El candidato de la oposición venezolana las pasadas elecciones del 28 de julio, Edmundo González Urrutia (La Victoria, 1949), lleva dos días con una agenda repleta a nivel político y mediático. Viajó a Estrasburgo el lunes para recoger este martes el premio Sájarov a la libertad de conciencia que anualmente entrega el Parlamento Europeo. González Urrutia y la líder de la Plataforma Unitaria Democrática, María Corina Machado, obtuvieron el respaldo del Partido Popular Europeo y las fuerzas de la extrema derecha. Es la segunda vez que la Eurocámara concede el galardón a la oposición a Nicolás Maduro y, en esta ocasión, en un contexto en el que el candidato decidió exiliarse en España ante la persecución judicial en Venezuela.
El PP de Alberto Núñez Feijóo ha criticado duramente al Gobierno de Pedro Sánchez por la tramitación del asilo, que conllevó una negociación con el Gobierno de Maduro, pero González Urrutia rehúye el conflicto. Agradece lo que el Ejecutivo ha hecho, aunque le pide más: que le reconozca como presidente electo. La Unión Europea no ha dado ese paso y por el momento se limita a exigir a Maduro que muestre las actas electorales. La oposición venezolana sostiene que esos documentos muestran la victoria de González Urrutia. Recientemente Estados Unidos dio el paso de reconocer su victoria, pero a nivel europeo por el momento lo ha hecho exclusivamente la ultraderechista Giorgia Meloni. También el Parlamento Europeo, con los votos del PPE y las fuerzas de la ultraderecha, le declaró “presidente electo”.
“Pese a la claridad del mandato popular y soberano que los venezolanos emitimos, quienes todavía ocupan las más altas instituciones del Estado han decidido ignorarlo”, dijo un González Urrutia visiblemente emocionado ante el Hemiciclo: “Sabemos a lo que nos enfrentamos: un régimen que menoscaba los derechos humanos, las instituciones democráticas y el régimen de libertades. Se trata de un estado autocrático, pues pretende que obremos contra lo que dicta nuestra conciencia”.
Aunque se le nota el cansancio, el candidato opositor se muestra determinado a volver a Venezuela apenas tres meses después de haber salido del país, aunque no aclara cuándo lo hará, pero “aspira” a estar allí “a partir” del 10 de enero, que es la fecha en la que se producirá la proclamación presidencial. “Estamos ofreciendo opciones al Gobierno para que transitemos una transición en paz y en democracia”, explica a elDiario.es en una breve conversación tras la ceremonia en la Eurocámara.
¿Está decepcionado con el Gobierno de España?
Decepcionado, nunca.
¿Le gustaría que se dieran más pasos, que le reconocieran como presidente electo?
Yo no he recibido sino manifestaciones de solidaridad con la causa venezolana, con la democracia venezolana, de todos los estamentos de la sociedad española: la gente del Gobierno, los partidos políticos principales, los partidos regionales. Todos nos han manifestado su solidaridad y compromiso con la restauración de la democracia en Venezuela.
Pero, ¿cree que hay que dar un paso más y reconocerle a usted?
Siempre hay la posibilidad de dar más y siempre hay la posibilidad de un reconocimiento completo. Lo han hecho algunos países y esperamos que otros se sumen a eso.
¿Qué hay del Partido Popular? ¿Se han enfadado con usted porque usted ha defendido al Gobierno de los ataques cuando dijeron que le habían presionado para firmar aquella declaración?
Vengo de tener una muy amena charla con Esteban González Pons y con Gabriel Mato. Son dos amigos que han estado en Venezuela en representación del Partido Popular en el pasado y mantengo las mejores y más cordiales relaciones.
¿Le han reprochado que defendiera al Gobierno o que tuviera buenas palabras hacia el Gobierno? Porque ellos estaban muy enfadados con el Gobierno y con el embajador.
Pero no conmigo.
Mi pregunta era si a usted se lo han trasladado...
No, en absoluto.
El otro día dijo usted “con miedo no se va a la guerra”. ¿A qué se estaba refiriendo? ¿Puede haber un conflicto armado?
No, no, no. Ese es un refrán popular. Lo que implica es que cuando tú vas a tomar una decisión, tienes que asumirla con coraje.
¿Ha dicho usted que estará en Venezuela a partir del 10 de enero? ¿Esto es que no estará el día 10 de enero cuando se supone que tiene que tomar posesión?
No sabemos porque todo esto forma parte de una gran operación. Hay que hacer arreglos administrativos y prácticos que impliquen el retorno y no se puede dar una fecha específica. Pero a partir de esa fecha aspiramos a estar en Venezuela.
¿O sea usted está negociando con el gobierno de Maduro su vuelta?
No, yo no estoy negociando con el Gobierno de Maduro. Absolutamente. Estamos ofreciendo opciones al Gobierno para que transitemos una transición en paz y en democracia.
¿Cómo se están produciendo esas conversaciones?
Con dirigentes políticos de la Plataforma Unitaria allá en Venezuela.
¿Zapatero está teniendo en este caso algún tipo de papel en esas conversaciones?
¿En cual caso?
En estas conversaciones para un hipotético retorno.
No que yo sepa.
¿Qué explica que usted viniera a España en septiembre y ahora esté pensando en volver?
Porque hay la posibilidad del regreso muy concreto de la democracia. Y voy a hacer valer la voluntad soberana de los venezolanos del 28 de julio.
¿Y qué pasa si el 10 de enero Maduro se queda con el poder?
Confiemos que no.
¿Cómo se puede evitar?
Con la participación de todos los venezolanos exigiendo el respeto de la voluntad popular, exigiendo que se respete el mensaje que dieron los venezolanos en esa fecha para que se concrete el triunfo de la opción que yo represento.
¿Le ha trasladado de alguna forma a la plataforma que esto se pueda producir? O sea, que usted el día 10 de enero pueda tomar posesión.
Yo he estado en contacto con la dirigencia de la Plataforma Democrática, en ese y en otros temas más.
Lo que he entendido de nuestra conversación es que la Plataforma está en contacto de alguna manera con el Gobierno de Maduro.
No estoy diciendo eso. Yo estoy diciendo simplemente que vamos a tomar contacto como lo tenemos frecuente con la Plataforma, e informarles de los desarrollos que se puedan suscitar.
Lo que había entendido es que hay contactos con el Gobierno de Maduro.
Obvio.
¿Y Maduro está abierto de alguna manera a llegar a un acuerdo?
Eso no lo podemos saber.