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La diputada de Vox que cruzó la línea de las falanges neonazis polacas

Captura del vídeo difundido por la diputada de Vox
13 de agosto de 2020 16:46 h

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La diputada de Vox Rocío de Meer ha compartido un vídeo en sus redes sociales de una joven polaca realizando un discurso contra la inmigración en el que enarbolaba como armas para confrontarla la sagrada fe cristiana y el nacionalismo. El texto del mensaje de la diputada que acompañaba al vídeo decía lo siguiente: “'Polonia no alimentará extranjeros mientras nuestros hijos pasan hambre”. Hay una Europa fiel a sus raíces. Que no se arrodilla ante la dictadura progre. En la cooperación de esas naciones libres y soberanas creemos. Sin que nadie venga a imponernos delirios ideológicos“.

La vinculación de VOX con el partido Ley y Justicia que gobierna en Polonia es muy estrecha, y fue precisamente la que le llevó a entrar en grupo de los Conservadores y Reformistas en el Parlamento Europeo. Se encuentran muy cercanos a las posiciones ultracatólicas de la extrema derecha del grupo del Visegrado. Pero el vídeo de Rocío de Meer es un paso más en la radicalización de VOX. El deseo de colaboración de la diputada con ese discurso hace necesario contextualizar con quién desea establecer lazos la formación de extrema derecha española. 

VÍDEO | El vídeo de una organización neonazi polaca difundido por una diputada de Vox

Al comienzo del vídeo compartido una bandera verde ondea junto a la joven. En un momento furtivo se pueden distinguir tres letras: YKA. Suficiente para identificar a la mujer que realiza el discurso como una miembro del National Radical Camp, Obóz Narodowo-Radykalny en polaco y con las siglas ONR. Las conocidas como falanges polacas. Una formación nacional-socialista derivada del partido que en los años 30 lideraba Bolesław Piasecki llamado ONR - Falanga y que tenía como base fundamental la creación de un estado totalitario católico que retirara los derechos civiles a la población judía. 

La mujer que aparece en el vídeo es Justyna Helcyk, dirigente de la brigada de Baja Silesia del ONR. En julio de 2016 se inició una investigación contra ella por incitar al odio cuando en una manifestación contra los musulmanes declaró: “Ellos [musulmanes] creen que las mujeres blancas no musulmanas deben ser violadas. La Europa blanca se encamina al colapso. ¡Estamos gobernados por imperialistas judíos y los recién llegados nos matarán a todos! ¡Vendrán por niños, ancianas y todos seremos decapitados! No permitiremos que el cadáver islámico destruya la nación polaca”.

El vídeo compartido por la diputada de VOX, que De Meer ha borrado unas horas después tras los muchos comentarios críticos que han ido surgiendo, es conocido desde hace tiempo en las redes neonazis. Se realizó en la plaza del Mercado de Wrocław en septiembre de 2015 y fue el que llevó a Justyna Helcyk a la fiscalía hasta el archivo de la causa. En esa misma plaza en otra manifestación del partido ONR se realizó un acto que acabó en condena para uno de los líderes de la formación. Pyotr Ribak prendió fuego a una figura de un judío ortodoxo. Aquel discurso en Wrocław convirtió a esta licenciada en química de 28 años en una musa para los neonazis de toda Europa. Así ha llegado al vídeo Rocío de Meer, a través de uno de los muchos canales que los neonazis españoles utilizan para mover su propaganda. En España ha sido difundido por el canal “Amanece Europa”, entre otros contenidos, además del vídeo de Justyna Helcyk ha compartido vídeos revisionistas del Holocausto de David Cole y Leuchter de una cuenta llamada “Hitler tenía razón”, discursos de Joseph Goebbels con el título “Los judíos detrás de los enemigos de la nación” o vídeos con los éxitos de Adolf Hitler. 

El partido ONR con el que Rocío de Meer siente necesidades de cooperación tiene vínculos soterrados que conviene mostrar. El ONR fue investigado por la Fiscalía polaca por celebrar el cumpleaños del nazi belga León Degrelle, político y oficial de las SS nazis dirigidas por Heinrich Himmler. Fue el fundador del Partido Rexista o Christus Rex, un movimiento político ultracatólico muy similar al fascismo italiano. Después de que Hitler accediese al poder en Alemania, el Partido Rexista se alió con él e incorporó el antisemitismo en su ideología. Degrelle combatió en la II Guerra Mundial junto a los nazis y tras la caída del Tercer Reich huyó a España, donde consiguió el apoyo del dictador Francisco Franco. Aunque fue condenado en Bélgica por traición y condenado a muerte, Franco rechazó las peticiones de extradición y le otorgó la nacionalidad española hasta que el oficial nazi murió en Málaga en 1994.

