El Ejército israelí es “de los más criminales del mundo”, según la comisión de investigación sobre Palestina de la ONU

elDiario.es

19 de junio de 2024 16:34 h

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El Ejército de Israel “es uno de los más criminales del mundo”, ha afirmado este miércoles Chris Sidoti, uno de los juristas que integran la Comisión Internacional e Independiente de Investigación para Palestina, formada para investigar los crímenes que se están produciendo en Gaza, en otros territorios palestinos y en Israel desde el pasado 7 de octubre. “No tengo la autoridad para hacer juicios sobre moralidad, pero tengo autoridad para hacer valoraciones sobre conductas criminales (...) y la única conclusión a la que se puede llegar es que el Ejército de Israel es uno de los más criminales en el mundo”, ha declarado en Ginebra Sidoti.

Esa comisión ha concluido en su primer informe que la enorme pérdida de vidas civiles en Gaza (unas 37.400) y la masiva destrucción de infraestructuras no militares en la Franja forman parte de “una estrategia consistente en causar el máximo daño” por parte de las tropas israelíes, que atacan intencionadamente a la población palestina. Por ello, el grupo de expertos considera que “las autoridades israelíes son responsables de crímenes de guerra y contra la humanidad”, tal y como adelantaron la semana pasada, antes de la presentación del informe este miércoles ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Sidoti ha asegurado que, aunque la guerra comenzara a raíz de los atentados de Hamás contra poblaciones israelíes el pasado 7 de octubre, “esto no justifica que se estén cometiendo crímenes de guerra y de lesa humanidad” en Gaza, según declaraciones recogidas por la Agencia EFE. “El hecho es que esto sucede una y otra vez, y cada vez es peor. Estamos ante el mayor número de muertos que nunca hemos visto en este prolongado conflicto y debe haber justicia por cada acto criminal”, ha agregado.

Por su parte, la presidenta de la comisión de la ONU, la prestigiosa jurista sudafricana Navy Pillay, ha destacado ante la prensa en Ginebra que de toda la información reunida por el equipo investigador sale a relucir la intención de forzar a los civiles a desplazarse una y otra vez. Por orden del Ejército israelí, “la gente del norte de Gaza se traslada al sur y de repente son atacados en el sur, luego leemos instrucciones contrarias, todo lo cual apunta a una actitud en la que no se tienen en cuenta las vidas, la destrucción y el desplazamiento”, ha lamentado, según EFE.

Pillay ha explicado que la investigación que la comisión está realizando es el más extenso y profundo que la ONU ha efectuado hasta el momento sobre la guerra en Gaza. El informe de más de 200 páginas recoge testimonios de víctimas, análisis forenses, imágenes por satélite y otros datos para concluir que Israel, así como el movimiento palestino Hamás y sus grupos armados afiliados han cometido graves violaciones del derecho internacional. En el caso de Israel, los crímenes de guerra de los que le acusa la comisión son: “uso del hambre como arma, asesinato, ataques intencionados contra civiles, transferencia forzada, violencia sexual, tortura y detención arbitraria”. Mientras que los crímenes contra la humanidad incluyen “exterminio, persecución por motivos de género contra hombres y niños” y otros también considerados en la anterior tipología, como las deportaciones forzosas o los tratos crueles e inhumanos contra detenidos.

Pillay ha denunciado este miércoles que el Gobierno de Israel “ha obstruido” el trabajo de la comisión, a cuyos miembros ha impedido la entrada al país y a los territorios palestinos que ocupa, y les ha prohibido hablar con testigos, víctimas y familiares de las víctimas de los ataques del 7 de octubre. La comisión ha investigado los atentados que perpetraron cientos de combatientes de Hamás y de otros grupos armados palestinos ese día en suelo israelí, con abusos que también pueden ser considerados crímenes de guerra y violaciones del derecho internacional. Según el informe, durante el brutal ataque fueron asesinadas más de 1.200 personas, de las que al menos 809 eran civiles, 280 mujeres, 40 niños y 25 ancianos de más de 80 años.