Al menos 45 muertos por un nuevo ataque israelí contra un campamento de desplazados en Rafah
Al menos 45 personas han sido asesinadas en un nuevo ataque israelí contra un campo de desplazados en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, según han informado los servicios palestinos de Sanidad y de emergencia. La matanza se produce solo tres días después que la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el máximo tribunal de la ONU, ordenara el fin de la ofensiva militar del Ejército hebreo en esa ciudad del extremo sur de la Franja de Gaza ante el riesgo de genocidio.
Según un comunicado del Ministerio de Sanidad palestino, al menos 45 palestinos han fallecido hasta el momento, incluidos 23 niños y mujeres, y 249 están heridos por el bombardeo que Israel efectuó anoche. Imágenes difundidas en las redes sociales palestinas muestran un gran incendio provocado por el ataque aéreo sobre las tiendas de campaña provisionales en el área de Tal al Sultan. Muchas víctimas habrían muerto asfixiadas por el humo y calcinadas.
El bombardeo tuvo lugar en ese barrio al oeste de Rafah, donde miles de personas se refugiaban tras huir de las zonas orientales de la localidad, debido a la ofensiva terrestre de las Fuerzas de Defensa de Israel, que se ha extendido más allá del este de Rafah. “Nunca antes en la historia se había empleado un número tan grande de herramientas de matanza en masa frente al mundo como está sucediendo ahora en Gaza, donde la población se ve privada de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible, aplastando la infraestructura y destruyendo todas las instituciones”, denunció en un comunicado el Ministerio de Sanidad gazatí. Desde principios de mayo, casi un millón de personas han huido de la violencia, la mayoría a las playas de Al Mawasi, donde se encuentran hacinadas y sin servicios de saneamiento o agua potable.
El comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, ha alertado este lunes de que “está completamente claro que no hay ningún lugar seguro en Gaza”. Lazzarini ha recordado que en el enclave palestino hay un “gran número de personas desplazadas” a las que se les ha pedido “repetidamente” que se marchen, después de ya haberse visto desplazadas de otros lugares. El barrio de Tal al Sultan era considerada una “zona segura”, ya que el Ejército israelí aún no había ordenado evacuarla en el marco de la operación militar que lleva a cabo en Rafah desde el pasado 6 de mayo, y por la que sí ha llamado a vaciar áreas del este y centro de la ciudad.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha afirmado este lunes que la muerte de civiles en el ataque es un “trágico percance” y asegura que el Ejército está investigando el caso. “Para nosotros, cada daño a civiles no involucrados es una tragedia”, ha dicho Netanyahu en una audiencia en la Knéset (Parlamento israelí) con familias de rehenes sobre la guerra en la Franja, que suma más de 36.000 muertos, más del 70 % civiles.
Tras este ataque, el Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, dependiente de la Casa Blanca, ha advertido a Israel que debe tomar “todas las precauciones posibles para proteger a civiles”. EEUU ha reiterado que “Israel tiene derecho a perseguir a Hamás” y que “entiende” que en ataque han muerto dos terroristas “de alto rango” de Hamás. Pese a ello, el Consejo ha dicho que el Estado judío debe actuar con cautela para no arriesgar la vida de civiles y ha calificado las imágenes de la tragedia como “devastadoras” y “desgarradoras”.
En una rueda de prensa, un portavoz de Sanidad informó anoche de que más de diez centros de desplazados, incluido uno próximo a la agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en el que se produjo esta última masacre, fueron atacados en las últimas 24 horas en Yabalia y la Ciudad de Gaza, en el norte del enclave, Nusseirat (centro) y Rafah. “Estos centros alojan a decenas de miles de civiles desplazados, especialmente mujeres y niños”, denunció. En un comunicado emitido este lunes, el Ministerio ha informado de que 66 personas han fallecido en las pasadas 24 horas y casi 400 han resultado heridas en toda la Franja. De esta forma, las víctimas mortales de la ofensiva israelí en Gaza superan ya las 36.000 desde el pasado 7 de octubre.