A principios de los 70, Degrelle fue uno de los impulsores del Círculo Español de Amigos de Europa (CEDADE), una de las organizaciones neonazis más importantes tras la Segunda Guerra Mundial encargada de la producción y difusión de propaganda nacionalsocialista y de textos negacionistas del Holocausto. Gracias a una denuncia de la superviviente de Auschwitz Violeta Friedman, Leon Degrelle fue condenado en 1991 por negar el Holocausto tras haber afirmado: “si hay tantos judíos ahora, resulta difícil creer que hayan salido tan vivos de los hornos crematorios”. Después de su muerte, se creó en nuestro país la Asociación Cultural Amigos de León Degrelle (ACALD), promovida por José Luis Pérez Riesco. La ACALD ha estado ligada al Partido por la Libertad (PxL), ahora integrado en VOX. El círculo desde el vídeo de Rocío de Meer y la ONR ser cierra al conocer que el entorno del SS nazi Leon Degrelle encontró acomodo en VOX: dos de sus familiares directos Jorge Luis de la Rosa Degrelle de Felipe José Antonio de la Rosa Degrelle fueron en las listas del partido de Santiago Abascal. La extrema derecha europea siempre encuentra puntos de anclaje comunes por muchas contradicciones que existan entre ellos. 

Se puede ser nazi en Polonia. A pesar de que la propaganda nacionalista polaca haya hecho famosa la bandera con el símbolo nazi y el comunista tachados que el día de la nación polaca suele desfilar por las calles de Varsovia, el neonazismo está muy integrado en los nacionalistas polacos a través del antisemitismo. La idea extendida de que Polonia no puede tener filias con el pensamiento nacional-socialista por haber sido una de sus mayores víctimas y haber sufrido la existencia de los peores campos de extermino no se asocia con la realidad histórica. Partidos polacos fascistas en los años 30 que tenían una relación estrecha con el nazismo existían muchos y con cierta importancia durante la Segunda República Polaca. No solo el ONR, sino también otros como el Młodzież Wszechpolska (All Polish Youth) o el Obóz Zjednoczenia Narodowego (Camp of National Unity) que llegaron a establecer las 13 tesis sobre la cuestión judía a imagen y semejanza de las Leyes de Nuremberg. Los intentos del nacionalismo polaco por mantener una posición muy cercana al antisemitismo pero eludiendo cualquier responsablidad en los actos de los nazis en suelo polaco se concretaron en la prohibición de legal de decir “campos de concentración polacos” y en la obligación de referirse a Auschwitz, Plaszow, Treblinka o Majdanek como “campos de concentación nazis en Polonia”.

El colaboracionismo de muchos nacionalistas polacos con el Tercer Reich tuvo su momento cumbre en unos hechos ocurridos en la pequeña localidad cercana a Varsovia llamada Jedbawne que el historiador polaco Jan Tomasz Gross destapó en un libro titulado Vecinos. El exterminio de la comunidad judía de Jedwabne. La investigación se centraba en el genocidio de mil judíos de la población polaca el 10 de julio de 1941 que hasta el año 2000 se daba por hecho que había sido realizado por las tropas nazis. La investigación de Gross destapó que la masacre fue llevada a cabo por los vecinos polacos católicos antes de que los nazis pusieran un pie en la aldea. Los propios ciudadanos polacos de Jedbawne reunieron a los judíos en una granja y los quemaron vivos en un granero para posteriormente quedarse con sus tierras. Tras la publicación del libro y una enconada polémica el entonces presidente Aleksander Kwasniewski reconoció en 2001 las responsabilidades polacas en el genocidio nazi. Algo que no fue aceptado por los nacionalistas y que tras su llegada al poder rectificaron con una ley censora. El 26 de enero de 2018 el Sejm, la Cámara Baja de Polonia, modificó la ley sobre el Instituto Nacional de Memoria – Comisión para la persecución de delitos contra la nación polaca (IPN) e incluyó un artículo que castigaba con hasta tres años de cárcel imputar a la nación crímenes relacionados con el nazismo. A la ley aprobada en el Parlamento polaco en 2018 y que penalizaba hablar públicamente de la responsabilidad de los polacos en los crímenes se le llamó Lex Gross. El historiador polaco acabó viviendo en Berlín. Todo empieza con un discurso como el que comparte Rocío de Meer. 

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