no aceptará ninguna reunión con el ejecutivo hasta el 1 de mayo.
El Gobierno francés aprobó por decreto el pasado 16 de marzo la polémica reforma, evitando así una previsible derrota en la Asamblea. Días después, el Ejecutivo superó por solo nueve votos la moción de censura presentada tras la aprobación del decreto y el país vive una oleada de protestas continua contra la reforma y el presidente Macron.
La decisión se ha tomado con la sede del Consejo Constitucional blindada por la policía ante las protestas callejeras y, pocos minutos después del anuncio, los manifestantes se han concentrado en París.
Qué es el Consejo Constitucional
El Consejo Constitucional de Francia se creó con la Constitución de 1958 como una suerte de tribunal constitucional para controlar la actividad de los legisladores y el presidente.
El Consejo tiene la autoridad de tumbar legislación que considera inconstitucional: tanto la aprobada por decreto por el presidente como la votada en la Asamblea. Sin embargo, desde su creación solo ha tumbado 17 leyes.
Está compuesto por nueve miembros y lo preside el ex primer ministro Laurent Fabius. Conocidos como “los sabios”, son elegidos por un mandato de 9 años no renovable. El presidente de la república elige a tres miembros y los presidentes de la Asamblea Nacional y el Senado a otros tres miembros cada uno. Los expresidentes también tienen permitido ocupar un asiento vitalicio en el Consejo, aunque actualmente no tiene a ninguno de ellos. Nicolas Sarkozy estuvo unos meses entre 2012 y 2013. Macron dijo en 2019 que no se uniría al órgano cuando terminase su mandato.