El pasado domingo un avión de combate estadounidense derribó un “objeto no identificado” sobre el lago Huron (entre Michigan y Canadá) por orden del presidente de EEUU, Joe Biden. Este es el cuarto objeto derribado en ocho días, y el último ataque militar sobre el espacio aéreo de los Estados Unidos, que según informan funcionarios del Pentágono a la agencia estadounidense Associated Press, no tiene precedentes en tiempos de paz.
“No hay indicación de aliens o actividad extraterrestre con estos derribos recientes”, ha señalado la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karines Jean-Pierre. “Me encanta la película ET, pero lo voy a dejar ahí”, ha bromeado.
Gran parte del motivo de estos derribos se debe a una “alerta máxima” instaurada después de que un supuesto globo espía chino fuera avistado en el espacio aéreo estadounidense a finales de enero. Dicho globo fue abatido por un avión F-22 frente la costa de Carolina del Sur el pasado 4 de febrero. Tras el derribo, China aseguró que se trataba de un globo que estaba realizando una investigación meteorológica.
Según informó el Pentágono, el globo tenía una góndola del tamaño de tres autobuses, y pesaba más de una tonelada. Además, añadió que este estaba equipado de numerosas antenas y tenía paneles solares lo suficientemente grandes como para alimentar varios sensores de recopilación de inteligencia.
Más derribos
El viernes 10 de febrero dicho episodio se volvió a repetir, aviones militares estadounidenses derribaron otro objeto volante al norte de Alaska. Los militares informaron que este se encontraba dentro del espacio aéreo estadounidense y aguas territoriales pertenecientes a los EEUU.
Otro derribo más ocurrió el pasado sábado cuando un avión F-22 estadounidense, siguiendo órdenes de los Gobiernos canadiense y estadounidense, derribó un “objeto aerotrasportado a gran altura” sobre el territorio central del Yukón en Canadá, cerca de la frontera estadounidense, según informa la agencia de noticias Agence France-Presse. Autoridades canadienses informaron que este nuevo objeto era cilíndrico y más pequeño que el primer globo. La ministra de Defensa canadiense no quiso especular sobre el origen del objeto.
Por último, el domingo pasado aviones estadounidenses derribaron un cuarto objeto. Este fue descrito por las autoridades estadounidenses como una estructura octagonal, de la que colgaban cuerdas, y no fue considerado como una amenaza militar en tierra. Sin embargo, dijeron que podría haber supuesto una amenaza para la aviación civil.
“No enviaban ninguna señal de comunicación, no mostraban capacidades de propulsión, no estaban tripuladas. Aunque no hay razones específicas para sospechar que llevaban a cabo labores de vigilancia, no lo podíamos descartar y por ello el presidente dio orden de derribarlos”, ha señalado este lunes John Kirby, portavoz del Pentágono.
Objetos no identificados
El general de la Fuerzas Aéreas de los EEUU, Glen D. VanHerck, informó durante una rueda de prensa que se habían realizado ajustes en los radares estadounidenses para rastrear objetos más lentos. “Con algunos ajustes, hemos podido obtener una mejor categorización de las pistas de radar ahora”, dijo, “y es por eso que creo que se está viendo esto, además hay una alerta más alta para buscar esta información”.
“Ahora, por supuesto, los estamos buscando. Así que creo que probablemente estemos encontrando más cosas”, dijo a NBC Jim Himes, el principal demócrata en el comité de inteligencia de la Cámara. Por otro lado, funcionarios del Pentágono, según cuenta Associated Press, informaron que todavía estaban tratando de averiguar qué son exactamente estos objetos y realizaron una gran distinción entre los tres objetos derribados esta semana, y el primero.
Las autoridades informaron la semana pasada que tres globos sobrevolaron brevemente el territorio estadounidense durante la administración de Donald Trump, sin ser detectados en ese momento, y uno antes en el mandato de Biden.
Cuando un periodista del New York Times le preguntó al funcionario sobre si habían descartado que el origen de los objetos no identificados fuera extraterrestre, VanHerck contestó que no había “descartado nada” por el momento, y que seguían “evaluando cada amenaza o amenaza potencial desconocida que se acerca a América del Norte con la intención de identificarla”.
Búsqueda de los restos
Por el momento se están llevando a cabo distintas operaciones de búsqueda de restos de estos objetos. El 7 de febrero, la marina publicó imágenes con restos del supuesto globo espía derribado. Sin embargo, equipos militares, botes y mini submarinos recorren aguas poco profundas de Carolina del Sur en busca de más restos.
Las operaciones para recuperar el segundo objeto, según informa AP, continúan en el hielo marino cerca de Deadhorse, Alaska. “Las condiciones climáticas del Ártico, incluida la sensación térmica, la nieve y la luz diurna limitada, son un factor”, dijo el ejército. Mientras, la ministra de Canadá informó que los equipos de recuperación, respaldados con un avión de patrulla canadiense CP-140, buscan restos del tercero en Yukón.
Mientras, se espera que el personal militar estadounidense equipado con equipo de buceo especializado y diseñado para las aguas extremadamente frías del lago Huron de Michigan se despliegue rápidamente para buscar piezas del cuarto objeto destruido.