En 2016, la encuesta del Siena College Research Institute fue una de las pocas que predijo la victoria de Donald Trump en Florida y que podía ganar en Carolina del Norte, estados cruciales que le permitieron llegar a la Casa Blanca. En otoño de 2019, cuando no se sabía quién sería el candidato demócrata, mostró la victoria de Joe Biden contra Trump con un resultado muy parecido al que sucedió un año después. En las elecciones de medio mandato de 2022, volvió a ser considerada como una de las encuestadoras más acertadas.
Don Levy es el director del instituto demoscópico de esta universidad en el norte de Nueva York en el que trabaja desde hace 16 años y que ha expandido su alcance nacional. Ahora Siena hace las encuestas de referencia en asociación con el New York Times, C-SPAN, la cadena que retransmite todas las sesiones del Congreso, y varios medios locales.
Hablo con Levy cuando Siena y el New York Times acaban de publicar la primera encuesta sobre las elecciones presidenciales de noviembre de 2024 asumiendo que los candidatos serán Biden y Trump: muestra un empate al 43% en intención de voto. También han publicado otro sondeo entre republicanos sobre los caucus de Iowa, la primera votación, el próximo 15 de enero, para decidir el candidato del partido a la Casa Blanca. Una de mis preguntas es dónde están los votantes que pueden cambiar de opinión o no se han formado una, pero Levy me dice que casi no quedan de esos en Estados Unidos.
¿Cómo tenemos que mirar a estas primeras encuestas?
Le estás preguntando a un encuestador, así que te voy a decir que vale la pena tomarlas muy en serio. Mirando hacia atrás, en 2019, encuestamos en seis de los estados que eran campo de batalla para las elecciones de 2020. Fue en octubre y noviembre de 2019, cuando todavía la nominación demócrata no estaba cerrada. Preguntamos no sólo por Biden, sino también por Warren y Sanders contra Trump. Las encuestas de Biden contra Trump un año antes de las elecciones fueron extremadamente precisas. De hecho, en algunos casos más precisas que las encuestas que hicimos sólo dos semanas antes de las elecciones de 2020.
Así que creo que vale la pena echar un vistazo a estas encuestas especialmente en la política estadounidense en este momento, porque el electorado se ha arraigado profundamente en sus preferencias y de muchas maneras. Lo que para nosotros es difícil medir es el entusiasmo de los votantes. Sé que te interesa “el votante que se puede convencer”, pero realmente hay muy pocos en este momento en la política estadounidense. Es probable que la elección se decida más por el entusiasmo que se traduce en quién va a votar más que por quién podría cambiar de opinión o quién realmente no se ha decidido. Pensamos que teníamos dos candidatos en 2016 que eran completamente conocidos por todos los votantes, Hillary Clinton contra Donald Trump. Entonces creíamos que había como máximo un 18% de estadounidenses que se podían persuadir. Ese es un objetivo alto ahora. Entre esas personas están quienes dicen que no quieren ni a Biden ni a Trump: la cuestión es si realmente irán a votar, algunos las han etiquetado como “votantes que se tapan la nariz”.
Nuestra muestra nacional está empatada, 43% Biden, 43% Trump: es el estado de la partida en Estados Unidos ahora. La encuesta nacional es sólo la opinión pública, y las elecciones se reducirán a los mismos estados de las últimas dos elecciones, como Pensilvania, Wisconsin, Michigan, Nevada y Arizona. No creo que Florida sea ya un campo de batalla, y sí lo es Georgia, donde se decidirán las elecciones.
La de 2024 va a ser una elección muy reñida en múltiples niveles como nunca antes hemos experimentado en Estados Unidos.
¿Las elecciones van a estar más ajustadas que en 2020?
El cálculo de los estrategas políticos encargados de las campañas también pasa por los intentos de disuadir a algunos votantes de participar.
Los encuestadores podemos llamar a la gente y tratar de determinar a quién prefieren y con qué grado de entusiasmo. Esto es lo que hay. Pero es muy difícil reflejar el efecto de intentos de disuadir a algunos votantes de presentarse y de lo fácil que sea votar. En algunos estados es muy fácil votar: no hay largas colas y puedes votar por correo o de manera anticipada. En otros estados no es tan fácil votar. Así que esos problemas también entrarán en juego. Tampoco hemos visto una elección en la que parece que uno de los candidatos estará procesado bajo múltiples acusaciones durante todo el ciclo electoral. Incluso si dejas eso de lado, ambos candidatos son muy conscientes de que cada voto importará, de que contar cada voto para ti va a importar. Va a ser una elección muy reñida en múltiples niveles como nunca antes hemos experimentado en Estados Unidos.
