Portugal vuelve a amanecer entre llamas. Este martes las autoridades portuguesas han informado de que ayer se registraron 148 incendios, lo que supone un descenso del número registrado en los últimos días, que había sido superior a 200 focos. La cifra de heridos desde el miércoles en relación con estos sucesos ascienden a 55, cuatro de ellos de gravedad, según los números de Protección Civil recogidos por el diario luso Público.
Portugal pidió ayuda la semana pasada para combatir las llamas a través del mecanismo europeo de protección civil. Más de 1.200 bomberos, algunos procedentes de España, trabajan en la extinción de dos grandes incendios forestales en la región Centro de Portugal, ambos en el distrito de Castelo Branco, fronterizo con Castilla y León y Extremadura.
De los 148 focos registrados por las autoridades portuguesas, los distritos más afectados fueron Puerto (47), Braga (14) y Viseu (14). La causante de las llamas es en la mayoría de los casos la acción humana. La portavoz de la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC), Patrícia Gaspar, apuntó el domingo que “el 90% de los incendios” registrados el día anterior “tienen intervención humana, sea de forma intencional o negligente”, por lo que reiteró la petición de no realizar fogatas en territorio rural.
El incendio más importante en la actualidad es el que se desató la tarde del pasado día 13 en la comarca de Vila de Rei, donde 903 bomberos, 248 vehículos terrestres y 5 medios aéreos trabajan para la extinción de las llamas, según la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC) lusa.
En este operativo se concentran todos los medios enviados por España: una dotación de la Unidad Militar de Emergencias, el equipo de bomberos ERICAM de la Comunidad de Madrid y tres aviones procedentes de Castilla y León y Castilla-La Mancha.
La portavoz de la ANPC, Patrícia Gaspar, confirmó hoy a EFE que, debido a la proximidad de las llamas del incendio de Vila de Rei con algunas viviendas, once personas tuvieron que ser desalojadas en las últimas horas. Se trata de viviendas muy dispersas por la zona boscosa afectada, poblada, sobre todo, de pino y eucalipto.
Según explicó hoy a EFE el comandante de los bomberos de Vila de Rei, Joao Ferras, las personas de los pueblos evacuados ayer (Penedo, Quinta das Laranjeiras, Fonte Boa y Ribeiros) ya pudieron regresar a sus hogares.
El segundo incendio activo en Portugal de grandes dimensiones afecta a la Sierra de la Gardunha, una zona de gran valor ambiental cercana a las provincias de Salamanca y Cáceres y ubicada en la comarca de Fundao. Según Gaspar, en este fuego trabajan 350 bomberos, 102 medios terrestres y 3 aviones.
Siete personas tuvieron que ser evacuadas debido a la proximidad de las llamas a sus viviendas y permanece cortada al tráfico la carretera nacional N-18, entre las poblaciones de Castelo Novo y Alcaide. Un vecino resultó ayer herido de gravedad con quemaduras severas, por lo que fue trasladado al hospital de Coimbra.
Además, cuatro bomberos de Fundao sufrieron la pasada noche heridas leves tras volcar el camión con el que trabajaban para atajar las llamas, por lo que fueron evacuados al hospital de la ciudad de Covilha.
Según la ANPC, las previsiones meteorológicas para las próximas horas no son favorables, ya que se prevén temperaturas máximas de hasta 40 grados centígrados en el interior del país y en algunas zonas las mínimas superarán los 20 grados. No obstante, Patrícia Gaspar afirmó que el día comenzó con señales “más positivas” que en los últimos días.
De las carreteras que el lunes estuvieron cerradas, sólo la Carretera Nacional (EN) 18, junto a la zona que arde en la comarca de Fundao, se encuentra encerrada.