Con duras derrotas en casi toda Argentina, el Gobierno nacional ha quedado muy golpeado pensando ya en las elecciones de noviembre y condicionado para lo que le queda de gestión. La caída de todo el peronismo unido en las primarias legislativas no aparecía en ninguna de las encuestas y ha tomado por sorpresa incluso a los sectores más optimistas de la oposición.
Las listas de precandidatos a diputados presentadas por el gobernante Frente de Todos fueron las más votadas en siete de las 24 jurisdicciones argentinas, y las de senadores solo fueron las más votadas en dos de las ocho provincias a las que este año les toca elegir representantes para la Cámara Alta, informa EFE. Pero el impacto más fuerte ha sido lo ocurrido en la Provincia de Buenos Aires, donde las principales figuras del Frente de Todos habían participado activamente de la campaña.
Cuando pasadas las 21.30, el ministro del Interior, Wado de Pedro, anunció que los primeros datos estaban disponibles, nadie podía imaginar el sismo político que sobrevendría segundos después. Hasta ese momento, en el Frente de Todos confirmaban un triunfo por 7 u 8 puntos y sus principales referentes ya habían salido a un escenario a festejar en La Plata. El escenario político cambiaba a medida que se actualizaba el escrutinio.
En un contexto en el que el Gobierno había quedado atado a su gestión de la pandemia y con pocos números de la economía para mostrar, el oficialismo se había planteado ganar “aunque sea por un voto”. En esa elección imaginada se cimentaba la estrategia para los próximos dos años y algunos ya mencionaban la posibilidad de repetir la fórmula que había ganado en 2019, con Alberto Fernández y Cristina Kirchner indemnes. Ahora el escenario ha cambiado drásticamente.
“Cuando el pueblo se expresa es un dato que tomamos en cuenta y acatamos. Algo no debemos haber hecho bien para que el pueblo no nos acompañe. Hay una demanda que no hemos satisfecho y a partir de mañana trabajaremos en eso”, ha dicho el presidente Alberto Fernández desde el búnker del Frente de Todos en Chacarita. “Estamos frente a dos modelos de país, uno es el que incluye a los argentinos y otro que los deja afuera. Ahora nos tenemos que proponer un objetivo: vamos a corregir lo que se haya hecho mal o lo que no se haya hecho. La campaña acaba de empezar y en noviembre tenemos que ganarla”, ha dicho entre aplausos y rodeado de los principales referentes del frente, entre ellos Cristina, Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Sergio Massa.
El golpe en la provincia de Buenos Aires
En la provincia de Buenos Aires, que congrega el 37 % del padrón nacional, las dos listas de precandidatos a diputados que presentó el frente opositor congregan el 38,08 de los sufragios, con el 93,92 % de votos contabilizados en el conteo provisional -el definitivo, a cargo de la Justicia, se iniciará el martes próximo-, según EFE. Le sigue la lista única del oficialista Frente de Todos, encabezada por Victoria Tolosa Paz, con el 33,57 % de los sufragios, seguida por otras propuestas opositoras.
La onda expansiva en la Provincia de Buenos Aires alcanzó a todos los sectores del Frente de Todos. Victoria Tolosa Paz era la candidata puesta por Alberto Fernández, pero Máximo Kirchner había articulado con todos los sectores internos y Axel Kicillof es el dueño de casa. Si bien hacía 15 años que el kirchnerismo no ganaba una elección de medio término en territorio bonaerense, ésta debe ser la derrota más dolorosa de todas porque fue con todo el peronismo unido.
Al analizar el mapa del país, la imagen de la derrota resulta más extendida. A la histórica franja central opositora que iniciaba en Córdoba, Mendoza, San Luis, Entre Ríos se le sumaron todo el resto de los distritos con excepción del NOA y Formosa.
En la Ciudad de Buenos Aires, el distrito de origen del PRO, y donde desde 2007 no pierde elecciones, estaba en juego el liderazgo de Larreta. La salida de Bullrich, la aparición de López Murphy y la de Milei obligaban al jefe de Gobierno a responder con votos. Si bien la elección de Vidal fue menor a la esperada, la suma de los votos de Juntos pasó el 48%. Pero Larreta no sólo sonreía por lo que pasaba en el distrito propio sino por la suerte de ex vice del otro lado de la General Paz, que se había impuesto en la interna contra Facundo Manes y que ahora aparece como el favorito en Provincia para noviembre.
Los números finos mostraban anoche también malas noticias en la proyección de una futura conformación en el Congreso para el oficialismo. De las ocho provincias en las que se eligen senadores, el Frente de Todos solo ganaría en dos, en Tucumán y Catamarca. Dentro de la Cámara Alta, perdería 5 senadores mientras que la oposición sumaría tres. De esta manera perdería el quórum y Cristina tendría serios problemas para imponer los proyectos que impulse. Lo que la obligaría a negociar con los partidos provinciales. En Diputados el resultado no modificaría tanto la situación actual. El oficialismo perdería tres bancas (de 120 a 117), seguiría sin quórum y obligado a negociar también ahí con fuerzas provinciales. Juntos avanza, de mantenerse los resultados, en esa Cámara (de 115 a 116) y el oficialismo seguiría siendo la primera minoría. De esta manera, ninguno de los dos tendría quórum propio.
Se preparan cambios en el Gobierno
Estos resultados seguramente provocaran cambios en el Gobierno que ya venían se presumiendo incluso si el escenario no era de derrota. Varios miembros del Gabinete podrían dejar sus cargos, para dar una imagen de renovación frente al desgaste de estos dos primeros años. Si la intención que tiene Alberto es la que dejó entrever en su discurso, tendrá que elegir bien los nuevos ejecutantes dentro de su entorno.
Fuera de las dos grandes fuerzas, hubo otros sectores que hicieron muy buenas elecciones. El economista Javier Milei se ubicó en el tercer lugar en la Ciudad, con casi el 12% de los votos. En su primera presentación el candidato de los libertarios tiene perspectivas de meter más de un diputado en CABA. En provincia, José Luis Espert no tuvo tan buenos números y quedó detrás de la izquierda. Precisamente el FIT es otra de las coaliciones que creció respecto de las elecciones pasadas. En la Ciudad salió cuarta con más del 6% de los votos, en Provincia fue tercero con el 5% y tuvo muy buenos números en el interior del país, como en Jujuy, donde tuvo el 23% de los votos.