Estados Unidos registra cifras récord de voto anticipado en las elecciones presidenciales y los estadounidenses esperan horas de largas colas para elegir al republicano Donald Trump o al demócrata Joe Biden como futuro presidente.
El número de votantes es histórico. Catorce millones de estadounidenses ya han votado, según un análisis de la información de voto de la organización US Elections Project. En estados clave como Florida, más de dos millones de votantes ya han emitido su voto.
“Los números son bastante asombrosos para nosotros y parece que tanto en número de votos como en porcentaje son correctos. Pero hay mucho que todavía no sabemos”, señalaba Steve Schale, estratega del partido demócrata en Florida, en declaraciones a Politico.
En Georgia, los votantes esperaron hasta ocho horas para ejercer su derecho democrático. Muchos han acudido a las redes sociales para compartir sus experiencias de voto anticipado. Las colas de votantes se extendían por varias manzanas y aparcamientos de colegios. Algunos políticos se quejaban de que era una estrategia para desincentivar el voto.
El analista político Roland Martin lloró de la emoción al ver a decenas de votantes formar en filas en el exterior de un centro de votación ubicado en una iglesia de Texas. “Soy un hombre adulto, pero no me cuesta expresar la emoción porque sé lo que se juega nuestra gente”, escribió en Instagram. “Sé por lo que han pasado los negros en este país. Votar no lo es todo, pero estoy seguro de que es parte de la solución”.
Fallos técnicos
Las largas colas no son los únicos obstáculos a los que se enfrentan los votantes. Los fallos técnicos también retrasan el proceso. Los votantes se encuentran con barreras para llegar a las urnas, incluidos problemas informáticos y cuestiones legales en algunas localidades del sur del país.
En Georgia, cuyo Gobierno republicano ha sido acusado de ejercer técnicas de “supresión del voto” (una serie de prácticas destinadas a limitar el acceso a las urnas de las minorías), algunos residentes denunciaron problemas técnicos que retrasaron inicialmente el voto, entre ellos en un colegio electoral de Atlanta.
Los demócratas están peleando en las últimas semanas por este estado tradicionalmente republicano e insisten en que Georgia es una circunscripción competitiva. Hasta ahora se han emitido en el estado casi 750.000 votos.
En Virginia se está investigando un portal de registro de votantes que dejó de funcionar este martes. Las autoridades han calificado de accidente el hecho de que un cable estuviera cortado, pero el fallo provocó que todo el sistema cayese el último día para registrarse. Un tribunal del estado ha ampliado el plazo de registro de votantes hasta este jueves.
Ambos partidos han animado a sus seguidores a ejercer el voto anticipado presencial y por correo debido al aumento de casos de coronavirus en muchos estados mientras la pandemia sigue descontrolada en parte del país. Se están produciendo preocupantes aumentos de casos en estados clave como Wisconsin, Michigan y Pensilvania. Los expertos ya han advertido de que las aglomeraciones el día de las elecciones podrían incrementar los riesgos sanitarios.
Pero en un intento por reducir el voto anticipado en los principales estados en disputa, tanto gobernadores como legisladores republicanos han iniciado casos judiciales que van desde la cantidad y la localización de las urnas hasta los plazos de entrega y recuento.
El lunes, un tribunal de apelaciones de Texas ratificó una orden del gobernador Greg Abbott que limita los buzones electorales a uno por condado, lo que significa que un lugar como el condado de Harris, con una población de 4,7 millones de habitantes –incluyendo su ciudad más grande, Houston– queda gravemente desatendido.
Según US Elections Project, a mediodía del martes, primer día de voto anticipado, ya se habían emitido 50.000 votos en 122 centros de votación en ese condado. En Carolina del Norte, otro estado clave, el voto anticipado ha comenzado este jueves. Mientras tanto, miembros del partido republicano en California se vieron obligados a retirar los buzones no autorizados colocados por todo el estado. Los responsables del sistema electoral afirman que no cumplen con los requisitos de seguridad y transmisión de datos.
En Pensilvania, un juez negó el fin de semana un intento por parte de la campaña de Trump y del partido republicano por calificar de inconstitucionales los buzones electorales en el estado. Al mismo tiempo, un juez federal reabrió el registro de votantes en el estado hasta el jueves. En Florida, un intento de extender el plazo de registro ha sido rechazado.
Casi 130 millones de estadounidenses votaron en las elecciones presidenciales de 2016. Se espera que la participación este año supere esa cifra en una convocatoria que, según la mayoría de los analistas, podría determinar la trayectoria política de toda una generación.
Los primeros datos muestran una ventaja considerable para los demócratas. La mayoría de las encuestas muestran que sus partidarios son más propensos al voto anticipado o por correo que los republicanos. Los conservadores, que son más propensos a ignorar las directrices federales oficiales respecto al coronavirus, están más comprometidos con el voto tradicional en persona y el mismo día de las elecciones.
El aumento del voto por correo durante la pandemia ha alimentado afirmaciones infundadas lanzadas por el presidente Donald Trump, que sostiene que las elecciones serán unas de las más corruptas de la historia de EEUU.
Traducido por Alberto Arce