Cuarenta años después, Estado Unidos ha decidido dejar de considerar ilegales los asentamientos israelíes en territorio ocupado en Cisjordania. EEUU ha dado así un giro histórico al reconocer que estos asentamientos judíos no violan el Derecho Internacional. Una decisión que dificultará aún más los esfuerzos de paz en la región.
El secretario de Estado Mike Pompeo ha sido el encargado de anunciar este cambio histórico de criterio de EEUU. “Tras estudiar cuidadosamente todos los ángulos del debate jurídico, esta Administración está de acuerdo con el presidente [Ronald] Reagan” en que los asentamientos no son de por sí ilegales, ha apuntado. “La creación de asentamientos civiles israelíes en Cisjordania no es per se una violación del Derecho Internacional”, ha añadido.
Pompeo subrayó que su decisión no implica un cambio en la posición estadounidense “sobre el estatus último de Cisjordania” y que lo que ocurre a partir de ahora es que “Estados Unidos no expresa ninguna opinión” respecto a la legalidad de los asentamientos israelíes en ese territorio.
El titular de Exteriores argumentó además que tratar de encontrar una solución judicial a la cuestión de los asentamientos israelíes es algo que “no ha funcionado” durante las últimas décadas, y que ese desenlace debe provenir de una negociación política entre Israel y Palestina. “(Con esta decisión) hemos proporcionado el espacio necesario para que los israelíes y palestinos lleguen a una solución política”, opinó Pompeo.
La gran mayoría de la comunidad internacional considera que los asentamientos en Cisjordania son incompatibles con la ley internacional y en concreto con la Cuarta Convención de Ginebra de 1949, que prohíbe desplazar población de la potencia ocupante al territorio ocupado.
Pompeo también consideró que la medida “aumenta las probabilidades de que pueda funcionar el plan de paz” para Oriente Próximo de la Casa Blanca, que todavía no se ha presentado ni tiene fecha de publicación después de dos años de elaboración.
El Departamento de Estado deja así atrás una opinión legal que emitió en 1978, durante la Presidencia del demócrata Jimmy Carter, y que declaraba que los asentamientos civiles israelíes en territorios ocupados palestinos eran “incompatibles con la ley internacional”.
Ese documento, conocido como el memorando Hansell, ha supuesto la base de la oposición que todos los Gobiernos estadounidenses han expresado desde entonces a las colonias israelíes en territorios palestinos ocupados, aunque con diferentes grados de vehemencia dependiendo del presidente que estuviera en el poder.