A medida que Israel iba acentuando su asedio a la Franja de Gaza en respuesta al ataque de Hamás, la división en la UE se ha hecho palpable y los 27 se han visto obligados a reconducir a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que se ha erigido en la voz internacional de la UE, a pesar de que es un papel que no le corresponde. El apoyo incondicional a Benjamin Netanyahu ha generado malestar en algunos gobiernos, los contactos se han multiplicado y la alemana ha matizado su discurso.
“Subrayamos con firmeza el derecho que tiene Israel a defenderse, en consonancia con el Derecho internacional y humanitario, ante estos ataques violentos e indiscriminados. Reiteramos la importancia de que la protección de todos los civiles sea en todo momento conforme con el Derecho internacional humanitario”, señala un comunicado de los jefes de gobierno emitido el domingo, cuando Israel ultimaba la invasión de Gaza y los bombardeos dejaban un millón de desplazados.
“Hacemos un llamamiento a Hamás para que libere de inmediato y sin condiciones previas a todos los rehenes. Reiteramos la importancia de prestar ayuda humanitaria urgente y manifestamos nuestra disposición a seguir apoyando en Gaza a los civiles más necesitados”, agrega el texto, que recoge la “solución de dos estados” para lograr la paz en la región“.
Los 27 recuerdan que esa declaración supone “la posición común de la UE” después de que Von der Leyen asumiera todo el protagonismo, desplazándose incluso a Israel, con un discurso que no recogía todos los matices, despertando suspicacias en el resto de instituciones. Durante una semana, la presidenta de la Comisión Europea se limitó a decir que Israel tiene “derecho a defenderse”, sin aludir al derecho internacional, que establece la protección a la población civil como una regla básica. El viaje de Von der Leyen choca con la ausencia del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en cuyo equipo consideran que lo prioritario era fijar la posición común.
“Puede viajar donde quiera como presidenta de la Comisión. Eso debería estar claro”, ha respondido el portavoz, Eric Mamer, sobre las críticas: “Está entre sus prerrogativas. Lo ha hecho antes y lo seguirá haciendo”.
“Sé que la respuesta de Israel demostrará que es una democracia”, expresó Von der Leyen en esa visita, en un momento en el que ya se habían bombardeado edificios, incluso de la UNRWA, en Gaza. “Juntos”, señalaba la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, en una foto de ambas dirigentes con el presidente israelí, Isaac Herzog, que ese mismo día había acusado a los civiles de Gaza de ser responsables colectivos de las acciones de Hamás por no haberse rebelado contra su Gobierno.
Para entonces, tanto la ONU como el alto representante, Josep Borrell, habían advertido de que el ultimátum de 24 horas para evacuar el norte de la Franja de Gaza era “poco realista” y que podría tener “consecuencias humanitarias devastadoras”. Un día después, y tras hablar con el secretario general de la ONU, António Guterres, Von der Leyen anunciaba un aumento de la ayuda humanitaria a Gaza (de 25 a 75 millones de euros) y mencionaba por primera vez la necesidad de cumplir el “derecho internacional”.
A donde no han llegado los 27 es a acusar a Israel de vulnerar la legalidad internacional, como sí hizo el alto representante por el asedio a Gaza, que conllevó los cortes de suministros básicos de luz, agua y combustibles. Es una de las cuestiones que tienen sobre la mesa de cara a la reunión extraordinaria por videoconferencia que mantendrán este martes, en la que, una vez establecida de urgencia durante el fin de semana “la posición común”, tendrán que definir los próximos pasos. La exigencia de un alto el fuego “podría ser una de las discusiones debatidas”, señalan fuentes comunitarias.
