Irán ha atacado este martes con misiles a Israel después de días de escalada de la tensión. Según informa Reuters citando la Radio del Ejército israelí, Irán ha lanzado casi 200 misiles contra Israel. Por el momento no está claro cuántos han alcanzado algún objetivo, ya que la mayoría de los testigos hablan de misiles que sobrevuelan la zona.
El Ejército israelí ha informado de que su sistema de defensa antiaérea “está plenamente operativo, detectando e interceptando amenazas allí donde es necesario, incluso en estos momentos”. La agencia de noticias estatal iraní IRNA ha publicado imágenes de los misiles surcando los cielos del país.
Todos los ojos vuelven a estar puestos en los sistemas de defensa aérea de Israel y su capacidad para defenderse de los ataques como los de Irán. El más conocido de ellos es el sistema ‘cúpula de hierro’, desarrollado con la ayuda de Estados Unidos, que Israel ha empleado desde hace más de una década para repeler los ataques con proyectiles de corto alcance, como los cohetes y morteros lanzados por las milicias palestinas desde la Franja de Gaza. También puede interceptar drones, que son empleados cada vez más con una carga explosiva.
Este sistema ha demostrado ser eficaz a lo largo de los años y, sobre todo, el pasado 7 de octubre, cuando Hamás lanzó su ataque sorpresa contra el sur de Israel, al que dio comienzo lanzando miles de cohetes para abrir el camino a los milicianos que irrumpieron en territorio israelí y mataron a más de 1.100 personas, y secuestraron a otras 250. La mayoría de los proyectiles fueron interceptados por la cúpula de hierro, que en anteriores escaladas de la violencia con Hamás había tenido una eficacia del 90%, según el Ministerio de Defensa de Israel.
Como su nombre indica, el sistema crea una cúpula segura sobre las localidades donde está instalado y detecta los objetos sospechosos en un radio de 100 km, y los destruye si los considera una amenaza para la población.
¿Una cúpula a prueba de un ataque masivo?
Pero la cúpula de hierro no es el único sistema de defensa y, además, no es suficiente ante un ataque con un gran número de proyectiles de medio o largo alcance, como el que lanzó Irán a mediados del pasado mes de abril, enviando más de 300 misiles y drones en dirección a Israel. “La cúpula de hierro no es muy efectiva contra un ‘ataque de enjambre’ con cientos de misiles y drones disparados simultáneamente”, dice a elDiario.es Joost Hiltermann, director del programa de Oriente Medio y el Norte de África del centro de estudios Crisis Group.
Ese ataque iraní –que respondía a un bombardeo israelí contra el consulado de Irán en Damasco en el que murieron varios miembros de la Guardia Revolucionaria– fue repelido y no causó graves daños materiales ni víctimas mortales gracias a la intervención de Estados Unidos y el apoyo de otros países de la región en una alianza militar informal creada por Washington en la sombra. Pocos detalles se conocen sobre cómo se coordinó esa alianza, que actuó por primera vez el 13 de abril para defender a Israel. El periódico The Wall Street Journal explicó en ese momento que llevaba décadas fraguándose y respondía al deseo de EEUU de ver una mayor cooperación entre Israel y sus aliados árabes suníes (Jordania, Egipto, Arabia Saudí y otros del Golfo Pérsico) frente al régimen chií de Irán.
Hiltermann afirma que “Israel puede tener buenas defensas aéreas, pero no está realmente preparado a un ataque masivo, por ello necesita el apoyo de EEUU” y que “incluso en abril nueve misiles atravesaron” los sistemas defensivos, causando algunos daños en una base militar israelí y heridas a una niña.
Países como la vecina Jordania abrieron su espacio aéreo o pasaron información de sus sistemas de radar para que las fuerzas israelíes y estadounidenses pudieran destruir o derribar los misiles y drones antes de que alcanzaran su objetivo. El Comando Central del Ejército de EEUU (Centcom), que actúa en la zona de Oriente Medio y Asia, dijo que había destruido 80 drones iraníes y al menos seis misiles balísticos. Desde 2021, Israel forma parte del área de influencia del Centcom y, el año anterior, firmó los llamados acuerdos de Abraham con varios países árabes. Esto también ha mejorado la cooperación en todos los ámbitos, incluido el de seguridad y defensa.
Otros sistemas defensivos
Además de la cúpula de hierro, Israel cuenta con otro sistema llamado ‘honda de David’ diseñado para cohetes de mayor medida y misiles de corto alcance. Al igual que el otro sistema, fue desarrollado en colaboración con EEUU, y está operativo desde 2017, según el Ministerio de Defensa. Ambos han sido fabricados por la empresa israelí Rafael Advanced Defense Systems.
Los dos sistemas que ofrecen más cobertura, aunque trabajan mucho menos que los dos más pequeños son Flecha 2 y Flecha 3. Están diseñados para interceptar misiles balísticos disparados desde miles de kilómetros de distancia: Flecha 3 llega hasta 2.000 kilómetros, esto es, su radio de acción incluye Irán. El número 2 está optimizado para destruir misiles en la atmósfera de la Tierra, mientras que el número 3 puede alcanzarlos cuando vuelan a más altura, en el espacio, según la agencia de noticias Reuters. El programa para desarrollar el sistema de defensa Flecha dio comienzo en 1986, un año después de que Israel y EEUU firmaran un memorándum de entendimiento para el desarrollo de un sistema antimisiles de largo alcance. Hasta 1998, el Ejército israelí no recibió el primer sistema Flecha 2 y, hasta 2017, el primero del 3, que puede alcanzar de forma más precisa los misiles balísticos, a más altura y a mayor distancia, tal y como explica el Ministerio de Defensa en su web.
La duda de los expertos es si los sistemas de defensa de Israel podrían hacer frente a un ataque de mayor envergadura que el del pasado abril, incluso contando con la ayuda de EEUU y otros socios en la región, sobre todo si a ese ataque se suma Hizbulá desde Líbano y los rebeldes hutíes de Yemen, que han lanzado varios ataques con drones contra Israel desde el mar Rojo –en julio lograron alcanzar Tel Aviv con un avión no tripulado, que estalló y mató a un hombre en la ciudad–. En aquel momento, el Ejército israelí achacó a “un error humano” el hecho de que los sistemas de defensa aérea no interceptaran el dron explosivo.
Precisamente, los drones pueden penetrar las defensas porque vuelan bajo y pasan desapercibidos en los radares, e Hizbulá los ha empleado ampliamente en los últimos meses, en los que ha estado enfrentándose al Ejército israelí casi a diario con varios tipos de armamento.
Los israelíes están acostumbrados a las sirenas que alertan cuando hay un bombardeo, que llevan sonando desde octubre de forma casi ininterrumpida en las zonas del norte cercanas a Líbano y en las del sur próximas a la Franja de Gaza.