“Son hombres de otra época”: pelea política en Francia por la ampliación de la reproducción asistida a mujeres solteras y lesbianas
El Senado francés, de mayoría conservadora, ha votado este jueves en contra de extender la reproducción asistida a mujeres solteras y lesbianas y de la congelación de óvulos sin justificación médica. Eran los dos artículos estrella del proyecto de ley de bioética impulsado por el Gobierno de Emmanuel Macron en 2018 y aprobado por la Asamblea Nacional, de mayoría liberal, en julio del año pasado.
Sin embargo, el Gobierno quiere salvar su propuesta y podría volver a introducir los artículos mencionados ante la Asamblea Nacional. “El gobierno francés está determinado concretar esta medida de igualdad”, declaró Elisabeth Moreno, ministra delegada de Igualdad entre mujeres y hombres, Diversidad e Igualdad de oportunidades. Moreno considera el acceso a la reproducción asistida para todas las mujeres “una cuestión de justicia social”. Según el proceso legislativo francés, si ambas cámaras no logran llegar a un acuerdo, el presidente puede pedir a la Asamblea Nacional que se pronuncie de manera definitva sobre el asunto, una situación que solo se ha dado aproximadamente en el 10% de las leyes.
Actualmente, la reproducción asistida en Francia es accesible únicamente a parejas formadas por “un hombre y una mujer” y cuyo propósito sea el de “remediar la infertilidad” o “prevenir al niño de una enfermedad grave”, según el Código de Sanidad Pública. Según el artículo primero del borrador de la nueva ley de bioética, la reproducción asistida responde a un “proyecto parental” entendido como “cualquier pareja formada por un hombre y una mujer o por dos mujeres o cualquier mujer que no esté casada”. Pretende, así, eliminar “cualquier diferencia de trato en lo que respecta al estado civil u orientación sexual”. El borrador también propone financiar la reproducción asistida para solteras y lesbianas a través del sistema público, como ocurre en España desde el 2018, después de cuatro años de bloqueo por una orden ministerial del PP en 2014.
Como consecuencia, muchas mujeres buscan alternativas fuera de Francia. “Se van al extranjero, sobre todo a España y Bélgica por cercanía, pero es una opción compleja, psicológicamente difícil y no todas tienen los medios para hacerlo”, explica Silvia Casalino, codirectora de la asociación EL*C en defensa de los derechos de las mujeres lesbianas. En 2017, entre 2.000 y 3.000 mujeres francesas recurrieron a la reproducción asistida en países vecinos, según detalló el Comité Consultivo Nacional de Ética (CCNE). Para Casalino, la supresión de este artículo demuestra que “la mayoría de senadores no conciben que una mujer sea independiente” y “ralentiza la aprobación de este derecho fundamental”.
Caroline Mécary, abogada y miembro del Consejo Nacional de Abogados, cree que “Francia está muy atrasada en cuestiones de bioética” y que la sociedad francesa está preparada para avanzar en esta materia. “Los sondeos lo demuestran” detalla a este diario, “estamos en la cola de Europa, donde muchos países permiten la reproducción asistida a mujeres sin pareja y lesbianas, pero el Senado está lleno de hombres conservadores que rozan los 70, son de otra época, paternalistas y con una concepción religiosa de la sociedad”.
En el continente, diez países autorizan la reproducción asistida a cualquier mujer, mientras que otros siete sólo permiten esta técnica a mujeres solteras. Por contra, Francia, Alemania e Italia forman parte de los nueve que no permiten la reproducción asistida a mujeres sin pareja ni a lesbianas, tal y como detalla European Data Journalism Network.
A pesar de que este artículo vuelva a introducirse en la Asamblea Nacional, para algunos partidarios continúa presentando limitaciones, “celebramos que el gobierno luche por este derecho fundamental”, explica Nicolas Faget, portavoz de la Asociación de Padres y Futuros Padres Gays y Lesbianas (APGL), “lamentamos que no sea accesible a todas las personas en capacidad de reproducirse, como por ejemplo los transexuales”. En España, por ejemplo, la propuesta de Ley Trans que prepara el Gobierno contempla que aquellas que tengan “capacidad de gestar” puedan recurrir a la reproducción asistida.
En el otro extremo, organizaciones conservadoras como Manif Pour Tous opinan que esta propuesta “priva a cualquier niño del derecho a un padre”, tal y como explica su vicepresidente Albéric Dumont. “Suprime completamente cualquier forma de paternidad y da lugar a una filiación competente ficticia, administrativa y desconectada de la realidad”, concluye Dumont. Esta asociación, que pide la reescritura total del proyecto de ley, lleva días movilizándose por todo el territorio. Coincidiendo con el debate de esta semana, instalaron varios bebés gigantes hinchables delante del Senado para reivindicar su rechazo. Los muñecos exhiben un código de barras en el pecho y eslóganes como: “Mamá, ¿podemos fabricar a un papá también?”.
Congelar óvulos sin razón médica
El segundo pilar del proyecto de ley de bioética es la autoconservación de óvulos sin razón médica, un artículo que el Senado también ha eliminado justificando que “promueve la presión social sobre las mujeres jóvenes para retrasar su maternidad”. En el derecho actual francés, las mujeres solo pueden congelar sus ovocitos, célula femenina que da lugar a los óvulos, en caso de donación o de enfermedad. “La autoconservación implica que una mujer pueda congelar sus ovocitos sin justificación médica, como en España”, detalla Caroline Mécary, quien espera que este artículo se restablezca de nuevo en la Asamblea. “Cualquier mujer debería tener esta libertad de elección, tener hijos en las condiciones que quieran y tener acceso a óvulos de buena calidad, si lo desean”, concluye.
Nuevas formas de filiación para madres lesbianas
El artículo 4 del proyecto permitirá, por primera vez, la filiación de un hijo “concebido a través de la reproducción asistida a una pareja de mujeres”. Una medida que cuenta con el consenso del Senado y la Asamblea, pero que algunas organizaciones consideran discriminatorio, puesto que se indica en el acta de nacimiento el modo de concepción del bebé. “Hay una diferencia de trato para estos niños, pues va en función de la orientación sexual de sus padres”, critica la abogada Caroline Mécary. Una opinión compartida por la Asociación de Padres y Futuros Padres Gays y Lesbianas, que piden “un derecho común, donde se pueda establecer la filiación del mismo modo que las parejas heterosexuales, independientemente de si se ha recurrido a la reproducción asistida”.
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