¿Los procesamientos de Trump están teniendo algún efecto entre sus partidarios o entre los no tan convencidos?
Cuando preguntas a los republicanos, hay un pequeño grupo en nuestra encuesta, alrededor del 17 %, que cree que Trump cometió delitos federales graves y es poco probable que voten por él. Pero casi las tres cuartas partes de los republicanos con los que hablamos dicen que Trump no cometió delitos federales y los republicanos deben apoyarle. En todo caso, estamos viendo que Trump se vuelve más fuerte a medida que hay más acusaciones. Parece que se está aceptando el mensaje del ex presidente de que su libertad de expresión está siendo atacada, que él está protegiendo a sus seguidores y esto es una cacería de brujas, según sus palabras. Sus partidarios desde luego no se están debilitando.
Casi las tres cuartas partes de los republicanos con los que hablamos dicen que Trump no cometió delitos federales y los republicanos deben apoyarle. En todo caso, estamos viendo que Trump se vuelve más fuerte a medida que hay más acusaciones.
Hay un pequeño grupo de republicanos a los que les gustaría que no estuviéramos pasando por esto o a los que no les gustan las formas y las palabras de Trump. Ese grupo tenía a Ron DeSantis, alguien que defiende los puntos de vista de Trump con una presentación más joven y pulida, pero que está perdiendo mucho en este momento en nuestra encuesta nacional y también en Iowa.
Trump perdió en Iowa en 2016 contra Ted Cruz. Hoy está 24 puntos por delante en nuestra muestra en Iowa, aunque no sea tanto como entre los republicanos a nivel nacional. En nuestra opinión, si algo no cambia rápidamente y Trump gana Iowa, esto se acabó… No vemos ninguna evidencia en nuestra encuesta de que otro candidato vaya a ganar las primarias republicanas.
¿Hay algún asunto en que DeSantis u otro candidato pueda tener ventaja?
Incluso cuando las personas no necesariamente tienen la misma opinión que Trump, por ejemplo sobre la ayuda a Ucrania, le apoyan. Hay una división entre los republicanos sobre si debemos o no continuar brindando asistencia financiera y militar a Ucrania, pero ambos subgrupos apoyan a Trump. Trump no es un candidato antiaborto tan estridente como Mike Pence o Tim Scott. Entre los republicanos hay votantes en contra del aborto y los que piensan que el aborto debería ser legal en algunos casos, y estos dos grupos lo apoyan.
Trump ha logrado hacerse con el Partido Republicano de Estados Unidos. Está ese pequeño grupo de los que se llamaban Never Trumpers, pero muchos se fueron del partido. Ahora dentro les quedan Chris Christie y Asa Hutchinson, pero en nuestras encuestas nacionales, obtienen un pequeño porcentaje intrascendente, sobre el 2%.
No vemos ninguna evidencia en nuestra encuesta de que otro candidato diferente de Trump vaya a ganar las primarias republicanas.
¿Es sorprendente la fuerza de Trump cuando en las elecciones de medio mandato de 2022 los candidatos apoyados por él y otros extremistas perdieron?
Es sorprendente, pero es así. Más del 70% de los republicanos dicen tener una opinión favorable sobre él. Ni las acusaciones, ni su comportamiento, ni siquiera esas derrotas ha cambiado esto. Por ejemplo, en Pensilvania, el candidato a gobernador era un 100% acólito de Trump y tuvo una derrota aplastante. Pensilvania es un estado oscilante y por lo tanto crucial. El candidato de Trump a gobernador fue aniquilado, pero él no era Trump. Ahora las encuestas preliminares, de otras encuestadoras que no son la nuestra, muestran un empate entre Biden y Trump en Pensilvania.
¿A qué se debe la debilidad de Biden?
La mitad de los demócratas, según dicen en nuestra encuesta, desearían que el candidato fuera otra persona. El 20% dicen que si el candidato es Biden estará entusiasmado y el 50%, satisfecho, lo aceptará. No hay un entusiasmo generalizado por Biden. Les preguntamos por qué y dicen en las respuestas espontáneas que es demasiado viejo. Hasta cierto punto, ha calado la caricatura de él sobre su agudeza mental en declive y eso se nota entre los demócratas. Desde luego, la edad es un factor citado.
