Europa se conjura frente a Putin

Andrés Gil

Enviado especial a Praga —
6 de octubre de 2022 23:21 h

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Europa se conjura frente a Vladímir Putin. “La reunión es el mensaje”, dicen fuentes diplomáticas, sabedoras de la ausencia de decisiones concretas. La imagen de quiénes salen en la foto y quiénes no salen en la foto es la idea fuerza que han querido transmitir sobre la cumbre de este jueves en Praga. Prácticamente toda Europa, desde Islandia hasta el Cáucaso, 43 jefes de Estado y de Gobierno –ha faltado la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, por tener que estar en su Parlamento nacional–, han exhibido su unidad frente al presidente ruso en la primera reunión de la Comunidad Política Europea, un órgano que reúne a los 27 miembros de la UE junto a países en proceso de adhesión –desde Ucrania hasta Albania–, países que han dejado la UE –como Reino Unido– y países que no tienen intención de ingresar –como Suiza y Noruega–.

Eso sí, en las diferentes salas del castillo de Praga se han sucedido reuniones plenarias, mesas redondas reducidas y bilaterales. Pero tampoco se ha llegado a ningún compromiso concreto para abordar los principales problemas del continente: la guerra, la inflación y la crisis energética, con las consecuencias que todo eso tiene para la ciudadanía. Y se ha hablado mucho de una “comunidad de valores democráticos”, soslayando que la Turquía de Recep Tayyip Erdogan es uno de los participantes de la reunión del jueves, y que Serbia, también presente, no termina de aplicar las sanciones a Rusia.

Este viernes, los congregados serán solamente los 27 miembros de la UE, que fundamentalmente discutirán sobre cómo abordar la crisis energética con el debate abierto sobre el tope al precio del gas. Las siguientes reuniones de la Comunidad Política Europea serán en la próxima primavera en Moldavia –país no perteneciente a la UE–; España –que preside el Consejo de la UE en la segunda mitad de 2023– y Reino Unido.

“El problema más grave es que Europa sufre una guerra de agresión”, ha afirmado el primer ministro checo, anfitrión de la reunión como presidente de turno del Consejo de la UE: “Vladímir Putin no está abierto a negociar, su único objetivo es la conquista. En la guerra de Ucrania vemos un reflejo de nuestro propio pasado”.

El propio presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha afirmado en un discurso por videoconferencia, aplaudido por el resto de líderes, que “la Comunidad Política Europea, tiene una posibilidad real de convertirse en una Comunidad Europea de Paz”. Según Zelenski, “desde el punto de vista de sus valores y comportamiento, Rusia es el Estado más antieuropeo del mundo. Y ahora estamos en una posición sólida para pedir a toda Europa que ponga fin a la guerra y garantice una paz a largo plazo para Ucrania, para Europa, para el mundo. Pero debemos admitir lo obvio: nos vemos obligados a lidiar con un Estado que no quiere la paz. Llegará el día en que el maligno ruso perderá, será el mismo día en que prevalecerá nuestra fórmula de paz. Nosotros, los líderes de Europa, podemos convertirnos en los líderes de la paz”.

“Todo el continente europeo está aquí, excepto dos países, Bielorrusia y Rusia”, ha dicho el primer ministro belga, Alexander de Croo, al llegar al castillo cuyas primeras piedras se pusieron en el siglo IX: “Es la muestra de lo aislados están estos dos países. No estoy en contra del hecho de que otros países se unan siempre y cuando respeten los valores que defendemos, la democracia liberal, los derechos humanos, y así sucesivamente. Hay una razón por la que Rusia y Bielorrusia no estén aquí, por supuesto”.

La primera ministra islandesa, Katrín Jakobsdóttir, sostenía: “Lo que veremos aquí es que Europa se solidariza contra la invasión rusa en Ucrania, se mantiene unida contra esta guerra agresiva. Es bueno que estemos hablando del futuro de Europa en este contexto amplio”. En este sentido, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, apuntaba: “Tener esta plataforma [la Comunidad Política Europea] nos permitirá debatir en profundidad sobre la forma de coordinar acciones para defender los intereses de nuestros ciudadanos en todo el continente europeo”.

