La ministra de Administración Interna de Portugal, Constança Urbano de Sousa, ha presentado formalmente su dimisión, tras las críticas a su gestión de los incendios de este verano, decisión que el jefe del Gobierno, António Costa ha aceptado.
El propio Costa ha anunciado en un comunicado que la ministra le planteó su dimisión “en unos términos” que no puede rechazar.
Urbano de Sousa estaba en el punto de mira por los errores de su gestión de los incendios declarados en Portugal desde su llegada al cargo. La gestión del ministerio en el incendio de Pedrógão Grande, que dejó 64 muertos y más de 250 heridos, y la oleada de incendios que se inició este domingo y que ha dejado al menos 41 fallecidos, han obligado a Urbano de Sousa a presentar su dimisión.
Tras los incendios de Pedrógão Grande, declarados el pasado 17 de junio, diversos estudios preliminares apuntaron fallos en la gestión del incendio, principalmente en la coordinación de las autoridades, que incluso llegaron a trabajar en un escenario caótico.
Los análisis sobre lo sucedido culminaron en un informe independiente presentado la semana pasada en el Parlamento en el que se confirmaban graves errores de gestión.
Cuando empezó a conocerse el balance del víctimas mortales a causa de la oleada de incendios que ha afectado al centro y el norte del país, la ministra aseguraba que no tenía pensado dimitir. “No es momento para la dimisión, es momento para la acción. Dimitir sería lo más fácil”.
El primer ministro portugués ha apoyado la gestión de Urbano de Sousa, tanto en los incendios de Pedrógão Grande como en los de esta semana, hasta el momento de su dimisión. “Por supuesto (que confío). Si no, ella no estaría aquí”, aseguraba Costa el pasado lunes.
Con su salida de la Administración Interna, Urbano de Sousa se ha convertido en la primera víctima política de una oleada de incendios que se ha saldado con más de 100 muertos en tan solo cuatro meses.