¿Es un problema mayor que para Trump?
Se nota entre los jóvenes demócratas, que siempre participan con un índice más bajo pero aún son cruciales. Biden no es inspirador para ellos. Eso reducirá sus márgenes en las ciudades muy demócratas que Biden necesitará ganar de manera clara. Eso se suma a una creciente debilidad entre los latinos en todo el país, que es realmente una amenaza para la candidatura de Biden. Hemos visto esa erosión entre los latinos en el sur de la Florida en las últimas elecciones y en nuestros números nacionales.
Los latinos no son un grupo homogéneo, sino grupos en muchos lugares diferentes y con historias estadounidenses completamente diferentes que se agrupan como una sola entidad. Pero en algunos lugares en el sur de Florida, desde luego los latinos predominantemente de ascendencia cubana, tienden a ser algo conservadores y están comenzando a votar por los republicanos en mayor número. Incluso en Arizona, Nevada y California. La población latina es mayoritariamente de origen mexicano, pero los latinos estadounidenses están empezando a dudar de si el Partido Demócrata representa sus intereses.
La creciente debilidad de Biden entre los latinos en todo el país es una amenaza para su candidatura
También hay un debilitamiento del apoyo a Biden entre los afroamericanos negros estadounidenses. El apoyo a Trump aún es débil, pero está creciendo. Trump está comenzando a acercarse al 20% entre los afroamericanos. Esto sigue siendo un déficit enorme dentro de este subgrupo, pero hace mella en la fuerza demócrata. A esto hay que añadir que la participación suele ser baja, especialmente entre los hombres negros. Todo esto merma la posibilidad de una victoria de Biden. Habrá mucha atención a esto en lugares como Pensilvania, Wisconsin y Michigan. Biden tiene un problema de entusiasmo y de edad... Él es el presidente en el cargo y esto tiene ventajas. Pero la gente también culpa de cualquier cosa que no les guste a quien está en el cargo.
La economía está mejorando en Estados Unidos, ¿Biden no tiene crédito por ello?
Está mejorando. La inflación ha bajado. Pero Biden no ha sido capaz de atribuirse la mejoría. Y hay debates que favorecen a los republicanos, como la inmigración y la delincuencia, que funcionan en gran parte de la población. El otro comodín que los demócratas esperan que siga teniendo éxito es el tema del aborto. Los demócratas están alentados por las victorias que han tenido en los estados en los que el aborto ha estado en la papeleta electoral. Hubo una victoria significativa para los demócratas el otro día en el referéndum en Ohio. Eso seguirá siendo un asunto de campaña y esperan generar entusiasmo entre los votantes más jóvenes, las mujeres, los votantes de barrios ricos de las afueras, moderados que sienten que eso es una señal de una apropiación de derechos por parte del gobierno que les parece excesiva. Biden va a hacer campaña sobre eso. Va a hacer campaña diciendo que Trump y los republicanos son una amenaza para la democracia, que vienen a por tus derechos... La gran mayoría de los estadounidenses no se inclinan por decir que el aborto debe ser ilegal o incluso restringido más allá de donde estuvo con Roe v Wade [la sentencia de 1973 que protegía el derecho al aborto en todo el país] durante 50 años.
¿Las mujeres pueden ser otra vez clave por esto para una victoria demócrata?
Es una clave. Pero la cuestión es si es una clave suficiente. ¿Es lo suficientemente clave en Wisconsin? ¿Es lo suficientemente clave en Pensilvania? No es lo suficientemente clave en Kansas. El derecho al aborto ganó en Kansas por 18 puntos en una votación sobre la prohibición, pero no creo que haya estratega demócrata que crea que Biden pueda vencer a Trump en Kansas. Necesita ser clave en Madison, Wisconsin, y en las afueras de Filadelfia.
En Nueva York, la gobernadora demócrata que se postuló para la reelección en 2022 dijo que protegería el derecho de la mujer a elegir y que su oponente no lo haría. Pero los neoyorquinos no creían que el aborto estuviera amenazado en su estado. El republicano hizo campaña hablando de la economía y la inmigración, y estuvo a seis puntos y medio de vencer a una gobernadora demócrata en ejercicio en un estado donde hay dos demócratas por cada republicano. No creo que Trump tenga ninguna posibilidad de ganar el estado de Nueva York. Pero en estados donde el aborto no está amenazado, y podrías contar a Pensilvania entre ellos, es un problema menor.
