Los dos ciudadanos españoles que se han visto afectados por el ataque de Hamás son un hombre y una mujer que residen muy cerca de la frontera con Gaza, han informado a elDiario.es fuentes de los servicios de Información. Las autoridades españolas se afanan en estos momentos en conocer si su desaparición responde a que han sido secuestrados y llevados a territorio palestino o si fueron víctimas del fuego desplegado por Hamás.
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha revelado esta mañana que dos ciudadanos españoles “se han visto afectados” por el ataque a Israel. Las fuentes consultadas por este periódico descartan que fueran asistentes a la fiesta rave afectada por ese ataque y que podría haber dejado 260 víctimas mortales, según los cuerpos rescatados hasta ahora. elDiario.es ha podido saber que el ciudadano español es Iván Illarramendi, nacido en Zarautz (Gipuzkoa). Su mujer, de nacionalidad chilena, también está desaparecida. A ellos dos habría que sumar otra mujer con doble nacionalidad, española e israelí, de 19 años.
A primera hora del pasado sábado, los sistemas antimisiles de Tel Aviv se han visto superados por la lluvia de más de 2.000 cohetes de Hamás; decenas de militantes armados han entrado en Israel por tierra, mar y aire; han asaltado poblaciones y capturado vehículos del ejército israelí; han tomado rehenes –civiles y militares–; y las excavadoras reventaron la valla fronteriza.
La respuesta israelí no se hizo esperar y su primer ministro, Benjamín Netanyahu, anunció que su país estaba en guerra. El último recuento de víctimas de la mayor escalada de la violencia entre Israel y palestinos es de 700 muertos en el lado israelí y más de 2.200 heridos; mientras, 436 gazatíes han fallecido, entre ellos 91 niños, y más de 2.200 están heridos, después de los bombardeos que durante la noche y la madrugada del lunes han golpeado incesantemente Gaza.
Aparte de los ataques aéreos y con misiles contra la franja, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha anunciado este lunes el bloqueo total del pequeño territorio palestino, lo que significa que dejará de recibir suministro de electricidad, alimentos y combustible.