Por su parte, la Media Luna Roja Palestina señaló anoche en la red social X que sus equipos de ambulancias transportaban a un gran número de víctimas a la clínica de Tal al Sultán y a los hospitales de campaña cerca de la costa en Rafah, donde apenas quedan centros médicos operativos. También ha recordado que “el lugar fue señalado por la ocupación israelí como zona humanitaria y se obligó a los ciudadanos a desplazarse allí”.
Por su parte, el Ejército israelí confirmó el ataque de su aviación en la zona de Tal al Sultan, “basado en inteligencia precisa” y dirigido contra dos altos cargos del grupo islamista Hamás, el comandante de su división para Cisjordania, Yassin Rabia; y otro alto mando de esa misma división, Khaled Nagar. Esa división “es responsable de la planificación, financiación y ejecución de ataques terroristas en toda Judea y Samaria [la Cisjordania ocupada] y dentro de Israel”, indicó un comunicado castrense.
Horas después, en otro comunicado, el Ejército informó de que lo sucedido será investigado, al mismo tiempo que aseguró que habían sido tomadas “una serie de medidas para reducir el riesgo de dañar a civiles no involucrados durante el ataque” de anoche. También destacó que “el accidente no ha tenido lugar en el área de Al Mawasi”, hacia la que Israel ha ordenado a los palestinos que se dirijan para ponerse a salvo.
La organización Médicos Sin Fronteras, que cuenta con un centro de estabilización de heridos en Tal al Sultán, ha informado este lunes de que ayer recibieron “un enorme número de heridos. En total, 180 personas, 28 de las cuales llegaron ya muertas”. “Tras estabilizar a los pacientes, nuestro equipo derivó a los supervivientes a los pocos hospitales que continúan en funcionamiento en la ciudad de Rafah”, ha explicado en X Martina Marchio, coordinadora médica de MSF en Gaza.
Mientras, Paulo Milanesio, coordinador de emergencias de MSF en Gaza, ha afirmado en un vídeo que la de ayer fue una “jornada sangrienta” por los bombardeos israelíes contra Rafah y el ataque contra los desplazados. “Es una situación aterradora, desgarradora, que no hace más que demostrar que no hay ningún lugar seguro en Gaza”, ha denunciado.
El sangriento ataque en Rafah tuvo lugar horas después de Hamás lanzase ocho cohetes contra Tel Aviv, en un ataque que no causó heridos ni grandes daños.
En Cisjordania, cientos de palestinos han salido a las calles en diversas ciudades, incluido en puntos calientes como Yenín o Tulkarem, en protesta por la última masacre en Gaza.
Este lunes, la organización islamista Hamás ha emitido un comunicado en el que llama a la población palestina a “escalar las actividades públicas de rabia y presión para parar la agresión y la guerra genocida” tras el bombardeo de Rafah, según EFE. “Llamamos a nuestra gente en Cisjordania, Jerusalén, el interior ocupado y el exterior a alzarse y llevar a cabo marchas de rabia contra la masacre sionista contra nuestra gente en la Franja de Gaza”.
Días después de la orden de la CIJ
De la misma forma, Hamás ha pedido a los países denunciar la guerra y reclamar el cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas, especialmente la orden de la CIJ para que Israel detenga de forma “inmediata” la ofensiva en Rafah, emitida tan sólo dos días antes por el máximo tribunal de la ONU.
El pasado viernes, la corte con sede en La Haya ordenó a Israel detener “inmediatamente” la ofensiva en Rafah, después de que Sudáfrica solicitara hace dos semanas que la corte dictara medidas cautelares urgentes ante el ataque israelí contra esa localidad, que dio comienzo el 6 de mayo y ha provocado desde entonces el desplazamiento de unos 800.000 palestinos que se habían refugiado en el extremo sur de Gaza.
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