La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha propuesto este martes al popular neerlandés Wopke Hoekstra como comisario de Acción Climática, tras la dimisión de su compatriota Frans Timmermans para presentarse a las elecciones de Países Bajos en noviembre.
“El señor Hoekstra mostró una gran motivación para el puesto y un gran compromiso con la Unión Europea. Además, cuenta con la experiencia profesional necesaria para este puesto, (...) ya que ha sido viceprimer ministro de los Países Bajos y ministro de Asuntos Exteriores desde 2022, y ministro de Hacienda de 2017 a 2022”, ha destacado Von der Leyen en un comunicado.
Ha agregado que Hoekstra ha mostrado “su compromiso de continuar con una política climática ambiciosa y de mantener un equilibrio social en todos los esfuerzos conjuntos necesarios en el camino hacia la neutralidad climática”.
Las responsabilidades ejecutivas de Timmermans, que hasta ahora coordinaba toda la labor climática de la Comisión Europea, han pasado al actual vicepresidente para Relaciones Interinstitucionales y Perspectiva, Maros Sefcovic, mientras que Hoekstra se quedará únicamente con la cartera de Acción Climática.
De esta forma, una importante porción de la política climática de la Comisión Europea pasará de manos de los socialdemócratas a las de los populares, que recientemente se alinearon con las fuerzas conservadoras y de ultraderecha en la Eurocámara para frenar la Ley de la Restauración de la Naturaleza, pieza clave del Pacto Verde Europeo.
El gesto no ha gustado en la bancada socialdemócrata en el Parlamento Europeo, que criticó que el cambio se produce “en el contexto de las recientes maniobras cínicas y populistas del PPE para aguar el Pacto Verde y descarrilar leyes clave”.
Los socialdemócratas apuntan también a sus antecedentes en materia de solidaridad europea por su actitud en las primeras semanas de la pandemia, cuando rechazaba la emisión de deuda conjunta y llegó a pedir una investigación sobre las finanzas de países como España o Italia, que en ese momento pedían una acción común europea para hacer frente al impacto económico del virus.
Por su parte, los líderes del grupo de la Izquierda Manon Aubry y Martin Schirdewan han considerado “muy poco deportivo” por parte del primer ministro en funciones neerlandés nombrar a un popular para sustituir a un socialdemócrata y han pedido que el nuevo comisario sea un “firme defensor” del Pacto Verde “para resistir los intentos de los conservadores y la extrema derecha de diluir la política climática”.
En las próximas semanas, la comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo examinará la declaración de intereses financieros del neerlandés para determinar si podría incurrir en algún conflicto de intereses con su nuevo cargo.
Superado ese trámite, tendrá que acudir a una audiencia ante, previsiblemente, la comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara, que evaluará su competencia general, compromiso europeo, independencia personal, conocimiento sobre la cartera climática y capacidades de comunicación.
Tendrá que convencer a al menos dos tercios de los coordinadores de la comisión que le examine para obtener una evaluación positiva del Parlamento Europeo y unirse a la Comisión Europea para lo que queda de legislatura, ya que se celebran elecciones europeas en junio de 2024.
El nombramiento de Hoekstra llega a más de tres meses de las elecciones en Países Bajos, donde las encuestas no auguran nada bueno para el partido que hasta ahora había liderado el político neerlandés: el CDA podría mantener tan solo tres de los 15 escaños que tiene actualmente en el Parlamento, según la agencia de investigación I&O Research.
La mayor parte de los votos de CDA van a un nuevo partido, Nieuw Sociaal Contract (Nuevo Contrato Social o NSC, en neerlandés), fundado por Pieter Omtzigt, diputado que rompió en 2021 con el demócrata cristiana, y ha logrado atraer al electorado más indignado con el liderazgo de Hoekstra durante la última legislatura.
El 35 % de los que votaron por CDA en las elecciones de 2021 optan ahora por Omtzigt, quien también atrae a un tercio de los votantes de dos partidos de ultraderecha.
NSC obtendría, según esta encuesta, 31 de los 150 escaños del Parlamento, convirtiéndose de golpe en el partido más grande de la Cámara y desplazando a los liberales de Mark Rutte (VVD), que pasarían de 34 a 22 escaños tras la retirada de su político estrella y quien había mantenido al centroderecha en la cima desde 2010.