La Eurocámara aplica el cordón sanitario a Le Pen pero no a Meloni
Un cordón sanitario, a medias. La Eurocámara ha mantenido el veto a una parte de las fuerzas ultras en el reparto de los cargos institucionales. Patriotas por Europa, el grupo que integran el Rassemblement National de Marine Le Pen, La Liga de Matteo Salvini, el Fidesz de Vikctor Orbán y Vox, entre otros, no contará con ninguna vicepresidencia, a pesar de que es la tercera fuerza. Sin embargo, el grupo de los Reformistas y Conservadores (ECR) sí tendrá representación porque el Partido Popular Europeo no les excluye de la ecuación.
El reparto de las 14 vicepresidencias de la Eurocámara funciona de acuerdo al sistema d'Hont por el que se distribuyen los puestos en función de los votos que percibe cada candidato. Las tres familias que forman la mayoría se reparten esos cargos institucionales así como las presidencias de las comisiones.
Así, en una primera votación han salido elegidos los primeros 11 vicepresidentes de los populares, socialistas, liberales y uno de Los Verdes, entre ellos los españoles Esteban González Pons (PP) y Javi López (PSC) mientras que se han quedado fuera los seis aspirantes que quedaban fuera de ese pacto, entre ellos los candidatos de ECR –el letón Roberts Zile, que repite; y Antonella Sberna, de Fratelli d'Italia– y de La Izquierda (Younous Omarjee), que han salido elegidos en la segunda ronda, en la que cada eurodiputado votaba al menos a dos para que no fuera el voto nulo, lo que ha llevado a muchos progesistas a votar al letón para frenar a los del grupo de Le Pen..
El cordón sanitario ha servido, por tanto, para dejar fuera de las vicepresidencias a los candidatos presentados por Patriotas por Europa y Europa de las Naciones Soberanas, el grupo ultra que ha impulsado Alternativa por Alemania.
“No queremos que esos eurodiputados representen al Parlamento Europeo”, defendió el PPE sobre el pacto con socialistas y liberales para dejar a Patriotas por Europa fuera de las vicepresidencias de la Eurocámara o las comisiones por tratarse de fuerzas de “extrema derecha y amigos de Putin”.
Se da la circunstancia de que el PPE impone el cordón sanitario al grupo al que se ha ido Vox mientras que Alberto Núñez Feijóo mantiene los acuerdos a nivel municipal con la formación que preside Santiago Abascal, a pesar de que haya roto los gobiernos autonómicos.
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