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La Eurocámara aprueba un registro de pasajeros más coercitivo por el impacto de los atentados terroristas

La Unión Europea pone más trabas al derecho a la privacidad. El Parlamento Europeo ha aprobado este jueves 14 de abril por inmensa mayoría -461 votos a favor, 179 en contra, tan solo 9 abstenciones- el registro de pasajeros de las aerolíneas. Conocido como PNR en inglés (Passenger Name Record), se trata de un fichero de datos de todos los clientes de las aerolíneas en la UE que incluye, entre otros, el nombre del pasajero, sus detalles del contacto, la procedencia, el destino, las tarjetas de crédito o los acompañantes, por citar algunos de estos datos.

Cualquiera que viaje en un avión tendrá que aportar estos datos, que quedarán almacenados cinco años. Sin embargo, solo quedarán enmascarados (es decir, guardados pero inutilizables) tras un periodo de seis meses en los que los datos estarán desprotegidos. Y aquí se produce la principal perversidad de la votación del jueves: en 2013 un PNR europeo similar se rechazó por las dudas con relación al derecho a la privacidad. Y eso que era un registro de datos mucho menos coercitivo: el enmascaramiento de datos se produciría a los 30 días, cinco meses y medio antes de lo que se acaba de aprobar ahora.

Todavía no se conoce qué ha votado cada eurodiputado. El impacto de los atentados terroristas, y la relación que ha establecido el Partido Popular Europeo con Esteban González Pons a la cabeza entre futuros ataques y el PNR han cambiado el voto de muchos parlamentarios los últimos días, según han confesado varios socialistas y liberales a este medio. Finalmente, una mayoría de socialistas del S&D y liberales de Alde ha votado a favor.

El PNR no tiene nada que ver con los atentados de París y Bruselas del 13 de noviembre y del 22 de marzo. Ningún terrorista del Bataclan y otros atentados de París, del aeropuerto de Zaventem y el metro de Maalbeek bruselenses, tomó el avión al volver de entrenarse y combatir con el Estado Islámico.

En una declaración la víspera de la votación, González Pons no se mordió la lengua: “Hay quien dice que con un PNR no habríamos podido evitar esos ataques, pero es un triste consuelo, porque quién sabe si los habríamos podido evitar o no. El Grupo Popular Europeo votará mañana sí al PNR, no por los atentados que se pudieron evitar, sino por los que vamos a evitar en el futuro”.

El popular valenciano comparó la recaudación de impuestos con la prevención antiterrorista: “A mí me parece bien renunciar a una parte de mi intimidad para pagar impuestos, pero también me parece bien renunciar a una parte de mi intimidad para salvarme la vida. Porque la vida privada es importante, pero es más importante la vida, porque pagar impuestos es muy importante, pero es mucho más importante la vida”, declaró al principio de esta semana.

El PNR ha podido contar con una enmienda que, de haberse aprobado, sí habría tenido relación directa con los recientes atentados en Europa, de acuerdo con las informaciones policiales filtradas: una propuesta de la liberal holandesa Sophie Int’Veld a favor de que los estados compartan obligatoriamente información de los servicios secretos y policiales. Actualmente esta vía solo es voluntaria y depende de la decisión de cada estado miembro. La nula información compartida entre las autoridades francesas y belgas sí que hubiera podido evitar víctimas mortales.

Pero la enmienda ha sido rechazada. Int’Veld ha votado en contra. Y Guy Verhofstadt, el portavoz de Alde, ha acusado de “juego sucio” al PPE y a los conservadores del ECR, el partido de David Cameron.  

La izquierda del GUE y los verdes han votado en contra. “El PNR no es la solución al terrorismo del Daesh”, denuncia Marina Albiol, de IU. “Con el PNR se crea una base de datos que hará que exista un registro policial único, con el que pretenden monitorear todos nuestros movimientos. Corremos el riesgo de que viajar a determinadas zonas del mundo pueda ser criminalizado”.

Florent Marcellesi, portavoz de Equo en Bruselas, ha abundado en la misma idea que Albiol: “Es una falsa solución basada en la obsesión política por el control férreo de la población. Es un ataque a los derechos fundamentales y una respuesta ineficiente al terrorismo”.

La Comisión Europea por su parte ha emitido un escueto comunicado en el que “da una calurosa bienvenida al voto positivo del PNR” en Estrasburgo.