La crisis entre EEUU e Irán se disparó el viernes pasado con el anuncio de la muerte del general Qasem Suleimani en una operación estadounidense. Irán ha tardado cinco días en responder y este miércoles ha lanzado un ataque con misiles a dos bases de EEUU en Irak. Sin embargo, el miedo a un conflicto armado ha frenado de momento la escalada de la crisis entre Irán y EEUU.
Trump ha anunciado este miércoles que el ataque de Irán no ha producido bajas y no ha anunciado más acciones militares contra el régimen de los ayatolás, al contrario de lo que había sugerido en varias declaraciones a lo largo de la semana. La respuesta de EEUU a la respuesta iraní se ha limitado al establecimiento de nuevas sanciones económicas.
En este sentido el ataque de Irán a las bases de EEUU en Irak parece haber sido diseñado precisamente para evitar una respuesta militar contundente de EEUU al tiempo que ha permitido al Gobierno iraní anunciar venganza. El objetivo de Irán no es comenzar un enfrentamiento directo con un país militarmente superior, sino lograr la expulsión de las tropas de EEUU de la región.
Según fuentes gubernamentales de EEUU y Europa cercanas a información de inteligencia y citadas por la agencia Reuters, Irán ha evitado a propósito causar bajas estadounidenses en su ataque con misiles a las bases en Irak. “Querían responder, pero casi seguro que no querían escalar”, ha afirmado una fuente estadounidense citada por la agencia.
Tras la operación iraní, el ministro de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, ha afirmado que el ataque es una medida proporcionada y que Irán no busca una guerra. “Irán efectuó y concluyó medidas proporcionadas en defensa propia en virtud del artículo 51 de la Carta de la ONU atacando una base desde la cual se lanzó un cobarde ataque armado contra nuestros ciudadanos y altos funcionarios”. “No buscamos la escalada o la guerra, pero nos defenderemos de cualquier agresión”, ha añadido.
Sin embargo, el líder supremo de Irán, Alí Jameneí, ha asegurado que el ataque contra las dos bases “no es suficiente” venganza y que es necesario expulsar a las tropas de ese país de la región de Oriente Medio. “Se les dio una bofetada, pero tal acción militar no es suficiente, la presencia corrupta de EEUU debe terminar”, ha señalado en un discurso televisado en la ciudad de Qom.
El ataque iraní estuvo cargado de simbolismo. Los misiles fueron lanzados en torno a la una y media de la madrugada iraquí, más o menos la misma hora en que se produjo el ataque con drones contra Suleimani en la mañana del viernes.
Mientras se llevaba a cabo el ataque, los principales consejeros y medios pseudoficiales iraníes publicaron en Twitter la bandera del país, un reflejo del tuit de Donald Trump tras conocerse la muerte de Suleimani. Los vídeos del lanzamiento fueron distribuidos a los medios iraníes y la operación recibió el nombre de “Mártir Suleimani” por parte de la Guardia Revolucionaria.
Trump ha afirmado este miércoles que no abandonará su política de máxima presión a Irán y que las nuevas y “poderosas” sanciones permanecerán en vigor hasta que Teherán “cambie su comportamiento”. “Las naciones han tolerado su comportamiento desestabilizador en la región durante años. Esos días se han acabado”, ha afirmado.
El objetivo del presidente de EEUU es que Irán deje de financiar y asistir a grupos armados en la región así como frenar su programa nuclear y negociar un nuevo acuerdo más duro que el que logró el Gobierno de Obama en 2015.
“Esta Administración no permitirá nunca a Irán conseguir el arma nuclear”, ha señalado. “La hostilidad de Irán aumentó desde el acuerdo nuclear. En lugar de decir gracias EEUU, gritaron muerte a EEUU. Los misiles lanzados anoche se han financiado gracias a la anterior Administración”, ha añadido. El presidente ha animado a los países europeos a salirse del acuerdo para empezar a negociar uno nuevo que cumpla con los objetivos de EEUU.