El líder conservador, Ulf Kristersson, ha anunciado este viernes un acuerdo para gobernar con democristianos y liberales en Suecia con el apoyo externo de la formación ultraderechista Demócratas de Suecia (SD), que le garantizará la mayoría en el Parlamento.
El acuerdo allana el camino para que el presidente del Parlamento, Andreas Norlén, pueda convocar más tarde una votación en la Cámara para la elección de Kristersson como primer ministro, que se realizará probablemente el próximo lunes.
El bloque de derecha se impuso en las elecciones legislativas del pasado 11 de septiembre y obtuvo 176 escaños por 173 del centroizquierda de la primera ministra socialdemócrata, Magdalena Andersson, cuyo partido mantuvo no obstante la condición de fuerza más votada con el 30,3%, por delante del SD (20,5%) y los conservadores (19,1%).
“Recibimos un mandato del pueblo sueco el día de las elecciones, lo tomamos con la mayor seriedad. El cambio no es solo necesario, también es posible, y los cuatro partidos podemos ofrecer ese cambio”, dijo en rueda de prensa Kristersson.
El líder del SD, Jimmie Åkesson, reconoció en la misma comparecencia que su partido hubiera preferido un Gobierno de mayoría del que formase parte, pero resaltó que ha obtenido influencia política “significativa” en el acuerdo presentado este viernes.
Así mencionó por ejemplo que se endurecerá la política de inmigración y los criterios para adquirir la nacionalidad sueca, así como medidas en la lucha contra la criminalidad ejercida por bandas de delincuentes como duplicar las penas o permitir testigos anónimos, y que se estudiará una prohibición nacional de la mendicidad. “Las reglas de asilo en Suecia no deben ser más generosas que lo que nos obliga el derecho comunitario”, afirmó Åkesson
Kristersson se reunirá posteriormente con Norlén para presentarle el acuerdo y este anunciará cuándo se produce la votación en el Parlamento para elegir primer ministro.
El líder conservador recibió el pasado día 19 el encargo oficial de dirigir las negociaciones después de que Norlén se entrevistase con todos los líderes políticos y una mayoría le diese su respaldo.
El SD, con raíces neonazis en su fundación a finales de la década de 1980, fue sometido a un “cordón sanitario” por el resto de fuerzas desde su entrada en el Parlamento en 2010, lo que explica que los socialdemócratas hayan gobernado en minoría las dos pasadas legislaturas pese a que en la Cámara había mayoría de centroderecha. Conservadores, democristianos y liberales se abrieron el último año a romper ese aislamiento y pactar con el SD, aunque rechazaron su entrada en un ejecutivo.