David Cantero (MSF): “Todo el mundo tiene alguien que ha muerto”
Cuando hace menos de un año un busto de Anat, diosa de la guerra y la fertilidad cananea, apareció en un campo de Gaza nadie se extrañó. En la franja –dos millones y medio de personas en 45 kilómetros de largo por diez de ancho– se construyeron viviendas sobre yacimientos milenarios; se usa cada rincón. Mohamed, por ejemplo, plantaba lechugas en su bañera, los grafiteros usaban las casas bombardeadas para pintar coloridas ventanas. Los niños volaban las cometas junto al mar mientras sus padres tomaban té de salvia. Raúl Incertis, anestesista español de la organización humanitaria Médicos sin Fronteras que, atrapado en la franja durante semanas definió la situación como “terrible” ha logrado salir a Egipto junto a sus veinte compañeros. La pregunta ahora es por qué. ¿Por qué el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, arrasa cueste las vidas que cueste? ¿Por qué Hamás, tras asesinar a 1.300 personas, mantiene secuestradas a 200 israelíes bajo los túneles? Desde Jerusalén, el coordinador general de Médicos sin Fronteras para los territorios palestinos ocupados, David Cantero, analiza la situación: “Todo el mundo tiene alguien que ha muerto, todo el mundo está atravesado por lo que pasa. ¿Cómo se puede olvidar esto?”
¿Cómo es Gaza?
Gaza es una jaula humana. Antes entraba y salía personal humanitario también a Israel, personas de negocios, los gazatíes que salen a trabajar diariamente o semanalmente. Pero ahora los israelíes están deteniendo a los trabajadores de Gaza que están atrapados en Cisjordania y que no pueden volver por miles.
¿Cómo es eso?
Desde el 7 de octubre han detenido a miles de palestinos. Se dice que han doblado el número de palestinos en las cárceles de Israel. Si son de Gaza sospechan que son de Hamás y los detienen.
¿Por qué Hamas hizo lo que hizo sabiendo que la respuesta de Netanyahu iba a ser brutal?
Pusimos un anuncio para contratar una persona para la limpieza de la sede en Gaza y se presentaron 800 personas, muchos eran enfermeros y personal muy cualificado, pero querían ese puesto para limpiar. En Gaza entre el 70% y el 80% de la gente vive bajo el umbral de pobreza y recibe dinero de una organización humanitaria. La gente que trabaja en los hospitales para la Autoridad Palestina cobra solo el 60% de su sueldo y llevan dos meses sin cobrar. La tasa de desempleo de jóvenes es del 70%.
¿Tiene algún sentido la respuesta de Netanyahu?
Los ataques quirúrgicos son imposibles. Esto es una de las zonas más densamente pobladas del mundo. Los ataques solo generan más odio y más fanatismo. ¿Quién va a salir inmune de esto?
¿Cómo es la vida de una familia gazatí tipo? ¿Cómo vive uno de tus compañeros de allí?
Quizá tiene un hermano que habrá estudiado otra cosa, dos hermanas que quizá hayan estudiado, pero las mayores se han quedado en casa para ayudar a su madre. Su abuelo puede ser un refugiado del 48 o del 67. Su padre ha luchado en alguna de esas guerras. Su hermano mayor o él mismo salió a tirar piedras en la gran marcha del retorno 2014 y los israelíes le reventaron la tibia; puede haber sufrido cinco operaciones en los últimos tres años, y una ONG le da apoyo en salud mental. El siguiente hermano murió en una guerra y es un mártir, él tiene el póster de su hermano con la bandera porque para él es un modelo a seguir, y quizá quiere parecerse a él porque no hay trabajo y la situación es desesperada. Añadimos dos hermanos más que fueron capturados por los israelíes. Uno lleva 20 años dentro de la cárcel y el otro, que ha salido, está psicológicamente tocado. Mira: un chaval que nació en el año 1999 ha sufrido cinco guerras y no ha salido jamás de Gaza.
¿Cómo se cura el trauma de tanta violencia? ¿Se cura?
Estábamos haciendo un programa de salud mental con los amputados de la gran marcha del retorno. La salud mental en Palestina la necesita toda la población. Tenemos que tratar a 2,2 millones de personas. ¿Por dónde empiezas? ¿Padres que han perdido a los hijos? ¿Se cura con eso? La gente dice que ayuda a seguir. Hicimos un estudio y probaron que era efectivo. ¿Cura? En Gaza se necesitan camiones de ayuda humanitaria, equipos de psicólogos, payasos y gente que trabaje la salud mental en masa; hay cuatro generaciones afectadas por sucesivos traumas.
¿Cómo ve a la gente en Israel? ¿Cómo está afectando a la gente de a pie, a su población?
En Israel la gente ha perdido a sus familiares. La gente necesita el apoyo. Sí, por supuesto. Pero no conozco a mucha gente, solo he intercambiado algunos mensajes con una mujer israelí que es increíble para saber si se encontraba bien. Me ha dicho: 'mi marido ha sido llamado a filas y no puedo dejar a la niña con nadie porque Hamás ha degollado a mi nani'.
¿Qué ocurre en Cisjordania?
En estas dos semanas más de 500 personas de 13 comunidades palestinas han dejado sus casas y sus tierras, han cogido lo que han podido y se han marchado con una mano por delante y otra por detrás porque no pueden más. Cuando los palestinos se van ya no hay vuelta atrás; Israel anexiona esa tierra y se acabó. Nadie vuelve sobre ella. Esa es la guerra de baja intensidad.
¿Por qué se van los dueños de las casas y las tierras? ¿Cómo consiguen que se vayan?
Pues haciendo de su vida un infierno. La violencia de los colonos es gravísima. El año 2023 ya batió el récord de ataques de colonos a la población palestina. Tienen permisos de armas, el apoyo de las fuerzas de seguridad.
¿Qué es lo que ahora está pasando con los colonos?
Ahora todo el mundo mira a Gaza y lo que está pasando en Cisjordania en comunidades del norte en Ramala o en el sur de Hebrón como Masaffer Yatta: unas 500 personas palestinas han dejado sus tierras y casas. Les han ganado la batalla. Los israelíes lo anexionan; el tiempo está de su parte. Y van a ganar. Si hoy son 13 comunidades en dos semanas es un récord.
¿Qué ha pasado en Hebrón ahora?
Lo de Hebrón es brutal. Antes el mercado siempre estaba abierto excepto cuando había enfrentamientos. Ahora ese mercado está cerrado. Algunos soldados israelíes que han estado allí se han quedado tan tocados psicológicamente que han montado una organización de derechos humanos.
¿Cómo transformar esto en algo para construir lo humano? ¿Qué aprender de todo esto?
Vaya. Uno no fracasa si se levanta.
En el teléfono de Cantero suena un pitido que anuncia cohetes de Hamás, y el sonido cesa. Pido que me mande su localización por WhatsApp. Clico y veo a Palestina e Israel, también Gaza: dividido cada frente en mil pedazos, recuerdan casillas de un complejo ajedrez. Quien juega debe mirar desde muy alto, porque no ve que las fichas que hay abajo –¿de verdad no lo ve?– son personas.
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