Tensiones con Borrell y Michel
La reacción a la crisis en Oriente Medio ha dejado negro sobre blanco la tensión entre Von der Leyen y Borrell. “La posición de la Unión Europea en política exterior la determina el Consejo Europeo y el Consejo de ministros de Exteriores, porque la política exterior común de la Unión Europea es una política intergubernamental, no es una política comunitaria”, respondió el jefe de la diplomacia europea en una rueda de prensa preguntado por la posición de Von der Leyen, que había apoyado incondicionalmente a Netanyahu y no había hecho ninguna crítica a la orden de evacuación.
También el presidente del Consejo Europeo, Chales Michel, dejó un recado a la alemana, con quien la rivalidad es cada vez más obvia, en la convocatoria que hizo el sábado para una cumbre extraordinaria de los líderes de este martes: “Es de suma importancia que el Consejo Europeo, en consonancia con los Tratados y nuestros valores, fije nuestra posición común y establezca una línea de actuación unificada clara que refleje la complejidad de la situación que se está desarrollando”. En la cita, más allá de fijar una “posición común”, debatirán sobre “acciones estratégicas en el corto y medio plazo así como próximos pasos”.
Tras las críticas recibidas y la corrección por parte de los líderes de los 27, Von der Leyen trató de salir al paso a través de la red social X con un vídeo de declaraciones suyas del viernes en las que apelaba a la necesidad de dar ayuda humanitaria a la población palestina y otras, ya del domingo, en las que hacía referencia al derecho de Israel a defenderse dentro del derecho internacional, aunque de nuevo la expresión no figuraba en el cuerpo del tuit.
Un daño para la política exterior
La “cacofonía” de voces desde las instituciones europeas ha mostrado las “dificultades que tiene la UE para trazar una política exterior común”, explica Sonia Sánchez, analista del Instituto Elcano, que apunta a que no es la primera vez que ocurre. “No se puede dejar de condenar el terrorismo pero también se tiene en cuenta la ocupación, el control militar, etc. y los elementos que conforman la ocupación. Cuesta equilibrar el apoyo a los palestinos en sus legítimas reivindicaciones a la vez que apoyar a Israel por el ataque terrorista que ha sufrido”, explica Sánchez. En este caso, apunta a la “nacionalidad” de Von der Leyen como una de las causas de su posición. “Alemania ha tenido siempre un apoyo incondicional a Israel por el Holocausto”.
¿Cuál puede ser la consecuencia en política internacional de la disonancia de estos días? “La consecuencia es la de mostrar una vez más la debilidad de las instituciones europeas en materia de política exterior y de defensa”, afirma la analista.
En esa misma línea, el también analista de Elcano Haizam Amirah-Fernández ha apuntado que los “rivales de la UE”, entre ellos Rusia y China, deben estar “regocijándose”. “Cuanto más habla, más en peligro pone a los europeos”, expresó tras los últimos comentarios de la alemana el domingo.
Dos errores en plena campaña
No obstante, no es la primera vez que Von der Leyen molesta a las capitales al asumir un rol que no le corresponde. Hace unas semanas se llevó un rapapolvo por parte de algunos estados miembros por haber rubricado un acuerdo con Túnez para controlar la migración sin haber contado con el visto bueno previo de los 27.
El memorando de entendimiento, que enervó a las fuerzas progresistas e incluso los socialdemócratas exigieron su retirada, ha resultado por ahora ser un fiasco porque el presidente tunecino, Kais Saied, devolvió 60 millones que habían sido transferidos a ese país. A pesar de que también han suspendido las visitas de misiones de la Comisión Europea, en Bruselas sostienen que siguen trabajando en la implementación del acuerdo en cuya firma estuvieron presentes, además de Von der Leyen, los primeros ministros de Italia y Holanda, Giorgia Meloni y Mark Rutte.
Los errores de Von der Leyen se producen a las puertas de que comience la carrera por seguir al frente de la Comisión Europea otro mandato, aunque la alemana no ha desvelado todavía sus intenciones. Durante estos cuatro años ha trabajado por ganarse a los líderes de los 27, algo que incluso le han reprochado en las propias filas del PPE.
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