El contrato entre la UE y AstraZeneca incluye un coste de 870 millones y el pacto de entregar vacunas fabricadas en Reino Unido
Por fin está el contrato. Es sólo el segundo, después del de Curevac, que se hace público. Pero, en todo caso, con tachones para asuntos relevantes, como los económicos y los plazos de entrega. “El contrato publicado este viernes contiene partes tachadas que pertenecen a información confidencial, como detalles de facturas”, dice Bruselas. Así, en el anexo de la página 40, no se pueden ver los volúmenes de entregas acordadas, por ejemplo. Eso sí, debajo de los tachones se ha podido descubrir una cifra: 870 millones de euros para 300 millones de dosis, incluyendo todos los costes, como ha adelantado Der Spiegel y ha confirmado elDiario.es. Así, si se descuentan los 336 millones de euros que adelantó la Comisión Europea, quedarían 534 millones pendientes. Si se dividen esos 534 millones entre las 300 millones de dosis, salen a pagar 1,78 euros por dosis.
La cifra que publicó (y borró) en Twitter una dirigente del Gobierno belga, Eva de Bleeker.
Tras la solicitud de la Comisión Europea el 27 de enero de 2021, después de la entrevista del CEO de la farmacéutica AstraZeneca, Pascal Soriot, en la que daba detalles de su contenido, ha acordado publicar el contrato firmado entre las dos partes el 27 de agosto de 2020. El asunto más polémico de Soriot fue cuando habló de que no había acuerdo sobre entregas, más allá de hacer el “mejor esfuerzo razonable”.
Pues bien, en la página 3, el contrato lo define así: “En el caso de AstraZeneca, las actividades y el grado de esfuerzo que una empresa de tamaño similar con una infraestructura de tamaño similar y recursos similares a AstraZeneca emprendería o usaría en el desarrollo y fabricación de una vacuna en la etapa relevante de desarrollo o comercialización, teniendo en relación con la necesidad urgente de una vacuna para poner fin a una pandemia mundial que está provocando graves problemas de salud pública, restricciones a las libertades personales y repercusiones económicas en todo el mundo, pero teniendo en cuenta la eficacia y la seguridad”.
¿Y qué dijo Soriot en la entrevista con varios medios europeos? “Nuestro acuerdo no es un compromiso contractual como tal, básicamente dijimos que íbamos a hacer nuestro mejor esfuerzo, pero no podemos garantizar que vayamos a tener éxito. Europa quería ser abastecida más o menos al mismo tiempo que el Reino Unido a pesar de que el contrato se firmó tres meses después. Dijimos que lo intentaríamos, pero no podemos comprometernos contractualmente porque tenemos 3 meses de retraso”.
El contrato también recoge que “AstraZeneca hará sus mejores esfuerzos razonables para fabricar la vacuna en los sitios de fabricación ubicados dentro de la UE (que a los efectos incluirá el Reino Unido), y si esto falla, la empresa producirá fuera de la UE [definida como UE + Reino Unido por contrato] y avisará a la Comisión Europea”.
“Hay una serie de plantas que se mencionan en el contrato que tenemos con AstraZeneca, algunas de las cuales están ubicadas en el Reino Unido”, insiste el portavoz de la Comisión Europea, Eric Mamer, “y está previsto que estas plantas contribuyan a los esfuerzos de AstraZeneca para entregar dosis a la Unión Europea. No hay absolutamente ninguna duda para nosotros de que esto es lo que especifica el contrato. Estamos convencidos de que esto se aplica al hecho de que cuando firmamos el acuerdo de compra anticipada, las vacunas, por supuesto, aún no existían. Estaban en proceso de desarrollo. Solo podrían entregarse con una recomendación positiva de la EMA y la posterior autorización de comercialización de la Comisión Europea. Por lo tanto, por supuesto, podría haber razones para que la empresa no pueda entregar vacunas si estas condiciones no estaban satisfechas”.
Mamer explica que “existe otra cláusula, que es la fabricación en riesgo, que implica que las empresas con las que firmamos estos contratos produzcan las dosis antes de la autorización para poder respetar los plazos de entrega tan pronto la autorización sea concedida. En nuestra mente no hay absolutamente ninguna duda de que tenemos un firme compromiso con la empresa, como con el resto de empresas, de entregar dosis según tiempos específicos, y que las cláusulas que tenemos están ahí para ser tenidas en cuenta”.
Según la información de ZDF, estas serían las cantidades de entrega a las que AstraZeneca se ha comprometido en el contrato y que están tachadas: de 30 a 40 millones para finales de 2020 –en el caso de que se hubiera aprobado en diciembre–; y de 80 a 100 millones en el primer trimestre de 2021.
Precisamente este viernes tiene previsto la Agencia Europea del Medicamento dar su visto bueno a la vacuna de AstraZeneca, que sufrirá graves retrasos, según anunció la empresa.
