El conservador Guillermo Lasso se impone al candidato correísta y gana las elecciones en Ecuador
Con más del 96% escrutado, el candidato a la presidencia de Ecuador de la alianza conservadora CREO-PSC Guillermo Lasso se ha impuesto con un 52,55% de los votos frente a un 47,45% de su rival correísta, Andrés Arauz, según el portal del CNE. Con ese porcentaje escrutado, los votos nulos alcanzan el 16%, un éxito moral para el ex candidato presidencial indígena Yaku Pérez.
El candidato correísta Arauz reconoció su derrota, prometió llamar por teléfono a su rival Lasso para felicitarlo, pero aclaró en un discurso ante sus seguidores que la suya “de ninguna manera es una derrota política y moral” porque su “proyecto es un proyecto de vida para construir un futuro más justo y solidario”.
Tanto las campañas como los observadores electorales reconocieron que el resultado final sería ajustado, por eso, cada avance del escrutinio —como antes la publicación de dos sondeos de boca de urna con resultados contradictorios— provocaron una lluvia de festejos de uno y otro lado, hasta que Arauz admitió definitivamente su derrota. Antes el economista de 36 años llegó a felicitar a sus seguidores tras un sondeo a pie de urna a su favor. Unos minutos más tarde, cuando el escrutinio oficial avanzaba a su favor, Lasso también se declaró ganador. “¡Juntos lo estamos logrando! Gracias Ecuador por demostrar su apoyo en las urnas. Como corresponde, vamos a esperar los resultados oficiales. Estamos positivos y con la fe en alto. Juntos Lo Estamos Logrando”, tuiteó el exbanquero y tres veces candidato de la derecha ecuatoriana.
El expresidente Rafael Correa ha deseado suerte a Lasso y ha reconocido la derrota de su heredero político. “Sinceramente creíamos que ganábamos, pero nuestras proyecciones eran erradas. Suerte a Guillermo Lasso, su éxito será el de Ecuador. Solo pido que cese el lawfare, que destruye vidas y familias”. El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, le ha deseado “el mayor de los éxitos”.
La votación no provocó concentraciones
Al menos uno de los grandes temores de la campaña quedó desterrado: la votación no provocó concentraciones de personas y ninguna de las dos partes denunciaron irregularidades importantes.
“La jornada fue más bien tranquila, mucho más que la primera vuelta porque se modificaron protocolos, como que la gente pueda entrar y hacer fila dentro de los establecimientos. Eso aflojó mucho las largas colas que hubo antes. Hubo una alta participación aunque aún no conocemos la cifra final y la verdad se vio mucha gente votando”, contó a Télam la coordinadora del equipo de observación electoral de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Copppal), la argentina Dolores Gandulfo.
El vencedor tomará las riendas de este país de 17,4 millones de habitantes a partir del 24 de mayo en reemplazo del impopular Lenín Moreno, quien se va del cargo acosado por las críticas al manejo de la pandemia de coronavirus y su efecto económico.
En 2020 la dolarizada economía retrocedió un 7,8% y la deuda pública (interna y externa) aumentó hasta alcanzar un 63% del PIB.
Los indígenas, que quedaron a las puertas del balotaje con su candidato Yaku Pérez, un anticorreísta de izquierda que alegó un supuesto robo de elecciones, aparecen como una fuerza determinante en los comicios.
Sin embargo su voto se fraccionó camino a la segunda vuelta entre el nulo, que alienta Pérez, y el apoyo a Arauz y en menor medida a Lasso.
Ninguno de los dos finalistas contará con mayoría legislativa y tendrá que negociar con Pachakutik, el partido indígena que logró la segunda votación para la Asamblea detrás de Unión por la Esperanza (UNES), el movimiento de Arauz. Creando Oportunidades (CREO), la fuerza de Lasso, tendrá una representación mínima.
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