¿2024 se va a parecer más a 2016 que a 2020 en cuanto a unas elecciones con dos candidatos impopulares?
Sí, creo que las de 2024 serán muy parecidas a esas elecciones.
Tal vez ambos partidos hayan aprendido algunas lecciones. Sé que los republicanos lo han hecho. El equipo de Trump se centrará en ganar en los estados clave y punto. Eso implicará tanto aumentar su voto como tratar de reducir el voto demócrata en esos estados. ¿Y qué van a hacer los demócratas? Si quieren ganar, intentarán no sólo centrarse en las amenazas a la democracia y los derechos de las mujeres, sino también en los problemas económicos en esos estados.
Pero Biden no es tan impopular como lo fue Clinton en 2016…
Correcto. Pero no es muy popular. En la población general, hay más personas que lo ven desfavorablemente que favorablemente; hay más personas que dicen que no está haciendo un buen trabajo que las que dicen que lo está haciendo. Muchos logros, como la ley de reducción de la inflación, son proyectos de ley bipartidistas. Tiene logros, pero no es enérgico. No se está haciendo más joven. Eso no se puede cambiar.
Los republicanos van a pasar el próximo año intentando lanzar investigaciones para un juicio político en la Cámara de Representantes e intentando pintar a la familia Biden como criminal, con audiencias sobre Hunter Biden. En nuestra encuesta, el 26% de las personas en todo el país dice que su principal fuente de noticias es Fox News. Y si miras Fox, su programación está llena de comentarios de noticias sobre delitos o sospechas de irregularidades por parte de Biden relacionándolas con las actividades de su hijo.
Si tuviera que predecir el ganador en este momento, sigo pensando que Biden tiene una gran posibilidad de ganar una cantidad suficiente de los estados clave. Pero va a ser una elección muy, muy reñida.
Si tuviera que predecir el ganador en este momento, sigo pensando que Biden tiene una gran posibilidad de ganar una cantidad suficiente de los estados clave. Pero va a ser una elección muy, muy reñida.
¿Qué papel puede jugar Kamala Harris?
Todavía no hemos hecho ninguna encuesta sobre Kamala Harris y qué papel tendrá. Parece casi seguro que permanecerá en la candidatura. Los republicanos harán campaña sobre ella y dirán que puede ser la presidenta porque Biden está mayor y le puede pasar algo. Los demócratas tendrán que caminar por esa línea y encontrar una manera de mejorar su perfil, superar algunas objeciones que los votantes tienen hacia ella.
Trump claramente no va a tener a Pence en su candidatura, está mirando a Nikki Haley y a Tim Scott. Ambos aportan algo nuevo a la candidatura. Los republicanos pueden tener a un hombre negro o una mujer multirracial como vicepresidenta y decir que son un partido inclusivo. Haley o Scott serían candidatos a vicepresidente interesantes y útiles.
¿Harris es impopular o no es suficientemente conocida?
Harris ha sido vicepresidenta durante un par de años y ha tenido un perfil relativamente bajo. No creo que esté claro para el público estadounidense cuál es la conexión entre Biden y Harris. Cuando Obama era presidente, hubo un verdadero esfuerzo para demostrar que había una conexión significativa entre Obama y Biden. Hicieron un buen trabajo al mostrar a un presidente joven y enérgico que no tenía décadas de experiencia pero sí un vicepresidente que le aconsejaba y lo ayudaba con experiencia. Era una imagen que vimos.
Sobre Harris, lo que escuchamos de la gente es “¿dónde está?” “¿qué hace?” Tuvo presencia relativa sobre la inmigración, en la frontera, sin ningún logro significativo... Si esa era su cartera, no ha funcionado.
Es un desafío para los demócratas. No los veo haciendo un cambio, pero creo que necesitan demostrar que Harris podría ser presidenta de Estados Unidos. Tienen otro año para enseñar quién es y sus credenciales. Ha hecho algunos viajes al extranjero, pero necesita estar donde están las cámaras porque Estados Unidos tiene que verla y ver que ella puede ser presidenta. Eso sería beneficioso para la candidatura de Biden.