Los enfrentamientos entre el Ejército sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) continuaron la mañana de este domingo en las inmediaciones del cuartel general de las Fuerzas Armadas, en el centro de Jartum, y otras localidades de Sudán. Al menos 56 civiles han perdido la vida y casi 600 —entre los que se encuentran civiles y efectivos de las partes enfrentadas— han resultado heridos, según ha informado el Comité Central de Médicos sudanés.
Naciones Unidas también ha informado de la muerte de tres trabajadores del Programa Mundial de Alimentos (PAM) en el país y de su decisión de suspender temporalmente sus operaciones. La directora ejecutiva del organismo, Cindy McCain se ha mostrado “consternada y desconsolada” por la muerte de los empleados en Kabkabiya, Darfur septentrional, “mientras realizaban su labor de salvar vidas en primera línea de la crisis mundial del hambre”, según ha afirmado en un comunicado.
Otros dos trabajadores Naciones Unidas resultaron heridos en el mismo ataque. Este domingo, el Ejército de Sudán y los paramilitares han anunciado la creación de un corredor humanitario, según informa la agencia France Presse, así como una tregua de tres horas desde las 16.00 hora local (14.00 GMT) y que concluirá a las 19.00 (17.00 GMT) de este mismo domingo.
Los choques entre el Ejército sudanés y fuerzas paramiliatares han continuado este domingo por segundo día en la capital, tras estallar la mañana del sábado después de que las FAR acusaran al Ejército de atacar sus posiciones, una acción que las Fuerzas Armadas indicaron que se produjo como respuesta a una agresión. Este sábado, las FAR anunciaron la toma del Palacio Presidencial y el Aeropuerto Internacional de Jartum, pero el Ejército sudanés lo niega.
Las Fuerzas Armadas han asegurado en un comunicado que una de las torres de su cuartel general en Jartum fue incendiada como resultado de los combates, en un ataque que no dejó víctimas. También ha desmentido las afirmaciones de las FAR de que se habían hecho con esa instalación.
Tras trabajadores de Naciones Unidas fallecidos
La misión de Naciones Unidas en Sudán ha informado este domingo que tres empleados del Programa Mundial de Alimentos (PMA) fallecieron en la jornada anterior durante los enfrentamientos que estallaron en Darfur del Norte.
El representante de la misión en Sudán, Volker Perthes, ha condenado “enérgicamente los ataques contra el personal de Naciones Unidas” y ha trasladado su pésame a las familias de las víctimas. Perthes también ha expresado su “extrema preocupación” por los “informes de proyectiles que golpean instalaciones de la ONU” durante los combates.
La ONU no ha especificado cómo fallecieron los trabajadores del PMA, organización que ya antes de que estallara la rebelión era blanco de ataques esporádico de grupos armados. Perthes también denunció que hay “informes” sobre “saqueo de instalaciones de la ONU y otras instalaciones humanitarias en varios lugares de Darfur”, lo que calificó de “actos recurrentes de violencia” que “interrumpen la prestación de asistencia vital y deben terminar”.
Temor a un conflicto aún mayor
Ante el avance de los ataques entre ambas partes, los presidentes de Egipto, Abdelfatah al Sisi, y de Sudán del Sur, Salva Kiir, han manifestado este domingo su disposición a mediar con el Ejército de Sudán y las FAR.
La Presidencia egipcia ha comunicado que Al Sisi y Kiir mantuvieron una llamada telefónica en la que “expresaron la disposición de Egipto y Sudán del Sur para mediar entre las partes sudanesas, ya que la escalada de violencia solo conducirá a un mayor deterioro de la situación”, que “puede salirse de control”.
El país africano se ha despertado con aviones militares sobrevolando el centro de Jartum y otros puntos del este y el sur de la capital, mientras que los enfrentamientos continuaron en otras localidades del país.
El portavoz del Ejército, Nabil Abdullah, ha dicho en un comunicado que el ejercito ha tomado el control de la base más grande de las Fuerzas de Apoyo Rápido en el área de Karari, al norte de la localidad de Omdurman, y ha requisado todo el equipo perteneciente a los paramilitares.
Asimismo, los militares también se habrían hecho con el control de hasta 35 vehículos blindados de las FAR en la ciudad de Damazin, en el sureste de Sudán.
Las cifras de víctimas podrían aumentar en las últimas horas ya que se desconoce el impacto de los intensos combates en la conflictiva región occidental de Darfur, en Al Fasher y Nyala, así como en Al Obeid, en el estado de Kordofán del Norte, debido a las dificultades de movimiento en esas zonas.
Estos enfrentamientos se produjeron después de que el Ejército advirtiera el jueves de que el país está atravesando una “coyuntura peligrosa” que puede llevar al conflicto armado, después de que se “movilizaran” unidades de las FAR en la capital sudanesa y otras ciudades sin el consentimiento o coordinación de las Fuerzas Armadas.