Estados Unidos descarta que el “síndrome de La Habana” sea un gran ataque extranjero

EFE/elDiario.es

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La CIA ha descartado que el “síndrome de La Habana” sea el resultado de una campaña dirigida por un país enemigo de Estados Unidos, según ha informado este miércoles la cadena NBC. El servicio de inteligencia estadounidense ha realizado una nueva evaluación de los extraños síntomas que han sufrido diplomáticos estadounidenses en varios países del mundo y, aunque el informe se mantiene en secreto, seis personas con conocimiento de su contenido lo han revelado a distintos medios.

Según NBC, la CIA ha descartado que la mayoría de casos sean el resultado de una campaña de un poder extranjero, aunque mantiene dudas sobre algunos de los que se detectaron por primera vez en 2016 en La Habana. El informe concluye que no hay pruebas para decir que Rusia u otra potencia extranjera atacó a los diplomáticos estadounidenses con el fin de recopilar información.

Gran parte de los casos podrían atribuirse a un problema médico preexistente o a factores ambientales o de otro tipo, según ha contado un alto funcionario de la CIA al Washington Post. “Unas pocas docenas” de esos incidentes, que el funcionario ha calificado como “los casos más severos”, no han podido ser explicados y serán investigados con más profundidad, ha dicho.

Más de 1.000 empleados de distintas embajadas estadounidenses han padecido el llamado “síndrome de la Habana”, que provoca síntomas similares a los de lesiones cerebrales, mareos, dolores de cabeza y falta de capacidad de concentración. El origen de estos misteriosos “ataques” aún se desconoce, aunque algunos expertos apuntan a que podría haberse usado energía de radiofrecuencia para perpetrarlos.

Además de en Cuba, donde se detectaron los primeros casos en 2016 y 2017, se han producido incidentes similares en China, Austria, Alemania e incluso en Washington.

Donald Trump acusó en 2017 al Gobierno de Cuba de ser responsable de lo que las autoridades estadounidenses calificaron entonces como “ataques acústicos” o “sónicos”, lo que sirvió como pretexto al entonces presidente para romper con el deshielo diplomático con la isla.

Un informe interno dado a conocer a principios de 2021 reveló que Trump acusó a La Habana sin pruebas y que la mala gestión y la falta de coordinación dominó su respuesta a estos supuestos “ataques”. Joe Biden, por el momento, ha evitado señalar públicamente a ningún país y su Gobierno sigue investigando el origen de esos incidentes.