La situación es tan extrema, que este jueves, en una carta enviada a cuatro jefes de Gobierno que expresaron quejas contra los ritmos de la Agencia Europea del Medicamento, entre ellos los de Austria y Grecia, Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, abre la puerta a mayores medidas de intervención económica si siguen fallando las farmacéuticas, y habla de emplear el artículo 122 del Tratado de Funcionamiento de la UE, una suerte de poderes de emergencia especiales, que dice: “Se podrá recurrir a medidas adecuadas a la situación económica, en particular si surgieran dificultades graves en el suministro de determinados productos, especialmente en el ámbito de la energía; en caso de dificultades o en caso de serio riesgo de dificultades graves en un Estado miembro, ocasionadas por catástrofes naturales o acontecimientos excepcionales que dicho Estado no pudiere controlar, el Consejo, a propuesta de la Comisión, podrá acordar una ayuda financiera de la Unión al Estado miembro en cuestión”.
De momento, el Ejecutivo comunitario no ve necesario ir tan lejos.
La Comisión Europea, por su parte, ha anunciado que sigue adelante con su iniciativa, que presenta este viernes, para que las vacunas fabricadas dentro de la UE no puedan exportarse sin control. Un “mecanismo de transparencia” que, insiste, no es una “prohibición de exportación”, si bien requerirá que las empresas revelen si las vacunas fabricadas en la UE se exportan fuera de ella. Un portavoz de la UE dice que en “casos extraordinarios”, la Comisión Europea podría recomendar a un Gobierno que no otorgue la autorización de exportación. En definitiva: no es una prohibición de exportación, es un mecanismo que podrá bloquear exportaciones y que establece la amenaza de una prohibición de exportación por lo que puede disuadir el mal comportamiento a las empresas. Un mal comportamiento que asume Bruselas ha tenido AstraZeneca.
Este mecanismo de control excluye a los envíos humanitarios, y está previsto sea presentado este viernes. Al ser de urgencia, entrará en aplicación tan rápido como sea adoptado el colegio de comisarios, y se prevé que sólo está activo durante el tiempo en que AstraZeneca ha dicho que no puede cumplir: el primer trimestre de este año.
Mientras tanto, la Comisión Europea espera noticias de AstraZeneca después de la reunión de casi tres horas con la farmacéutica del miércoles por la noche. “Deben cumplirse las obligaciones contractuales, las vacunas deben entregarse a los ciudadanos de la UE”, insiste Bruselas. Es decir, la reunión terminó sin respuestas a las preguntas de la Comisión Europea, que pide “claridad” para la entrega rápida de las dosis reservadas para febrero y marzo: “Lamentamos la continua falta de claridad en el cronograma de entrega y solicitamos un plan claro a AstraZeneca para la entrega rápida de la cantidad de vacunas que reservamos para el primer trimestre”.
“La Comisión Europea acoge con satisfacción el compromiso de la empresa con una mayor transparencia en su participación en el desarrollo de la estrategia de vacunas de la UE”, afirma el Ejecutivo comunitario: “La transparencia y la responsabilidad son importantes para ayudar a generar la confianza de los ciudadanos europeos y para asegurarse de que pueden confiar en la eficacia y seguridad de las vacunas adquiridas a nivel de la UE. La Comisión espera poder publicar todos los contratos en virtud de los acuerdos de compra anticipada en un futuro próximo”.
Protestas de la Eurocámara
“Solo la plena transparencia en los contratos con las farmacéuticas garantiza la responsabilidad de ambas partes y la confianza de la ciudadanía”, ha afirmado la presidenta de los socialistas europeos en la Eurocámara, Iratxe García: “Al menos algunos miembros del Parlamento Europeo deberían acceder a la información sobre dosis y plazos, bajo confidencialidad”.
“Que la Comisión Europea llame a esto 'publicar el contrato con AstraZeneca' no es una nueva tomadura de pelo, sino que directamente pasa a la categoría de falta de respeto”, afirma la portavoz de IU en la Eurocámara, Sira Rego: “Desde la Izquierda en el Parlamento Europeo vamos a pedir explicaciones y exigimos que se publiquen todos los contratos sin censurar”. La copresidenta de La Izquierda, Manon Aubry, ha insistido: “Exigimos transparencia en todos los contratos anteriores y exigimos que las vacunas se conviertan en bienes comunes globales”.
El contrato que la Comisión Europea negoció junto con los Estados miembros de la UE fue aprobado el 14 de agosto y entró en vigor el 27 de agosto. Está financiado por el Instrumento de Apoyo a Emergencias. A través del contrato, todos los Estados miembros pueden comprar 300 millones de dosis de la vacuna AstraZeneca, con la opción de otros 100 millones de dosis, que se distribuirán a prorrata poblacional. El contrato también permite a los Estados miembros donar sus dosis de vacuna a países de ingresos bajos y medios o redirigirlas a otros países europeos.
La Comisión Europea negocia una cartera de vacunas y ya ha celebrado contratos con AstraZeneca (400 millones de dosis), Sanofi-GSK (300 millones de dosis), Johnson and Johnson (400 millones de dosis), BioNTech-Pfizer 600 millones de dosis, CureVac (405 millones de dosis) y Moderna (160 millones de dosis) . La Comisión ha concluido conversaciones exploratorias con la empresa farmacéutica Novavax con vistas a adquirir hasta 200 millones de dosis y con Valneva con vistas a adquirir hasta 60 millones de dosis. En total, sería una cartera de más de 2.300 millones de dosis.
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