La Guardia Costera de Estados Unidos confirmó en la madrugada de este miércoles que ha detectado “sonidos” en la zona donde se busca un sumergible turístico desaparecido con cinco tripulantes a bordo que iban a ver los restos del Titanic.
“Una aeronave canadiense P-3 detectó sonidos submarinos en la zona de búsqueda”, dijo en Twitter la oficina, aunque aclaró que de momento no se han encontrado rastros del vehículo.
No obstante, la Guardia Costera aseguró que la información será utilizada para organizar futuros planes de búsqueda.
El mensaje llega poco después de que medios como Rolling Stone o la cadena CNN aseguraran que las autoridades habían detectado sonidos de golpes en intervalos de 30 minutos.
Un portavoz de la Marina de EEUU dijo que el mando militar está enviando expertos en la materia y un sistema de salvamento para ayudar en la misión de rescate del submarino comercial. El sistema tiene la capacidad de levantar y recuperar objetos sumergibles grandes, voluminosos y pesados, como el sumergible.
El contralmirante John Mauger, de la Guardia Costera estadounidense, ha declarado a CBS News que se desconoce el origen del ruido captado por sonoboyas y ha explicado que hay muchos objetos metálicos en el lugar del naufragio del Titanic que pueden ser de donde proceden, por lo que están trabajando con expertos de la Marina para analizarlos. Ha insistido en que la operación de búsqueda sigue siendo compleja.
En otra entrevista con la BBC, Mauger ha dicho que el equipo de búsqueda está operando bajo la suposición de que al sumergible le quedan unas 20 horas de oxígeno, aunque ha matizado que es difícil predecirlo con exactitud debido a diversos factores, uno de ellos es que no se conoce “la tasa de consumo de oxígeno por ocupante en el submarino”.
The search and rescue team looking for the missing submersible near the Titanic wreckage is launching “additional vessels,” after detecting underwater noise, says Rear Admiral John Mauger of the U.S. Coast Guard.
— CBS Mornings (@CBSMornings) June 21, 2023
He says they are bringing “every resource to bear.” pic.twitter.com/ufTCezortz
La Guardia Costera de EEUU inició el lunes una extensa operación de búsqueda con ayuda de Canadá para localizar el aparato. Tanto la Guardia Costera como la Real Fuerza Aérea Canadiense están desplegando más aviones y embarcaciones para ayudar en la búsqueda. La empresa OceanGate Expeditions, que opera el sumergible, reportó el domingo a las autoridades la desaparición del artefacto con cinco personas a bordo: el piloto y cuatro pasajeros.
Según medios británicos, los cinco integrantes de la tripulación son el empresario paquistaní Shahzada Dawood, su hijo Suleman, el explorador británico Hamish Harding, el explorador francés Paul-Henry Nargeolet y el consejero delegado de OceanGate, Stockton Rush.
Algunos expertos han sugerido que el hecho de que una sonoboya relativamente cercana a la superficie del mar captara los ruidos podría significar que el sumergible no está demasiado profundo. También afirman que es difícil determinar de qué ruidos se trata. La BBC ha hablado con Frank Owen, del Instituto de Submarinos de Australia, que confía en que, según la información disponible, los sonidos procedan del interior de la nave. El experto ha especulado especula con que, “si hubo un intervalo de 30 minutos”, los ruidos “huelen a consejo” de uno de los hombres a bordo, Nargeolet, de 77 años, que fue buzo de la Armada francesa. “Él puede conocer el protocolo para intentar alertar a las fuerzas de búsqueda...a en punto y a y media se golpea fuertemente durante tres minutos”.
Según la BBC, en anteriores búsquedas marítimas –como la del submarino ruso Kursk en 2000– también se oyeron ruidos submarinos que no dieron resultado.
OceanGate fue advertida en 2018 de los riesgos que corría la empresa por su “enfoque experimental”, que podría tener consecuencias desde “menores a catastróficas” para la industria, según el diario The New York Times, que tuvo acceso a una carta entregada por representantes del sector a Rush. En su página web, la compañía ofrece viajes de ocho días y siete noches para visitar los restos del Titanic, con un precio aproximado de 250.000 dólares.