En este sentido, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha considerado que la cumbre supone “una comunidad de valores que respeta la pluralidad, la democracia, los derechos humanos y el orden internacional basado en reglas. Es un primer examen y espero que podamos durante los próximos años seguir consolidando este espacio intergubernamental”.

El presidente francés, Emmanuel Macron, impulsor de este órgano europeo amplio en mayo, por su parte, ha insistido en la idea que se quiere trasladar en el contexto de guerra: “Significa mostrar un mensaje de unidad de Europa a todos los europeos, sean o no miembros de la Unión Europea. Es construir una intimidad estratégica. El objetivo es, en primer lugar, compartir la misma lectura de la situación que vive Europa y construir una conversación estratégica que hasta ahora no existía y, espero, salir con proyectos comunes. Compartimos el mismo espacio, muchas veces la misma historia, y tenemos vocación de escribir juntos nuestro futuro. Ese es el objetivo de esta comunidad política europea”.

Y, consecuencia de la crisis del continente, se han sentado en la misma mesa dos países enfrentados: el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan; el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev; junto con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; y el presidente francés, Emmanuel Macron.

Macron, que se ha citado para una cumbre francobritánica con la primera ministra Liz Truss en los próximos meses, ha afirmado –en inglés, idioma que habla fluidamente pero que no suele emplear ante la prensa en las cumbres– en relación con el ex socio de la UE que espera que Praga suponga una “nueva fase” en la relación con Reino Unido, en tanto que era una “muy buena noticia” la presencia de Truss: “Espero que sea el comienzo del día siguiente”.

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha destacado también que “Europa ha entrado en una nueva fase de nuestra historia. Hoy, 44 líderes europeos se reúnen para estudiar cómo construir una nueva estructura de seguridad en Europa. Tiene que hacerse sin Rusia, no porque no queramos que Rusia sea parte de Europa, sino porque Putin se ha sacado [a sí mismo] de la comunidad europea. Europa tiene que hacer frente a la crisis creada por la guerra de Ucrania, tiene que construir un nuevo orden de seguridad para hacer frente a las crisis alimentaria y energética”.

En este sentido, Erdogan ha dicho al término de la reunión: “Turquía es imprescindible en la configuración de la seguridad europea. No entendemos los obstáculos al ingreso de Turquía en la UE, es un país fundamental para el continente europeo. El papel de mediación con Rusia ha sido especialmente reconocido en la reunión, desde el primer día hemos invertido esfuerzos para detener muertes y destrucción. Una paz justa no puede tener perdedores”. Erdogan, así mismo, ha pedido acelerar el proceso de adhesión a la UE, al tiempo que atacaba a países de la UE con los que tiene contenciosos en el Mediterráneo, como Grecia y Chipre. En paralelo, ha mantenido una bilateral con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien, según fuentes de Moncloa, ha reconocido el papel mediador de Erdogan con Rusia y ha apoyado su ingreso en la UE.

Así, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha defendido el encuentro: “Es bueno para la paz, para el orden de seguridad, para el desarrollo económico y la prosperidad. Todo el que se reúne aquí sabe que el ataque ruso a Ucrania es una violación brutal del orden de seguridad y paz que hemos tenido en Europa en las últimas décadas. Por eso es importante que rechacemos este ataque, que no aceptemos que se anexione una parte del país vecino y que tampoco aceptaremos todos los referéndums”.

Gitanas NausÄ—da, primer ministro lituano, ha recurrido a una metáfora para explicar lo que se está viviendo en Praga: “Esto es como Naciones Unidas en Europa, y a veces en Naciones Unidas es difícil de encontrar un denominador común. Aquí, teniendo a bordo 44 países y probablemente encontraremos posiciones comunes y apoyaremos a Ucrania. Esta es una prioridad número uno, porque en ese campo de batalla también está en juego el destino de Europa. Cuanto mejores sean los resultados, más rápido detendremos la agresión de Rusia en Ucrania”.

“Naciones Unidas de Europa”. “Un nuevo orden de seguridad [sin Rusia]”. “Todo un continente excepto dos países”. En definitiva, una imagen de 44 países frente a Putin, porque “la reunión es el mensaje” de una Europa conjurada frente a la invasión rusa de Ucrania.