Proud Boys: quiénes son los ultraderechistas violentos a los que Trump llama a estar “preparados”

“Proud Boys, retrocedan y aguarden”. Eso es todo lo que Trump pudo decir cuando el moderador del debate de este martes con Joe Biden le pidió que condenara a los grupos racistas de extrema derecha que han brotado por todo el país en los últimos años ¿Quiénes son los Proud Boys?

Todo empezó en otoño de 2016, pocos meses antes de las elecciones que llevaron a Donald Trump a la Casa Blanca, en un bar de copas de Nueva York. “Aunque los detalles son secretos, las reuniones habitualmente consisten en beber, pelearse y recitar en alto 'The Death of the West' de Patrick Buchanan”, contaba su fundador, Gavin McInnes, en un artículo en el que presentaba al grupo. El subtítulo del libro lo explica casi todo: 'cómo poblaciones moribundas e invasiones migratorias ponen en peligro nuestro país y civilización'.

“Yo controlo a los Proud Boys, Donald, no retrocedáis y no aguardéis”, respondió bromeando McInnes cuando escuchó en directo la mención del presidente. Su presencia en las manifestaciones por la 'libertad de expresión' se ha hecho habitual, así como sus enfrentamientos contra los grupos antifascistas. Los miembros normalmente llevan un polo Fred Perry negro con ribetes amarillos.

El grupo se define a sí mismo como “una fraternidad de hombres a favor de Occidente que se niegan a pedir disculpas por crear el mundo moderno, también conocidos como chovinistas occidentales”. No se admiten mujeres y no se consideran racistas ni homófobos: “Es un grupo multirracial formado por heteros, algunos homos, muchos judíos... El único requisito es que seas un tío, nacido tío, y que aceptes que Occidente es lo mejor”.

McInnes ha intentado mantener a su grupo alejado de la llamada alt-right (“extrema derecha alternativa”), pero sus postulados son muy similares. De hecho, el FBI clasificó la organización en 2018 como un “grupo extremista con vínculos con el extremismo blanco”. Uno de sus miembros, Jason Kessler, fue uno de los organizadores de la marcha supremacista 'unite the right' celebrada en Charlottesville en 2017 y la cual acabó con una persona fallecida y varias heridas tras el ataque de un ultra contra un grupo de contramanifestantes.

Kessler, que tras la violencia fue expulsado del grupo, había sido invitado por el propio McInnes a su programa dos meses antes y allí había promocionado la convocatoria ultra, según ha documentado el Southern Poverty Law Center, el centro de referencia en la clasificación de grupos racistas y antisemitas.

Tras lo sucedido en Charlottesville, Trump también fue muy criticado por no condenar la violencia de la extrema derecha, afirmando que “en ambos lados hay gente muy buena”.

“La referencia de Trump a los Proud Boys es extremadamente peligrosa porque les proporciona un estímulo moral eleva su perfil, permiténdoles a su vez aumentar el reclutamiento y la recaudación de fondos”, señala a elDiario.es Colin Clarke, analista del think tank The Soufan Center especializado en terrorismo y grupos de extrema derecha.

“El presidente se resiste a condenar grupos de extrema derecha porque los ve, quizá correctamente, como una parte fundamental de su base”, opina Clarke. “No quiere enemistar a racistas y antisemitas porque le ven como alguien que se solidarizará con ellos”.

Aladín, cereales y el odio vestido de comedia

El fundador del grupo, también conocido por ser uno de los fundadores de Vice Media, utiliza sus dotes como cómico para envolver y suavizar su ideología racista, machista, tránsfoba y violenta. Su nombre, por ejemplo, proviene de la canción 'Proud of your boy' de Aladín y en ocasiones sus seguidores la cantan durante las marchas. También utilizan como eslogan la palabra uhuru, que en swahili significa libertad y que han escogido como mofa de un vídeo en el que el polémico activista Gazi Kodzo exige compensaciones para los afroamericanos por la esclavitud y discriminación institucionalizada durante décadas.

McInnes ha diseñado la organización como si fuera “un club” en el que los que participan reciben diferentes distinciones dependiendo de cosas como recibir “una paliza de al menos cinco tíos hasta que puedas nombrar cinco tipos de cereales” –lo vende como ritos “para controlar la adrenalina”–, “hacerse un tatuaje” o participar en una “gran pelea por la causa”.

El propio McInnes ha utilizado la violencia contra activistas antifascistas y presume de ello. “Cuando nos pegamos contra estos chavales antifascistas de Nueva York, que todos eran hijos de profesores que son marxistas porque su papi se lo dijo, te sientes sexista cuando les golpeas porque cuando les das un puñetazo, parecen chicas. Su cara se desploma, es como papel maché. De hecho, uno de nuestros hombres decía que se sentía mal mientras se abría paso [soltando puñetazos]. Solo son divertidos los tres primeros, en los siguientes se te remueve el alma”. En 2017 se hizo viral un vídeo en el que McInnes aparecía pegando un puñetazo a uno de los activistas antifascistas.

Islamófobo, machista, tránsfobo y racista

“Quizá, la razón por la que soy sexista es porque las mujeres son tontas. No, es broma, chicas. Pero hay ciertos sectores en los que no soléis destacar, como la escritura”, afirmó McInnes en noviembre de 2017 en su programa The Gavin McInnes Show. El propio McInnes también se declara islamófobo. “No soy fan del islam. Creo que sería justo llamarme islamófobo”. En otra ocasión dijo: “Los palestinos son estúpidos. Los musulmanes son estúpidos y lo único que respetan es la violencia”.

Pero su premisa principal es que existe una guerra contra los blancos en los países occidentales: “No tengo miedo de hablar de las atrocidades a las que los blancos y personas de origen europeo se enfrentan no solo en este país, sino en los países occidentales de todo el mundo. La guerra contra los blancos, europeos y la sociedad occidental es muy real y es hora de hablar de ello y de dejar de preocuparnos por la corrección política”.

McInnes y su grupo se declaran públicamente antirracistas, pero en un artículo escrito en 2014 para la publicación American Renaissance, el fundador defiende la teoría que asigna a cada “raza” un coeficiente intelectual, siendo las personas negras las que tienen el menor coeficiente intelectual.

La mención de Trump a este grupo ultra ha sido un gran favor. Las búsquedas en internet se han disparado y, según ha publicado The New York Times, miembros del grupo celebraron en sus foros privados las palabras del presidente, calificándolas como algo “histórico”. En otro mensaje, otra persona decía que ya se estaba viendo un aumento de miembros.

Clarke opina que los Proud Boys son una amenaza para la sociedad estadounidense por “su inclinación a la violencia”. “La amenaza aumentará en el periodo previo a las elecciones de noviembre”, advierte.